Sexualidad

“No es no”: ¿qué es el consentimiento y qué preguntas debes hacer antes del encuentro sexual?

¿Sabías que quitarte el condón sin avisar es considerado una violación sexual? Conoce los principios del consentimiento y del respeto a tu pareja en su vida sexual.

El consentimiento es fundamental en todo acto sexual. Foto: Canva
El consentimiento es fundamental en todo acto sexual. Foto: Canva

El sexo es una de las experiencias más excitantes, reconfortantes y hasta lindas, siempre y cuando se haga con consentimiento. No tenerlo de forma expresa puede volver ese momento en uno de los más aterradores y violentos de la vida de alguien, y hasta puede generarle secuelas psicológicas.

Para conocer más del consentimiento sexual y de todo lo que implica, el experto en educación sexual integral de Innpares, Diego Portillo, y los psicosexólogos Christian Martínez y Pierina Vergara nos dan su opinión especializada.

¿Qué es el consentimiento?

El consentimiento es el acuerdo mutuo que hay entre dos o más personas para que se realice cualquier tipo de práctica o acto vinculado a temas sexuales.

“Ambas partes, en una relación, deben estar de acuerdo con lo que van a hacer para realizar una actividad sexual determinada, porque no siempre se va a estar de acuerdo en el momento, espacio, forma, en el trato que se da o experimentar nuevas acciones. Siempre tiene que haber un diálogo previo. El consentimiento es importante porque le permite a la gente saber que tiene opciones y que puedes decir ‘no’”, señala Diego Portillo.

¿Qué caracteriza al consentimiento?

El especialista de Innpares y los psicosexólogos Christian Martínez y Pierina Vergara expresaron que se deben tener en cuenta los siguientes principios y valores en el consentimiento:

  • Respeto: La opinión del otro y los deseos del otro pueden ser diferentes a los de uno mismo.
  • Tolerancia: Considerar y aceptar los pensamientos diferentes.
  • Aceptación: Si en algún momento se manifiesta que no se está de acuerdo con determinada actividad sexual, esta debe ser aceptada.
  • Trato adecuado: Cuando no se acepta, no debe generarse mecanismos de manipulación verbal para llevar el acto que en un inicio no se quería.
  • Confianza: Generar confianza en la relación —sea en una abierta o no— para expresar lo que gusta o no sin miedos.
  • Libertad: No puede ocurrir en momentos en los que la persona sea chantajeada, presionada, o cuando la persona se sienta en situaciones de amenazas. Incluso, porque estés en una relación, no tienes ‘deberes sexuales’.
  • Conciencia: Ambas partes sabrán lo que van a hacer y sobre todo que estarán haciéndolo porque los dos lo desean y con la información correcta de lo que se va a hacer.
  • Expreso: El consentimiento debe ser expresado de manera verbal por ambos.
  • Respuesta positiva: Si no es verbal, debe ser expresado de manera positiva mediante gestos (por ejemplo, movimiento de cabeza), en los que quede claro que ambas partes tienen la intención de realizarlo.
  • Lucidez: Debe ocurrir en un momento de plena lucidez (no con alcohol, drogas o alguna otra sustancia que provoque la pérdida de consciencia).
  • Reversible: Se puede cambiar de parecer sobre lo que desean hacer en cualquier momento, incluso si ya hubo consentimiento antes.
  • Preguntarse siempre: Debe ocurrir en todo momento, así sean parejas de muchos años o casados, inclusive en momentos de abrazar o besar.

“Por ejemplo, un hombre y una mujer están bailando en una fiesta y él decide besarla (no son pareja). Ese hombre puede asumir que le estaban coqueteando, y ahí no hubo consentimiento. Algunas personas pueden pensar que suena aburrido decir: ‘Oye, te puedo besar’; pero es que así debería ser. Lo que pasa es que hemos crecido en una sociedad machista donde se asume que el hombre tiene el dominio de la mujer. Eso hay que cambiarlo”, señala Martínez.

¿Qué preguntas previas se deben hacer a un encuentro sexual?

