Socióloga. Dos veces regidora de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Congresista electa por el Frente Amplio.,La congresista electa Marisa Glave asegura que el Frente Amplio probó en las elecciones que representa a la izquierda que el Perú necesita. Además, pide al presidente electo Pedro Pablo Kuczynski no olvidar los acuerdos que firmó durante la campaña con movimientos sociales. PUEDES VER: Oficializan designación de Edgar Alarcón como Contralor ¿Qué retos asumirá el Frente Amplio en el próximo quinquenio 2016-2021? El FA ha terminado este proceso electoral con un importante capital político. Le hemos demostrado al país que somos una izquierda progresista, que realmente quiere cambios y justicia. Ahora nos toca mantener un trabajo sólido en la bancada, para que esta sea capaz de colocar temas en la agenda, generar consensos y que sea, al mismo tiempo, una oposición vigilante y fiscalizadora. Vigilaremos el uso de los recursos del Estado. Para diversos analistas, su organización debe demostrar que puede garantizar gobernabilidad. En este proceso electoral hemos demostrado que la fuerza política con más vocación democrática es, precisamente, el Frente Amplio. Nosotros dejamos de lado diferencias políticas de fondo señalando que, como posición institucional, era un deber cerrarle el paso a la posibilidad de un narcoestado. Lo demostramos y lo seguiremos haciendo a lo largo de estos cinco años que vienen. ¿Qué le exigirán a Pedro Pablo Kuczynski luego de contribuir a que gane las elecciones del domingo? Esperamos que entienda y sea responsable con los compromisos que ha firmado con organizaciones sociales como la CGTP, Construcción Civil, colectivos a favor de los derechos humanos, universidades y otros. Nosotros fiscalizaremos para que se cumplan esos acuerdos. ¿Cree que Kuczynski reconocerá, con sus actos, que recibió ayuda fundamental de varios sectores que le permitió llegar a la presidencia? Voceros de Peruanos Por el Kambio han reconocido que nuestro apoyo no fue para Kuczynski, sino para el país. Espero que así también lo piense él. En su partido son conscientes de que los votos que los llevaron a ganar las elecciones no son por el programa que tienen sino por el riesgo de que se instaurara un narcoestado. Eso los obliga a pensar en políticas para todos, más que en profundizar el modelo neoliberal, que puede generar polarización en el país. ¿Le preocupa que el fujimorismo aproveche su mayoría para, por ejemplo, blindar a Joaquín Ramírez? Ellos han salido a decir que las dudas sobre Joaquín Ramírez (investigado por la DEA por presunto delito de lavado de activos) y los posibles vínculos del narcotráfico con su organización fueron parte de una campaña sucia. Nosotros creemos que sí hay mucha evidencia. Si lo blindan, confirmarán nuestras dudas. ¿Qué espera de la mayoría fujimorista? Habrá que ver a quién nombran de vocero y cómo actúan. 73 congresistas es un número muy alto, pero no todos son militantes del fujimorismo. Algunos son invitados y veremos si mantienen posturas individuales. Se habla de peleas internas dentro del fujimorismo. El último gesto de Kenji de no ir a votar alimenta los rumores. No sé si el señor Kenji Fujimori intentó expresar su rechazo a la candidatura de su hermana, pero ya tuvieron varios desencuentros a lo largo de la campaña. Es evidente que están en una crisis interna. Además ha quedado muy claro para el país que, por más que la señora Keiko Fujimori lo niegue, este fujimorismo es el mismo que el de la década de los noventa. Y recientemente nos enteramos de que el ex asesor de Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos, contaba con un celular en su celda. Eso dice mucho sobre la situación de inseguridad que vive el país. Es entendible que muchos sigamos creyendo que en algunas instituciones opera aún una red montesinista.