Por Sandro Mairata | @CINENSAYOLat y @smairata
Busco novia es uno de los peores filmes nacionales del año por muchos motivos, varios de ellos debidos a decisiones en su concepción. El blog original de Renato Cisneros fue un boom de la web del diario El Comercio, lanzado en abril de 2007. La popularidad sería tal que multitudes enteras se peleaban por un autógrafo dondequiera que se presentara el autor. Cisneros, ya conocido por su paso por la radio y la televisión, alcanzó el estrellato en base a sus relatos de romances de treintón solitario, bañados bajo centenares y miles de comentarios con cada nuevo post.
Esta película resulta “una comedia basada en el famoso blog Busco Novia escrito por Renato Cisneros” (cita textual de la web de Tondero) solo en nombre. El guion original fue elaborado por Cisneros y Percy Chávez, pero luego recibió una “asesoría en guion” y además fue intervenido por el director Daniel Vega. Así se construyó el personaje de Renzo Collazos (César Ritter), quien en teoría debería basarse en la versión ficticia de sí mismo que Cisneros creó. Nada de ello. Vega decidió –se lo consulté yo mismo– hacer de Collazos un personaje nuevo sin relación alguna con Cisneros. He ahí que Busco novia pierde hasta la mitad de su fuerza.
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Como el blog, se requería de un personaje carismático, coqueto y empático como el verdadero Cisneros, quien solo modificaba situaciones y nombres para proteger implicados, pero quien exponía mucho de sí. No basta con manosear la figura de Julio Ramón Ribeyro de forma ociosa. Collazos no es un periodista intelectual conflictuado en sus inseguridades amorosas sino un tipo cínico y parasitario de su hogar, desprovisto de carisma y por momentos patanesco. Alrededor de Collazos el guion hace aparecer mujeres unidimensionales conocidas en el cine como Manic Pixie Dream Girls (o MPDG), personajes femeninos de ensueño –la Mariana de Fiorella Pennano– creados por la mente afiebrada de guionistas varones. Así, Mariana aparece hermosa y deseosa de Collazos y supedita de inmediato su mundo personal alrededor de él.
En este Busco novia no hay un estudio real de lo que significó ese blog en su momento, induciendo al espectador nostálgico a error. Entre otras perlas, como la banda sonora exasperante, se presenta una redacción de El Comercio en base a clichés de los ochenta y noventa, con enormes monitores blancos que nadie usaba en 2007. ¿Para qué usar el nombre real del diario así?
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Daniel Vega, quien junto a su hermano Diego nos entregó filmes de interés como Octubre, El mudo y La bronca, hace de Busco novia una comedia que no divierte sino impacienta, con la salvedad de Magdyel Ugaz, quien como siempre es el cable a tierra del personaje central –y tiene su segundo rol como periodista desde Mariposa negra. Al menos.
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