Para asegurarnos de que exista consentimiento en toda práctica sexual, primero hay que hacer una serie de preguntas. Martínez recomienda tener desde un inicio la cosas claras y hacer la pregunta básica: “¿Qué tipo de relación somos?”

“Es de exclusividad o de no exclusividad. Se asume que las relaciones son exclusivas, pero no. Tenemos que hablarlo. Lo que no se habla no existe”, dice el sexólogo.

Además, la psicosexóloga Vergara agrega que se debe también tener responsabilidad afectiva para expresar claramente qué se quiere en esa relación sexoafectiva que se está pactando, es decir, los intereses.

Luego de tener en claro ello, se debe preguntar cómo se van a proteger o cuidar, en dónde ocurrirá el acto, bajo qué tipo de prácticas (anal, vaginal o bucal), las posiciones y hasta dónde se quiere llegar.

Todo ello se tiene que acordar antes, no estando previo al encuentro, sino en un momento previo. Asimismo, Portillo agrega que “no preguntar puede generar situaciones de estrés, ya que cada persona reacciona distinto a estos momentos”.

¿Cuáles son los actos sin consentimiento que se consideran como violencia?

El sexólogo Martínez enfatiza que hay que tener presente que, para que una práctica sexual sea considerada adecuada, debe tener consentimiento entre ambos, no causar daño físico ni emocional y ser algo sintónico acorde a la cultura y creencias de cada uno.

Si no se tienen en cuenta esos principios y menos el consentimiento, se está sometiendo a la pareja a una relación de violencia. Por ello, los expertos señalan que los actos más comunes que se realizan sin consentimiento son los siguientes:

  • No usar el condón a pesar de que la persona se lo pide.
  • Quitarse el condón sin avisar durante el acto sexual. Si se acordó utilizarlo en un principio, deben hacerlo con este.
  • Penetrar por el ano, boca, vagina con el pene o un juguete sexual sin preguntar antes.
  • Eyacular en la cavidad vaginal sin avisar.
  • Tener relaciones sexuales con alguien que está ebria o sumamente dormida, ya que se estaría vulnerando en un momento en el que no se puede conceder o se está indefenso.
  • Relaciones sexuales con un menor aun cuando haya consentimiento.
  • Tener relaciones sabiendo que quizá se podría poseer alguna enfermedad de transmisión sexual.
  • Masturbarse en frente de la persona sin preguntarle antes.
  • Invitar a una persona más a un encuentro sexual sin avisar a la otra.
  • Si es que se tiene un sexchat, tampoco se debe enviar una foto si no se expresó que se quiere ver.

¿Qué es violación sexual y qué es una agresión sexual?

Como se mencionó, todo acto sexual que no sea consensuado se considera como violencia de género. En específico, se puede expresar como una violación o agresión sexual. Incluso puede haber una violación sexual con agresión. Esto va a depender en cómo la persona perpetra el acto.

“Cuando hablamos de agresión, el factor de consentimiento es irrelevante. Se usa la intimidación y la violencia para lograr algo. Por ejemplo, si yo quiero tener relaciones contigo y veo negativa, pero a pesar de eso te pongo en el piso y te bajo el pantalón y te penetro”, menciona Portillo.

Ahora, no todos los actos de violación tienen agresión. Hay casos en donde se presiona a la persona, se le lleva a un círculo de violencia y no necesariamente se aplica la fuerza para violarla.

Cabe resaltar que la violación sexual está tipificada como delito en el artículo 170 del Código Penal, en el que se señala que, “con violencia o grave amenaza, obligar a una persona a tener acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realizar otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años”.

Finalmente, sexólogos advirtieron que una persona víctima de violación puede sufrir diferentes secuelas psicológicas, como trastornos del ánimo (depresión, ansiedad, etc.). Incluso pueden tomar medidas contra sí mismas, como el suicidio.

“La persona que se aprovechó crea una situación de desconfianza muy grande. Por eso hay que tener en cuenta que el riesgo psicológico es muy grande, porque la persona en quien yo confío me ha traicionado, y eso es muy duro de poder remediar”, concluye Martínez.