En modo delirium tremens

El extremismo enloquecido de Antauro Humala no se detiene y a nadie debiera sorprender que llegue al delirium tremens cuando se instale el congreso, lo cual perjudicará a algunas agrupaciones en el 2021, pero también ayudará a otras en esa elección.

Que Antauro está furiosamente radical se refleja en el cuestionario que respondió ayer a La República, pero eso no debiera sorprender a nadie, pues lo repite desde hace tiempo.

Este espacio lo sigue con curiosidad más que con entusiasmo desde hace tiempo, y en abril 2018 escribió la columna ‘El otro Humala: Antauro 2021’, en base a la amplia cobertura que le da el diario La Razón, con notas ‘positivas’ en las que él anunciaba sus propuestas, y otras con opiniones críticas a las mismas, pero siempre con el jefe del ‘Andahuaylazo’ como protagonista.

Todo lo cual lo reitera en estos días en los que se presenta como “preso político y secuestrado por el Estado fujiconstitucional lavajatista”, con iniciativas que serán más furiosas aún cuando sean lanzadas en el hemiciclo por ‘sus’ congresistas, a quienes les recordó ayer en La República que “el triunfo de UPP se debe a mi imagen”, algo en lo que no le falta razón.

Tanto como que Antauro también jugó un papel clave en las candidaturas de su hermano Ollanta en 2006 y 2011, poniendo para ello una logística y reservistas cuyo financiamiento podría acercarse mucho a la ilegalidad y el crimen que hay en muchas partes del país. En una visita que hice hace unos años al penal de Castro Castro, un preso por el Andahuaylazo me contó lo que hicieron por esa candidatura.

Antauro Humala no saldrá de la cárcel para la elección 2021, pero será un protagonista de la misma, apuntando al sector minoritario pero radical que sin duda existe en el país, y que es seducido por slogans como ‘fusilamientos express para los presidelincuentes’.

A quien Antauro le hará daño es a la izquierda que, lamentablemente, no se posiciona, hasta el momento, como una alternativa responsable y viable de gobierno, pues sacará votos de ahí.

Pero Antauro va a beneficiar a quienes, al oír sus iniciativas afiebradas, busquen alternativas responsables que eviten el delirium tremens con que el etnocacerista amenaza.