Una revolución precaria, por José Ragas

"El argumento que recorre el volumen apunta a descifrar por qué una organización tan precaria como Sendero pudo extenderse tanto en el tiempo".

Para ser uno de los conflictos más violentos por los que ha atravesado el país, llama la atención que este haya reposado en elementos tan básicos (y no por ello menos brutales) como piedras, machetes, fusiles de madera, financiamiento casi inexistente y una forma de ver el mundo que lo dividía entre seguidores y enemigos que debían ser eliminados. Cuatro décadas después, aún seguimos buscando respuestas a las motivaciones que dieron inicio al Conflicto Armado Interno, con secuelas que arrastramos hasta hoy en día.

Una revolución precaria. Sendero Luminoso y la guerra en el Perú, 1980-1992 ha sido editado por los antropólogos e historiadores ayacuchanos Renzo Aroni y Ponciano del Pino y publicado recientemente por el Instituto de Estudios Peruanos (2023, 314 pp.). El volumen reúne siete ensayos donde se aborda la naturaleza de las condiciones en las cuales tuvo lugar la violencia política que asoló al país por más de una década y que tuvo como principal responsable a la organización terrorista liderada por Abimael Guzmán.

Se trata de ensayos que provienen de investigaciones en curso o que han sido presentadas no hace mucho como tesis doctorales. Algunos de los ensayos son versiones revisadas de trabajos previos. En ocasiones, acceder a algunos de estos estudios no siempre había sido fácil, por haber aparecido en publicaciones muy especializadas o en otro idioma. Tenerlos reunidos en español en un solo volumen, bajo un argumento articulador que recorre el libro, es algo que uno siempre agradece (y que no todos los volúmenes y compilaciones logran conseguir). Todos los autores, además, han realizado trabajo de campo en los lugares estudiados, que cubren desde la selva hasta el sur andino y la capital.

El argumento que recorre el volumen apunta a descifrar por qué una organización tan precaria como Sendero pudo extenderse tanto en el tiempo. La precariedad a la que apuntan los autores es no solo ideológica o humana, sino también en cuanto a los recursos que Sendero tuvo a su disposición para embarcarse en un baño de sangre y la logística detrás de esta escalada de violencia. Así, el libro se convierte en un informe forense del senderismo y de su dinámica política y militar desde su surgimiento hasta la captura de Guzmán en 1992. Este enfoque ofrece numerosas ventajas, como el aproximarnos a la violencia política desde lo material, pero sobre todo observar las limitaciones auto-impuestas por Sendero y cómo buscaron sobrellevarlas, principalmente con más violencia.

La precariedad ideológica de Sendero (acaso uno de los temas más estudiados en los últimos 40 años) es reiterada aquí a propósito de la incapacidad de los senderistas para forjar alianzas con otros sectores, a los que veían como sujetos subordinados para llevar a cabo su proyecto totalitario. Esto llevó a diversos castigos y amedrentamientos contra las comunidades que no obedecieran ciegamente sus órdenes, provocando así un rápido quiebre de cualquier apoyo inicial que pudiese haber existido hacia la organización y la búsqueda de nuevas alianzas con los militares y la formación de rondas y patrullas propias. Lucía Luna Victoria muestra precisamente esta tensión por evitar que los senderistas se infiltren en Huaycán y el precio de algunos dirigentes por hacerles frente, como Pascuala Rosado.

De igual modo, los recursos siempre escasearon, como lo señala Sebastián Chávez, incluso para todos los bandos en disputa. Sendero nunca tuvo apoyo extranjero y no pudo acceder a armamento sofisticado, por lo cual debía enfrentar a fuerzas del orden para robar su equipo o incursionar en minas para obtener dinamita con la cual cometer atentados. La precariedad logística se manifiesta también en la dificultad para reclutar nuevos integrantes y expandir o mantener sus bases de apoyo. Algunos eran menores de edad, según explica Charles Walker, al examinar 150 casos en el Juzgado de Menores de Ayacucho. El desbande y los intentos de exsenderistas para retornar a sus comunidades y no seguir luchando luego de la captura de Guzmán es a su vez analizado por Mario Fumerton, Gabriela Zamora y Eve Williams así como el rol de las autodefensas en el proceso de reinserción y restablecimiento del orden social.

La diversidad generacional de los autores es otro de los aportes del volumen, ya que permite combinar aproximaciones distintas a un mismo fenómeno. Ello se traduce, por ejemplo, en los enfoques metodológicos y las fuentes que se emplean, que son los que brindan miradas nuevas a un tema de por sí fundamental. En los últimos años, los investigadores han buscado expandir el conjunto de fuentes, ya no solo con prensa y revistas de época, sino por medio de entrevistas a actores claves, los testimonios recogidos por la CVR, utilizando archivos nuevos y digitales (como la Colección Gorriti, que está en línea) o buscando documentos de las mismas comunidades, como Aroni con las actas del Pacto de Alianza de comunidades; Del Pino con libros de actas del periodo 1984-87; y Zamora y Williams con documentos de los comités de autodefensa del río Apurímac.

El haber formulado un concepto como lo “precario” permite no solo agrupar de manera eficiente y ordenada estudios desde diversas perspectivas, como hemos visto. No obstante, uno de los riesgos a medida que se avanza con la lectura es que lo “precario” termina difuminándose al no incorporar los y las autoras dicho concepto en sus ensayos. Sin embargo, aún con esta observación, el libro y los ensayos se sostienen por sí mismos. Se trata de un texto arriesgado, en momentos como el actual donde el “terruqueo” se ha institucionalizado y donde todo aquello relacionado con la violencia política sufre de hostigamiento. Con todo, los editores y los autores y autoras han logrado armar un texto coherente, novedoso y provocador.

La importancia del libro, a mi entender, es que abre nuevas vías para revisitar este periodo de horror y violencia indiscriminada como lo fue el Conflicto Armado Interno. Una lectura errónea (y tendenciosa) haría pensar que el libro y sus autores buscan subestimar la naturaleza y responsabilidad de Sendero Luminoso, o adjudicar de igual manera un triunfalismo inexistente debido a esta permanente carencia de recursos y elaboración ideológica de los senderistas. Al contrario, la precariedad es una forma de interrogarnos por qué se produjo un movimiento como Sendero Luminoso en el Perú y si el elevado número de muertos fue precisamente a causa de esta precariedad o si pudo haber sido mayor de lo que fue, haciendo más profundo el abismo en que nos encontrábamos.

José Ragas

Pasado vivo

Historiador. Radica en Santiago de Chile, donde enseña en la Universidad Católica de Chile. Es especialista en temas de ciencia y tecnología. Su libro más reciente es Los años de Fujimori (1990-2000), publicado por el IEP.