El escritor estadounidense se encuentra en Bogotá, donde participa de las actividades de la XXX Feria Internacional del libro. ,El ganador del Premio Princesa de Asturias, Richard Ford, afirmo a EFE que los recuerdos de la infancia han sido fundamentales en su trabajo literario, ya que la literatura tiene el poder de unir historias y cosas que en la realidad "nunca se juntarían". "Un libro que vale la pena nace de imaginar cosas, hacerlas surgir y de juntar cosas que no se juntarían. Por eso es que casi todo lo que pongo en un libro son cosas que encuentro y que me parecen interesantes", dijo Ford en una entrevista en Bogotá, donde participa en la XXX Feria Internacional del Libro (Filbo). PUEDES VER: Regresa el Gran Teatro del Mundo El autor, nacido en 1944 en Jackson (Misisipi), aseguró que su obra ha estado marcada por las "relaciones interpersonales", pues es algo que "le interesa mucho" gracias a los recuerdos que le vienen a la mente sobre su familia, su niñez y su relación con las mujeres. "Escribo sobre estas cosas porque fui un niño, tuve una familia muy feliz y unos padres que me amaron. Esos recuerdos me vienen a la mente y me inspiran, por lo que puedo decir que soy afortunado de tener bastantes recuerdos de mi niñez que me dan material para mis novelas", agregó. A pesar de valerse de su niñez para escribir sus novelas, Ford afirmó: "No me gustan los niños" y dijo que no podría dedicarse a la escritura si tuviera hijos, por lo que suele aconsejar a sus colegas escritores que "no los tengan". "No me gusta estar entre niños, no disfruto su compañía y no me interesa lo que hacen. Para mí sería una distracción muy grande, y la verdad sería un mal padre, pues no podría hacer lo que hago si tuviera hijos", señaló entre risas. Ford, que también fue galardonado con el premio Pulitzer de literatura de ficción en 1996 con su novela "El día de la independencia", confesó que el camino para convertirse en escritor fue difícil debido a la dislexia que padeció en su niñez y por la cual no fue capaz de leer un libro completo hasta cumplir los 18 años. "Yo podía leer desde los 7 años, pero era demasiado lento, por lo que no pude leer un libro completo hasta que cumplí los 18 años. Eso no me permitió leer lo que se suponía debía leer a esa edad", agregó. El escritor reconoció que de esa debilidad "surgió una gran fortaleza", pues su lentitud al leer y al asimilar información le permitieron experimentar y ver diferentes sentimientos en las palabras de una forma diferente a los demás, lo cual le ha dado no solo una noción "única" de cultura, sino que también "le ha otorgado sentido a la vida". Asimismo, recordó que también vivió momentos duros durante su carrera de escritor, pues en la década de los ochenta se "estancó" con el fracaso de su novela "La última oportunidad". "Yo estaba desesperado. Mi carrera de escritor había parado y yo sabía que solo tenía una oportunidad para escribir un libro antes de ser un fracaso completo", apostilló. De esa necesidad de escribir un libro "inteligente y divertido" que le permitiera "meterse de lleno en él", nació Frank Bascombe, su personaje más aclamado y que ha estado presente en su obra durante los últimos 35 años. La trilogía de Frank Bascombe, compuesta por "El periodista deportivo" (1981), "El día de la independencia" (1996) y "Acción de gracias" (2006), le dio a Ford algo que "muchos escritores no tienen" pues le permitió encontrar un personaje atractivo e historias sólidas que lo complementaran. Pese a que "El día de la independencia" fue la que le otorgó el Pulitzer en 1996, Ford admitió que no siente un afecto especial por el personaje de Bascombe pues considera que "solo se puede sentir afecto por los seres humanos". "Mis creaciones literarias solo son personajes que forman un lenguaje, lo cual no los convierte en personas, entonces no diría que siento afecto por Frank Bascombe, pero sí puedo decir que siento placer por haber escrito los libros que él narra", subrayó.