En suspenso. Ex presidente tomó posesión de su cargo, pero juez suspende su nombramiento. Mientras, siguen las manifestaciones y no se observan soluciones., La incertidumbre nubla el ya turbulento escenario político brasileño cuando un juez emitió una orden de suspensión del nombramiento de Luiz Inácio Lula da Silva como nuevo jefe de gabinete de su sucesora, la presidenta Dilma Rousseff. PUEDES VER: Brasil se indigna con frase de Lula da Silva que remece Facebook | VIDEO Los detractores de Rousseff la acusan de haber orquestado una maniobra que tiene el propósito de evitar una posible detención de Lula da Silva, quien menos de dos semanas atrás fue arrestado y conducido para que declare en una investigación por corrupción en la petrolera estatal Petrobras. La orden proferida por un juez federal en Brasilia, que suspendió el nombramiento de Lula, no tomó por sorpresa a los brasileños que están acostumbrados al uso de estas tácticas para retrasar o interrumpir designaciones o decisiones políticas. En la práctica, la efectividad de la medida es objeto de debate. Algunos abogados insisten en que Lula ya es el jefe de gabinete y disfruta de los beneficios legales que le concede esa posición, mientras que otros argumentaban que había que esperar la medida cautelar. Lula es ya ministro, pero no podrá ejercer las funciones de su cargo hasta que se resuelva la decisión judicial que suspendió su nombramiento, afirmó el titular de la Abogacía General de la Unión (AGU) de Brasil, José Eduardo Cardozo. Un juez de Brasilia pidió la anulación del nombramiento de Lula como ministro, pero el Gobierno anunció que presentó un recurso. Rousseff ha dicho que el nombramiento de Lula da Silva no tiene nada que ver con los problemas legales que afronta el otrora popular ex mandatario y dijo que él la ayudará a encarrilar la economía del país y será punta de lanza de la lucha para evitar un juicio político en su contra por irregularidades en el manejo de fondos fiscales. La rabia que generó el nombramiento de Lula dio lugar a masivas protestas en São Paulo y la capital Brasilia, donde unos tres millones de manifestantes bloquearon las calles principales. Para el viernes se programó una manifestación a favor de Lula. Rousseff pasó a la ofensiva en la ceremonia de juramentación del jueves al tildar a quienes quieren su renuncia de "golpistas" y acusar al juez Sergio Moro, que dirige la investigación de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, de violar la constitución y actuar en favor de la oposición. "Sacudir la sociedad brasileña por medio de mentiras, maniobras furtivas y prácticas muy criticadas viola las garantías constitucionales y sienta precedentes muy graves", dijo Rousseff. "Así comienzan los golpes" de Estado, agregó. Rousseff: "Son ilegales" Rousseff fustigó la inesperada difusión el miércoles de unas grabaciones de unas conversaciones telefónicas entre Lula da Silva y varias figuras prominentes, incluida la propia presidenta. Sergio Moro, el juez que encabeza la investigación en Petrobras, las dio a conocer horas después del anuncio del nombramiento de Silva y sostuvo que las escuchas parecen insinuar que hubo intentos para influenciar a las autoridades judiciales a favor del ex presidente. La presidenta calificó las grabaciones de ilegales y su difusión de "claro intento de sobrepasar los límites del Estado democrático". Diario La República Moro comparó la situación política brasileña con una sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos que fue un hito en el escándalo del Watergate. "Ni siquiera la más alta autoridad de la república tiene el privilegio absoluto de la confidencialidad de sus comunicaciones", dijo Moro, y agregó que la decisión en el caso de Nixon, que data de 1974 y que autorizó la publicación de sus conversaciones, era "un ejemplo a seguir". Sonia Fleury, profesora de Ciencias Políticas de la Fundación Getulio Vargas, una de las mejores universidades de Brasil, dijo que la revelación de las conversaciones había "politizado y empeorado la turbulencia que rodea a la investigación" en un aparente intento por evitar que Lula asuma la jefatura de gabinete. Dos demandas y 5 días El Tribunal Supremo de Brasil dio cinco días de plazo para que la Fiscalía, el Gobierno y el abogado del Estado, José Eduardo Cardozo, presten informaciones antes de analizar dos demandas contra el nombramiento del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva como ministro de la Presidencia. Después de ese plazo, el magistrado Teori Zavascki, instructor de la causa, analizará las dos demandas presentadas por separado por los opositores, el Partido Socialista Brasileño (PSB) y Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según un comunicado de la corte. El plazo de cinco días no está claro, ya que según la legislación actual son cinco días consecutivos, pero según una ley que entra en vigor mañana viernes, pasa a referirse a días laborables. Las dos demandas cuestionan que el nombramiento de Lula tiene el supuesto objetivo de protegerle de los tribunales comunes. Así, el nombramiento de Lula quedó en suspenso, por una decisión cautelar tomada por un juez de Brasilia. Lava Jato cumple dos años: un terremoto que sacude los cimientos de todo el sistema en Brasil EFE. La operación Lava Jato (lavado de coches) cumple hoy (ayer) dos años convertida en la mayor investigación policial de la historia de Brasil y en el desencadenante de un terremoto político que ha destapado un complejo engranaje de corrupción y amenaza al Gobierno de Dilma Rousseff. Las cifras del Lava Jato son contundentes: casi mil años de condenas, cientos de investigados –entre ellos Lula– y unos 3.000 millones de reales (828 millones de dólares) recuperados en un fraude que, según estimaciones, puede superar los 30.000 millones de reales (unos 8.300 millones de dólares) y que, solo en sobornos, alcanza los 6.000 millones (1.650 millones de dólares). La investigación que inició el juez Sergio Moro el 17 de marzo de 2014 sobre blanqueo de capitales a través de una red de "lava jatos", establecimientos de lavado rápido de autos, terminó golpeando de lleno a Petrobras, la "joya de la corona" de la economía brasileña, y a varias importantes empresas. Las delaciones en cadena a cambio de beneficios penitenciarios han permitido a Moro tirar del hilo de una madeja que amenaza los pilares del sistema.