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Sociedad

Las divisiones urbanas de Lima que reflejan y perpetúan la desigualdad en la sociedad

La división clasista de Lima Metropolitana tiene un origen histórico que se arrastra hasta el presente, lo cual tiene como resultado el normalizar la distribución desigual de la riqueza.

Lima. (Foto: Composición La República/ Flavio Matos y Carlos Contreras)
Lima. (Foto: Composición La República/ Flavio Matos y Carlos Contreras)

Durante los últimos meses, cada vez más personas optan por utilizar el servicio de delivery. Pero lo que recientemente llamó la atención de los usuarios en redes sociales es la zonificación urbana entre lo que los negocios denominan Lima ’moderna’ y ’los alrededores’ o Lima ’rural’.

“Estas divisiones son sumamente clasistas”, declara a La República la urbanista e investigadora principal de Urbes Lab, Diana Torres. Para explicar esta división discriminatoria, la experta afirma que debemos retroceder varios siglos atrás en la historia del Perú.

Divisiones urbanas de Lima. (Foto: Captura Instagram)

Divisiones urbanas de Lima. (Foto: Captura Instagram)

¿De dónde nace la división urbana de Lima?

La agrupación de Lima tiene su origen en cómo esta ha crecido desde el punto de vista urbano. Si se ve el plano de Lima desde cuando se fundó, esta era conformada, inicialmente, solo del Centro Histórico amurallado.

“Desde que llegaron los españoles y fundaron la ciudad de Lima, siempre fueron los unos y los otros”, señala la especialista, quien afirma que el origen clasista de nuestra sociedad nace desde estos tiempo.

Distribución de Lima en sus orígenes

Habitantes de Lima amuralladaHabitantes de Lima fuera de las murallas
Dentro de las murallas de Lima se encontraban las personas que tenían altos cargos dentro de la ciudad y que tenían cargos en los espacios que representaban el poder, como el cabildo (poder político) o la catedral u congregaciones religiosas (poder religioso). Estos solían ser españoles.Quienes vivían en los alrededores eran la población indígena y afroperuana, quienes trabajaban para las familias que concentraban el poder. Solían ocupar la zona del Cercado de Lima que actualmente se conoce como Barrios Altos.

Esta división que explica Torres determina que la segregación social existe desde el momento en que se creó la ciudad de Lima, la cual no se eliminó con el crecimiento de esta, sino que se fue reproduciendo hasta llegar a nuestros días.

“Es a fines del siglo XIX, cuando se rompen las murallas y Lima empieza a expandirse, se crea el primer triángulo fundacional”, afirma Torres, el cual estaba conformado por el Centro Histórico, La Punta y el balneario Chorrillos-Miraflores. “Este triángulo vendría a ser lo que las ciencias sociales denominaron como Lima central”.

Al eliminarse las murallas, “los ricos salen del centro y se van a formar su propia ciudad al sur, mientras algunos se quedan en La Punta por el puerto”.

Cuando ya empieza el proceso de expansión urbana de Lima no planificada, entre las décadas de 1940 y 1960, la experta cuenta que comienza el crecimiento de lo que se denominan como “barreadas”, las cuales empiezan a ubicarse al este del centro, hacia lo que ahora es San Juan de Lurigancho; y hacia el norte, como San Martín de Porres y Comas.

Manuel Dammert, sociólogo especialista en desigualdad social y estudios urbanos, cuenta a este diario que, a la par del crecimiento de la ciudad, nació la necesidad de definirla, describirla y nombrarla.

El marketing y la zonificación de Lima

No hay una zonificación oficial de la capital que la distinga como Lima norte, sur, centro, este u oeste. “Estas divisiones provienen de dos vertientes: las ciencias sociales y el marketing”, ya que, actualmente, el territorio de la ciudad se organiza oficialmente con los códigos postales implementados por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).

Las ciencias sociales designaron estos nombres por la practicidad para el desarrollo de las investigaciones. En efecto, según Diana Torres, el primero en estipular el concepto de ’cono’ es el arquitecto Diego Robles, pero no en un sentido despectivo como el que se le atribuye en la actualidad.

“Si tu ves Lima, el primer cono fundacional es eso que geométricamente se ve como un triángulo, pero también se puede ver como un cono en 3D. Si miramos desde el centro de Lima y vemos cómo se expandió hacia el norte, tiene una forma de cono. Lo mismo para el este o hacia la parte sur”, relata.

