Sociedad

Lima cerrará el 2023 con más de 420 crímenes por sicariato

Plan Boluarte no sirvió. Estos asesinatos han aumentado en un 12.26% en comparación con el 2022, según estadísticas de la PNP. SJL lidera lista mortal pese al estado de emergencia.


Imparable. Sicarios actúan a cualquier hora del día. Este año se ya han cometido casi 420 homicidios por encargo, según la Dirección de Investigación Criminal. Foto: difusión
Imparable. Sicarios actúan a cualquier hora del día. Este año se ya han cometido casi 420 homicidios por encargo, según la Dirección de Investigación Criminal. Foto: difusión

La madrugada del pasado domingo, los hermanos Juan y Braulio Santos Verástegui fueron asesinados a tiros en una cevichería del fundo Pariachi, en Ate. Así, de esa manera tan repudiable, se convirtieron en las últimas víctimas de la violencia registrada en Lima Metropolitana que vive un año negro: de enero al 15 de diciembre, 412 personas murieron atacadas por sicarios que actúan a plena luz del día. Bajo esa tendencia, el 2023 podría cerrar con más de 420 crímenes por encargo, según recientes cifras de la PNP.

Este número total es mayor que los 367 asesinatos por sicariato que se reportaron en el 2022, lo que representa un incremento del 12.26% en tan solo un año.

“La mayoría de los homicidios en Lima se cometen con armas de fuego y en casi todos se usan armas ilegales. Este es un indicador importante del peso que tienen los asesinatos instrumentales (por encargo) ”, explicó el excoronel PNP Jorge Mejía.

Imparable. Sicarios actúan a cualquier hora del día. Este año se ya han cometido casi 420 homicidios por encargo, según la Dirección de Investigación Criminal. Foto: difusión

Imparable. Sicarios actúan a cualquier hora del día. Este año se ya han cometido casi 420 homicidios por encargo, según la Dirección de Investigación Criminal. Foto: difusión

Son muchos los que hoy, dos meses después del asesinato de dos serenos en San Juan de Lurigancho (SJL), creen que este crimen permanece no solo en la impunidad, sino también en el misterio. La noche del 21 de octubre, los agentes municipales Jairo Urbina Ulloa, Yuri José Lapa Torres y el civil Richard Ríos López fueron acribillados en el parque El Periodista.

Ocurrió en pleno estado de emergencia decretado en ese y otros distritos de Lima y Sullana (Piura) para enfrentar la inseguridad. “Él quería ser policía. Era un hombre muy dedicado a su labor y tenía un compromiso para combatir la delincuencia”, señaló una tía de Yuri.

Solo en SJL ha habido 90 crímenes por encargo, según cifras de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la PNP. Le siguen Ate (50), San Juan de Miraflores (38), San Martín de Porres (35), Pachacámac (30), Villa María del Triunfo (25) y Puente Piedra (23). Pero hay más.

De acuerdo con las fuentes de la Dirincri, en otros nueve distritos de la ciudad también se cometieron crímenes a manos de sicarios. Estos son Carabayllo (22), Villa El Salvador (21), Santa Anita (18), Cercado de Lima (16), Los olivos (15), Surco (8), San Miguel (7), La Victoria (7) y Chorrillos (7). La tendencia no ha cambiado y tiende a agudizarse.

Control territorial

Para el coronel Víctor Revoredo, jefe de la División de Homicidios de la Policía, la mayoría de las muertes por encargo corresponden al accionar de las bandas criminales y su pugna por el control territorial; así como por las rentas ilegales (cupos) asociadas al narcotráfico, la extorsión, la trata de personas y la explotación sexual. “Hay disputas porque llegaron nuevas organizaciones, como el ‘Tren de Aragua’ y sus facciones, que están buscando zonas”, dijo.

Según el INPE, de los 93.985 presos que hay en las cárceles del Perú, 3.184 están por homicidio calificado (asesinato).

“El estado de emergencia no ha funcionado”

Exministros del Interior, como Rubén Vargas, manifiestan que las autoridades deben concentrar su accionar no solo en los distritos declarados en emergencia.

“El desconcierto que tienen los alcaldes es el mismo que tienen dentro del Gobierno. Si hacemos memoria, el estado de emergencia es un recurso al que han recurrido todas las administraciones que no supieron enfrentar la inseguridad. Y es que esta medida se convierte en un tiro al aire si es que no está en el marco de una estrategia mayor, y peor aún si no se tienen los objetivos claros”, dice el experto en crimen organizado.