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Sociedad

La mafia albanesa del narcotráfico se instala en Trujillo

Conexión oculta. Ante la guerra entre bandas mexicanas y colombianas por el mercado ecuatoriano, los albaneses se han desplazado al Perú. El seguimiento a dos narcos de Albania evitó el envío de 2,2 toneladas de cocaína líquida oculta en cargamento de espárragos con destino a Holanda.

El dato. Los albaneses Meta Gentjan y Malo Franc son captados por las cámaras de vigilancia de la Divinesp en Trujillo durante la Operación Bitcoin. Foto: composición/difusión
El dato. Los albaneses Meta Gentjan y Malo Franc son captados por las cámaras de vigilancia de la Divinesp en Trujillo durante la Operación Bitcoin. Foto: composición/difusión

Las alarmas de la policía antidrogas se encendieron cuando los ciudadanos albaneses Malo Franc y Meta Gentjan ingresaron ilegalmente al Perú por Huaquillas, en la frontera con Ecuador, en noviembre del 2021. Al momento de verificar los antecedentes de Franc y Gentjan, la inteligencia antinarcóticos detectó que contaban con registros por narcotráfico en su país, Albania. Así que la policía les inició un seguimiento y vigilancia, que concluyó con un operativo que se cumplió el viernes 10 y el sábado 11 de junio en Trujillo y el Callao. Franc y Gentjan habían llegado al país para instalarse en Trujillo y exportar 2,2 toneladas de cocaína líquida camuflada en un embarque de espárrago enlatado, que se pretendía despachar en un contenedor naviero con destino a Róterdam, Holanda.

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La presencia de los narcotraficantes albaneses en Ecuador y Colombia se ha fortalecido en la última década. Estas organizaciones aprovechan las exportaciones de frutas y otros productos agrícolas a Europa, para infiltrar cocaína en enormes cantidades.

Sin embargo, recientes episodios de violencia entre organizaciones criminales albanesas con otras colombianas y mexicanas en territorio ecuatoriano han estimulado a los primeros a explorar el territorio peruano, porque la producción de cocaína en el país se ha incrementado y existe una mayor oferta.

Precisamente, el sábado 22 de enero de este año, fue ejecutado por sicarios en un restorán guayaquileño el albanés Ergys Dashi, considerado como cabecilla del narcotráfico en el vecino del norte. La llegada de Malo Franc y Meta Gentjan a Trujillo está relacionada con el interés de los albaneses de encontrar un ambiente menos complicado que el ecuatoriano para exportar cocaína a Europa.

El operativo contra la mafia albanesa estuvo a cargo de la a División de Investigaciones Especiales (Divinesp) de la Dirección Antidrogas (Dirandro), a cargo del coronel PNP César Echevarría Cabrejos.

La pista correcta

Los agentes siguieron todo el proceso de acopio y acondicionamiento de la droga, incluso dejaron que el contenedor de la droga llegara hasta las puertas del muelle de DP World en el Callao, donde finalmente intervinieron la cocaína que se encontraba en estado líquido, oculta en 16 toneladas de latas de espárragos.

La pantalla de la agroexportación estuvo a cargo del empresario trujillano Ismael Jiménez Manrique, quien constituyó la empresa Fresh Trade SAC con un capital de 200.000 soles. Jiménez fue el responsable de toda la tramitación para darle legalidad al despacho de espárragos enlatados.

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Jiménez fundó la empresa el 22 de setiembre del 2018, pero el 17 de abril de este año, cuando los albaneses se encontraban en Trujillo, renunció a la gerencia general y designó en su lugar a su vigilante, Luis Ramos Peláez.

La Divinesp denominó el caso Operativo Bitcoin, debido a que la mafia albanesa pretendía usar como medio de pago el sistema de la criptomoneda, para evitar el rastreo del dinero.

Luego de burlar los controles fronterizos, Franc y Gentjan se dirigieron al lujoso Hotel Trujillo, ubicado en la urbanización El Golf. Allí se identificaron como Malo Franc y Meta Gentjan con las cédulas RR9006443 y 965567241, respectivamente. Todo indica que llegaron con un agenda arreglada de antemano.

Ni bien se asentaron en Trujillo, los albaneses contactaron con Ronny Silva León, de 35 años, un empresario que domina el teje y maneje de las agroexportaciones de productos alimenticios. De acuerdo con fuentes policiales antidrogas, Silva hacía un tiempo se encontraba bajo vigilancia porque se sospechaba que trabajaba para las organizaciones criminales del narcotráfico.

