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Economía

Óscar Vera: “Los estudios confirman la viabilidad del Gasoducto del Sur”

El ministro de Energía y Minas analizó lo anunciado por Dina Boluarte durante el 28 de julio respecto al Gasoducto del Sur, asimismo, habló sobre Petroperú y la situación de la refinería de Talara.

Óscar Vera. Vuelve a poner en agenda la masificación al sur por ductos y la petroquímica. Foto: John Reyes/La República
Óscar Vera. Vuelve a poner en agenda la masificación al sur por ductos y la petroquímica. Foto: John Reyes/La República

Luego de los anuncios por 28 de julio, el titular del Minem brindó detalles de las posibilidades que se contemplan para llevar el gas y la industria petroquímica al sur. Asimismo, reconoció que Petroperú necesitará un apoyo extra del Ejecutivo, pero que en lo inmediato la refinería de Talara generaría retornos importantes. Los lotes de Talara serán para Petroperú, confirmó.

—Se anunció la construcción de una planta petroquímica al sur del país, ¿con qué gas será abastecida?

—Los resultados de los estudios confirman la viabilidad del Gasoducto del Sur (hoy SIT Gas). Se tomará como base lo avanzado, el proyecto básicamente consistía en hacer alrededor de mil kilómetros de ductos, con una ruta que incluso cuenta con toda la permisología. El ducto estaría llegando hasta Moquegua.

—¿Existen interesados?

—Ha surgido un interesado en su ejecución que es la empresa norteamericana Energy Transfer, que es una de las más grandes del mundo en construcción de ductos.

—¿En qué se avanza en este momento?

—En este momento estamos en la elaboración de los contratos para encargar primero las redes, mientras que se concreta la construcción del ducto, que va a tomar, algo menos de 2 años. Hasta ese momento habrá suministro virtual.

—¿Cuál es el costo estimado del proyecto?

—Alrededor de US$4.000 millones, y como entenderá, el costo es tan alto que el gas consumido para cocinar no paga esa gran inversión. La forma de pagarla es sacándole el jugo al gas, transformándolo en productos petroquímicos. La petroquímica es la que le da el desarrollo tecnológico a los países, y, en este caso, el gas natural se puede transformar en productos como la urea o los explosivos.

—¿Cuál sería la ubicación de la planta petroquímica?

—Un estudio nos indica la ubicación de las plantas petroquímicas cerca a puertos. La decisión del lugar va a depender de las compañías. Tenemos como lugares probables a Pisco, Marcona, Mollendo e Islo. En el caso de la planta de urea, tenemos el gas en Pisco, entonces, probablemente la planta que se haga en el tiempo más corto sería en el departamento de Ica, y las otras deben ser más al sur.

—Retomar el SIT Gas implicará renegociar con el consorcio que lidera Odebrecht.

—Hay un interventor que tiene a cargo ahora todo eso, que no es Odebrecht. Entiendo que con ellos se negociaría.

—Si el SIT Gas abastecerá la masificación y la petroquímica en el sur, ¿aún es viable ampliar el ducto de Contugás?

—Eso también. Yo hablaba del SIT Gas como una de las partes del proyecto. La otra es la prolongación de ese gasoducto que de forma más rápida nos va a permitir iniciar la construcción de la planta petroquímica, que sería por el otro lado.

—¿Estos proyectos (SIT Gas y ampliación de Contugás) no se contraponen?

—No, yo diría más bien que se suman. Nuestra idea es poner, ojalá se puedan concretar, 2 plantas de urea y 2 plantas de fosfato.

La situación de Petroperú

—¿En qué situación se encuentra la refinería de Talara?

—Se encuentra en la etapa final. Ha habido algunos inconvenientes que son propios de un arranque para plantas de esta magnitud. Se tiene previsto que en una semana más debe estar lista la unidad de flexicoking, que está en paralelo con la planta de craqueo catalítico. Estimamos que para la quincena (de este m es) debemos ya estar terminados todos estos trabajos. Y diría yo, de ahí entra una etapa de estabilización durante este mes; yo creo que para setiembre ya podríamos hablar que la planta está totalmente en servicio y seguramente con las cargas que se han diseñado que son de 95.000 barriles.

En este momento estamos con una carga de 60.000 barriles y 30.000 más o menos son residuales, pero dentro de muy poco se va a transformar en diésel y gasolina. Eso lógicamente va a revertir el flujo económico de la refinería.

—No acceder al íntegro de ese margen de refino le está generando complicaciones a Petroperú, ¿se pedirá un nuevo apoyo al MEF?

—Probablemente, se requiera algún préstamo para poder tener un puente para llegar a cuando tengamos los ingresos normales. La reversión de los ingresos van a venir de acuerdo al funcionamiento de la refinería.

—Bajo estas circunstancias, ¿aún se le asignarán lotes petroleros a Petroperú?

—Es un tema totalmente distinto porque esos lotes están produciendo, es un negocio en marcha que no requiere mayor inversión. Es ilógico que ya terminándose el contrato no aprovechemos de que eso se incorpore al negocio. Esto no es nada ilegal, y estamos totalmente seguros de que sí es viable y que le va a ayudar significativamente ahora en estos momentos para salir más rápido de los compromisos que se tienen.

—¿Reconfirma usted que Petroperú ingresará sin socios a los lotes de Talara?

—En Talara no se necesita. Las inversiones que se requieran se pagarán con la misma producción, porque es un negocio altamente rentable; lo que sí podría es contratar servicios como hacen todas las empresas petroleras, incluyendo las privadas.

Mercado interno tiene la prioridad

—Ante un eventual estrés hídrico, y que esto suponga mayor generación eléctrica a gas, ¿la prioridad la tendrá el mercado interno o la exportación?

—Para nosotros, como es lógico, la prioridad la tiene el consumidor primario. El mercado interno, los hogares. La prioridad siempre va a estar primero en el suministro a las viviendas. Luego de eso ya vendrán las termoeléctricas. Entonces, de hecho la exportación es lo primero que tendría que afectarse, si se dan estas circunstancias (de estrés hídrico), pero eso será en función de los eventos que sucedan. Por ahora eso es lo que visualizamos, dadas las circunstancias, pensando que se viene la sequía.