Entrevista al presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan), José Enrique Silva Pellegrin. Entrevista,En el Perú hay un problema de "abandono de la ruta de la calidad" de los medicamentos, sostuvo José Enrique Silva Pellegrin, presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan), lo que pone en desventaja a los laboratorios peruanos y atenta contra la salud de los más pobres. PUEDES VER: Sepa dónde están las viviendas que acceden al Bono del Buen Pagador ¿El déficit comercial de medicinas sigue avanzando? La balanza comercial de medicamentos es, ha sido y seguirá siendo deficitaria, porque cada vez se importan más medicamentos y no pueden incrementarse las exportaciones, en tanto las condiciones regulatorias no nos favorecen. Si voy a cualquier país y trato de conseguir no digamos una licencia sino solo una constancia de que mi medicamento está registrado acá, puede tomar meses o incluso años. Usted sostiene que las regulaciones son severas para los laboratorios nacionales, pero para los del extranjero no. Estamos supeditados a exigencias que no se dan en ninguna parte del mundo. Y a la vez tenemos que defendernos de las agresiones del mercado externo, pero en condiciones desiguales. ¿Por qué hay más flexibilidad con los medicamentos extranjeros? Sucede, por ejemplo, que un laboratorio es desaprobado (en el control de calidad) en Argentina, y la autoridad (Digemid) va a hacer el control a dicho país y se demora 20 días o un mes en decirles a las Aduanas que los productos de ese laboratorio no pueden ingresar, pero ya para entonces han ingresado un montón de productos. ¿Y luego ya no se puede hacer nada? Vamos a la Digemid y le decimos: "Aquí han entrado productos que no tienen la certificación de buenas prácticas, es más, han sido rechazados", nos dirán que la ley permite traer medicamentos sin ningún tipo de garantía hasta que se avise a las Aduanas. ¿Qué pasa con la Digemid? Tiene buenas intenciones pero los reglamentos le impiden ser más eficiente. Está rebasada técnica y económicamente, sus capacidades no le dan, menos sus recursos. No tiene recursos propios. Y si Digemid no puede constatar la calidad de los productos que ingresan, los más perjudicados son los pacientes. Los primeros y los más importantes son los pacientes. Y también se perjudica a quienes sí se les exige que tengan los niveles de calidad, que son los laboratorios nacionales. Tenemos que competir con productos que no han demostrado calidad. ¿Entonces, corre riesgo la salud de los pacientes que tardan más en curarse? La calidad significa que yo puedo demostrar que he cumplido con determinados requisitos. Le traigo dos ampollas: una puede tener la mitad del antibiótico que debería tener y la otra tiene el 100%. A lo mejor usted se pone esta ampolla que tiene la mitad del antibiótico, pero va a terminar curándose en un tiempo mayor y va a empezar a generar resistencia. Esto solo se puede determinar con un control de calidad. ¿Y el Gobierno actual ha dado muestras de buscar mejorías? Al contrario, hemos retrocedido más en el control, porque antes en las instituciones como el Seguro Social o el Minsa siquiera se pedía una prueba de control de calidad del primer lote. Ahora están pidiendo que eso se elimine. Y en el Estado más se adquieren productos importados. Y ahora que las adquisiciones se hacen a través de Perucompras. ¿Cómo lo ve? Con Perucompras el tema se ha complicado aún más. Antes, en las fichas técnicas se exigía que tuvieran buenas prácticas, pero hoy ha desaparecido ese requisito. O sea, no hay garantía de calidad de ninguna parte. Hay un serio problema del abandono de la ruta de la calidad. ¿Estas normas son responsabilidad de los últimos gobiernos? Esta situación se debe a los gobiernos anteriores, que han sacado sus reglamentos incluso en contra de la ley. Y en cuanto al acceso a los nuevos medicamentos, ¿los reglamentos favorecen el mayor acceso? Las nuevas tecnologías hacen que los productos sean reemplazados por productos más caros. Por ejemplo, los productos biológicos llegan para el tratamiento del cáncer. Si antes usted se trataba con productos que costaban 20 o 30 soles, ahora le recetan productos que cuestan tres mil soles. Entonces resulta que el mercado debería permitir que aparezca la competencia, un biosimilar. Y de tres mil podría ir bajando hasta 200 soles. ¿Cuál es el obstáculo? Tenemos un Poder Judicial que ampara los monopolios, según el cual la Digemid no tiene capacidad de poder hacer los análisis de los trabajos que se presentan de los biosimilares. Y esos biosimilares sí se venden en Colombia, en Brasil, Argentina y Chile, pero no se pueden vender en el Perú porque un juez suplente ordenó a la Digemid que no los registre. Es una vergüenza. Por eso usted ha propuesto crear juzgados especializados. Estamos pidiendo que se creen juzgados especializados o que la Academia Nacional de la Magistratura prepare a jueces que sepan lo que están tratando. No es posible que un juez suplente le impida a la gente acceder a productos biosimilares y la condene a pagar tres mil soles. ¿El sistema de patentes está funcionando bien? Me gustaría que se hiciera un mejor trabajo en Indecopi. Se toleran patentes que han sido rechazadas en otros países. Cuando se le hace un maquillaje a una molécula, no deberían patentarla. Eso sí está en las normas relativas a los datos de prueba y por lo tanto no se les expande el monopolio. Pero esos condicionantes no se aplican en la patente. ¿Se patentan medicamentos que no implican ningún nuevo esfuerzo? No hay esfuerzo considerable, hay viveza y nosotros lo permitimos como país. Sobre el caso de concertación de precios de cinco farmacias, ¿cómo cree que pueden evitarse más casos similares? Yo sí creo que debe haber algún tipo de regulación que dificulte o impida las malas prácticas en todo el sentido de la palabra, no solo en la concertación. En cifras US$ 749 millones es el déficit de la balanza comercial de medicamentos en 2015. 50% representa el déficit comercial de medicamentos dentro del déficit comercial global peruano en 2015.