Extranjeros europeos y su perro conocen el verdadero tesoro del Perú: está en Cusco y no es Machu Picchu

En su paso por Perú, la familia ‘Otras formas de vida’, que tiene su canal de YouTube, en el que comparten sus experiencias de viaje en diferentes países de América del Sur, está conformada por Mónica, José, Txiki y Nacho. ¿Sabes quiénes son? ¡Aquí te contamos! Mónica es una española que ama la naturaleza, los animales y los deportes de aventura, y José es un portugués apasionado por la música y por descubrir los rincones del mundo; ellos son padres de los dos pequeños de cuatro patas: Txiki, un gato de casi cuatro años, color negro y con ataques de amor, y Nacho, un perro aventurero que ha pisado los nevados más altos del Perú.

Desde octubre de 2022, esta familia petlover decidió recorrer todo Sudamérica; en este sentido, tuvo que adaptar su furgoneta, llamada Croqueta, en un espacio para poder convivir durante toda su aventura. En su parada a Cusco, visitaron la ciudad, la Montaña de Siete Colores y más; sin embargo, fueron más allá y se adentraron a lugares de esta región que no muchos turistas han llegado. Se sintieron maravillados y afortunados de estar ante esta imponente naturaleza, por lo que estuvieron de acuerdo en denominarla “el verdadero tesoro del Perú”. A continuación, conoce cuál es este monumento.

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El verdadero tesoro del Perú, según ‘Otras formas de vida’

De acuerdo con la familia ‘Otras formas de vida’, un lugar que no es visitado por muchos turistas es el Ausangate o Auzangate, el montañoso nevado más alto del Cusco que se impone con sus 6.384 m s. n. m. Este pico forma parte de la cordillera Vilcanota y es considerado sagrado por las comunidades locales, quienes lo veneran como una deidad protectora. Ausangate no solo deslumbra por su belleza natural y sus paisajes espectaculares, sino que es también un destino para los amantes del trekking y la aventura, ya que ofrece rutas que permiten apreciar su impresionante geografía y la rica biodiversidad de la zona.

Ruta que tomó ‘Otras formas de vida’

El escenario de la carretera desconocida que tomaron de Layo a Pacchanta, pueblo en el que parte la ruta de las siete lagunas que comprende el nevado Ausangate, fue magnífico, pues nunca se imaginaron atravesar montañas tan majestuosas, solitaria de personas, pero llena de caballos, llamas y ovejas.

En compañía de su perro Nacho, que se mostró muy atento y con un espíritu aventurero, iniciaron el trekking de 11 kilómetros que abarca las siete lagunas; no obstante, dos veces se equivocaron de camino. En consecuencia, el recorrido fue más largo, ya que se extendió 7 kilómetros de más.

Esta pareja de europeos, que viaja con sus hijos de cuatro patas, tuvo el privilegio de descubrir cuatro lagunas adicionales, que no pensaron ver. En total, caminaron 18 kilómetros y conocieron 11 lagunas (entre grandes y pequeñas): Anqascocha (4.550 m s. n. m.), Oqecocha (4.620 m s. n. m.), Orqo Uturunku (4.620 m s. n. m.), China Uturunku (4.620 m s. n. m.), Q’omercocha (4.670 m s. n. m.), Yanacocha (4.690 m s. n. m.), Morococha (4.720 m s. n. m.), Sonqococha (4.740 m s. n. m.), Alqacocha (4.750 m s. n. m.), Hatun Pukacocha (4.756 m s. n. m.) y Patacocha (4.860 m s. n. m.).

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Las reacciones de ‘Otras formas de vida’, ante tan majestuoso paisaje

Mónica, agotada, pero agradecida por tan hermoso paisaje que observaba, exclamó: “Este (en referencia a una laguna) es tan bonito que compensa que esté siendo el día más cansado de mi vida. Creo que en mi vida me había cansado tanto haciendo una ruta”.

Por su parte, José se mostraba tan feliz de estar acompañado de llamas y alpacas, y de estar a casi 5.000 m s. n. m. que no imaginó llegar.

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