Sin embargo, esta terminología empieza a cambiar y se introduce la idea de que hay más de una Lima. “Aparece por elementos de planificación, pero también por un actor muy importante como el mercadeo y estudios de marketing”, determina el sociólogo y con lo cual concuerda la especialista.

Crecimiento económico

DISTRITO SAN ISIDRO PANORAMICA DEL CENTRO FINANCIERO

Ella indica que estas divisiones determinadas en base a cómo viven las personas en ciertas áreas según los estudios de marketing “tiene un sesgo muy clasista”. “Ellos entienden que este triángulo fundacional es la ’Lima moderna’ o la ’Lima top’, donde (...) viven generalmente las personas de mayor nivel socioeconómico”.

“Esta segmentación del mercado se ha impuesto como si fuera una definición urbana, de gestión y político-administrativa”, ya que se ha terminado de imponer esta idea que proviene del mercado como si fuera una segmentación del territorio, según Dammert.

Esto conlleva un problema, porque creó una idea de planificación urbana acompañada de una determinada mentalidad de cómo comprendemos la capital. “Lo que esconde esta división entre múltiples Limas es una desigualdad entre las partes de la ciudad, entre las zonas donde se concentra cierto tipo de riqueza y la inversión pública y privada ”, destaca.

¿Por qué son nocivas estas divisiones urbanas?

Lo que esconde el uso de esta terminología es la legitimación de la desigualdad. “Cuando aceptamos que hay múltiples Limas, no estamos discutiendo que hay un problema de la distribución desigual de recursos entre estas”, asegura el experto, lo que lleva a continuar invisibilizando este problema.

La urbanista advierte que, quienes viven en estas zonas denominadas ’modernas’, “creen que eso es Lima porque no conocen, o no quieren conocer más”.

“Entonces, los otros, eso que esta mas allá de lo que mi vista quiere ver, no son como yo, no somos iguales”, apunta, señalando que ello se evidencia aún más con la pandemia del nuevo coronavirus, ya que salió a flote la “falta de empatía” de las personas para entender otras realidades. “Los que no están dentro de la burbuja donde yo vivo con mis privilegios, entonces ni siquiera son ciudad”.

Debido a las distancias, es comprensible que los montos varíen de acuerdo a la cantidad de kilómetros que implica realizar el delivery. Sin embargo, Torres explica que no hay necesidad de clasificar Lima, sino que se puede tomar el punto de referencia del negocio para determinar los precios en función al gasto de la gasolina.

Los códigos postales de Lima y Callao varían según la ubicación y extensión de cada distrito. (Foto: Google)

Los códigos postales de Lima y Callao varían según la ubicación y extensión de cada distrito. (Foto: Google)

No obstante, la especialista recalca que incluso desde el mismo Estado se continúa perpetuando esta discriminación, pues desde el mismo MTC se plantean ciudades con ideas que vienen del mundo anglosajón y europeo. “Ese querer parecernos a Barcelona con la construcción de grandes alamedas (...), o Ámsterdam con las ciclovías, pero estas políticas públicas están pensadas para una ciudad plana, que representa alrededor del 40% de Lima”.

Además, cuestiona el por qué para construir ciclovías solo se piensa en un ciclista, mas no en los panaderos o recicladores que utilizan triciclos para movilizarse. A ello suma que organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Mundial, apoyan estas intervenciones sin una perspectiva de clase. ”El urbanismo tiene que transformar las desigualdades estructurales (...) y para eso tenemos que conocer la realidad”.

Estas categorías, finalmente, continúan perpetuando las distancias sociales entre los habitantes y manteniendo el status quo: que el presupuesto per cápita de ’Lima moderna’ sea hasta seis veces más que el de los demás distritos; y que la inversión pública y la vigilancia en estas zonas ’top’ también sea mayor, de acuerdo a Dammert.

Dichos distritos no son la regla, sino más bien la excepción en la capital. ¿Qué se está haciendo para reducir estas desigualdades y construir así una ciudad más justa?

Editora de género en Grupo La República y periodista de datos e investigación. Bachiller en Comunicación y Periodismo por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y diplomada en Estudios de Género y Feminismos por la Universidad de Buenos Aires.