Suspendieron a dos monitores de Colegio Militar por golpear con palos a Jóvenes cadetes. Madre de menor contó que su hijo sufrió fisuras en el brazo y la mano luego de ser pateado por otros cadetes. Karen Espejo “Un monitor pateó a mi hijo en el brazo hace seis meses porque no dejó que le quitaran sus cosas. El golpe fue tan fuerte que le causó una fractura y estuvo enyesado por veinte días. Al poco tiempo, un cadete también lo pateó y le fisuró la mano”. Estas son las breves declaraciones que recogimos de una madre de familia (quien prefirió mantener su nombre en reserva) del Colegio Militar Leoncio Prado, escuela de instrucción militar, conocido antiguamente por los populares “bautizos de bienvenida” a costa de golpes contra los alumnos más jóvenes de la institución. Alumnos sancionados Según el director del colegio, coronel José Qwistgaard Suárez, toda clase de maltrato y abuso de autoridad contra un cadete de año inferior está terminantemente prohibido. Sin embargo, reveló que en las últimas dos semanas se ha tenido que suspender temporalmente a dos alumnos por cometer este tipo de faltas graves. Se trata de los adolescentes de 16 años H.A.V.C. y J.L.S. ambos cadetes de quinto de secundaria que cumplían labores de “monitor”. Es decir, fueron seleccionados por sus buenas calificaciones, conducta y perfil psicológico, para supervisar la disciplina de los alumnos de tercer año. Según Qwistgaard, los dos jóvenes usaron palos para volcar su “desesperación” contra los grupos de 13 chicos y de 3 que tenían a su cargo, respectivamente. “Ellos dijeron que los alumnos no hacían caso a sus órdenes y, para hacerse respetar, los golpearon”, detalló. El coronel señaló además que los agresores no asumirán más el cargo de “monitor” y que serán mantenidos en observación. “Una falta más y se van”, aseguró, antes de precisar que ninguno de ellos fue expulsado definitivamente de la institución. Y es que aunque la cartilla elaborada por la institución especifica que esta falta merece la baja del cadete, el director del colegio precisó que sus buenos antecedentes de disciplina y puntaje académico mitigaron sus castigos. La Defensoría del Pueblo del Callao acogió también el caso de un alumno agredido en el 2008, cuyos padres denunciaron la poca información que brindaba el Colegio Militar Leoncio Prado. El tema fue investigado y los responsables sancionados. Pero los excesos entre cadetes de la institución parecen no ser cosa del pasado. Habría más casos La denuncia de maltratos dos monitores no es la única. Otros padres comentaron a La República que hay casos de maltrato de cadetes, en años anteriores. Mencionaron que nadie se atreve a denunciarlos por miedo a represalias contra sus hijos. El libro clásico sobre los maltratos al interior del Colegio Militar Leoncio Prado es el de Mario Vargas Llosa: La ciudad y los perros. También en su libro de memorias El pez en el agua, el escritor recuerda lo que vivió al interior de esa casa de estudios y lo que significó en su vida