Luis Ramos daba seguridad a uno de los negocios de la familia de Samuel Jiménez, que fue captado con la promesa de un pago de 2.800 soles mensuales, ante las continuas exigencias de un aumento de salario.

“Tanto que pides aumento y te quejas de que el dinero no te alcanza, ahora vas a ganar como gerente. El trabajo es fácil y solo vas a encargarte de firmar documentos”, le dijo Ismael Jiménez a Luis Ramos.

La exportadora de papel

A pocos días de asumir la gerencia, Luis Ramos compró a nombre de Fresh Trade un total de 16.000 latas de espárragos a la empresa Agroindustria Josymar, una compañía dedicada por más de dos décadas a la elaboración de conservas de alcachofa, pimiento y poro.

La carga estaba distribuida en 16 parihuelas de madera y cada una de ellas contenía un aproximado de 1.000 latas de espárragos. Todo fue almacenado temporalmente en un depósito alquilado por la mafia en la avenida Mansiche 1796, en Trujillo.

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Ismael Jiménez y Ronny Silva supervisaban minuciosamente el trabajo de acondicionamiento de la droga líquida en las latas de espárragos. Las conservas llevaban el logotipo de Fresh Trade-Espárragos Finos.

Reportes de escuchas telefónicas judicializadas, obtenidas por el sistema de Constelación administrada por la Dirandro, dieron a conocer que dos meses antes de la intervención policial al cargamento, los albaneses y los trujillanos coordinaban los lugares de almacenamiento de la droga y toda la logística que iban a emplear para trasladarla hasta el puerto del Callao.

La policía antinarcóticos determinó que la droga llegaba a Trujillo en forma de pasta básica desde las zonas de producción del Alto Huallaga. En la ciudad norteña acondicionaron un laboratorio donde la transformaban en cocaína líquida.

De acuerdo con las conversaciones telefónicas intervenidas, los albaneses habían dado un plazo a los traficantes trujillanos para sacar el cargamento de la droga en junio de este año.

“Estamos contra el tiempo, tengo que sacarla de una vez. Me están presionando. Los espárragos no pueden esperar más”, le decía Ronny Silva a su socio Ismael Jiménez.

Y así fue. El jueves 9 de junio, el tráiler conducido por Luis Vásquez Colquier partió de la ciudad de Trujillo con dirección al puerto del Callao, sin imaginar que los agentes antidrogas le marcaban el paso. Iba acompañado de Luis Ramos Peláez, el gerente de la empresa Fresh Trade.

La Divinesp pudo detener a 7 peruanos. Ismael Jiménez y sus cómplices albaneses Malo Franc y Meta Gentjan fugaron. Para la policía antidrogas, la mafia albanesa volverá a intentar exportar droga.

Kilo de droga en Europa llega a los 100.000 dólares

“Esta mafia liderada por albaneses tenía como centro de operaciones la ciudad de Trujillo, donde facilitaron toda la logística para sacar la droga por el puerto del Callao. Su lugar de destino eran los puertos de Europa, mayormente Róterdam, en Holanda, y Amberes, en Bélgica”, explicó el jefe interino de la Dirandro, coronel PNP César Echevarría Cabrejos.

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Informó que la droga en la zona de producción tiene un valor de entre 1.500 y 2.000 dólares por kilo. Y si es trasladada hasta Lima, o en el puerto del Callao, su valor se triplica.

“El precio de la droga en el continente europeo o en los Países Bajos puede llegar a costar 100.000 dólares el kilo”, precisó el jefe interino de la Dirandro.

La autoridad policial confirmó que la Operación Bitcoin demuestra que las organizaciones criminales albanesas han comenzado a desarrollar actividades del narcotráfico en mayor escala.

Según el Proyecto Periodístico sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP, por sus siglas en inglés), la mafia albanesa de la droga es una de las más poderosas y temidas en Europa.

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Cursó estudios en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajó en los diarios La Voz, El Nacional y El Popular. Integrante de la Unidad de Investigación del diario La República. Es una de las ganadoras del “Gran Premio Nacional de Periodismo” 2014, organizado por el Instituto de Prensa y Sociedad y la Pontificia Universidad Católica del Perú.