Fotocheck político de junio

César Acuña. Retirar la acusación contra el escritor Christopher Acosta ha sido una rectificación positiva. Era mucha mochila para un aspirante presidencial que ya carga varias. Los recientes cambios en el Congreso (más Castillo, menos Cerrón, fujimorismo más dinámico) lo descolocan un poco, y lo obligarán a repensar su estrategia 2026.

Andrés Alencastre. Los tiempos del fertilizante corren en su contra, pero el nuevo ministro da la impresión de estar mirando las cosas con sensatez. Pero el efecto de conseguir urea del exterior recién se verá en las próximas cosechas, y no hay hoy ministro que dure tanto. Pero fertilizar no es la única tarea agrícola del gobierno. Pero una vez más: todo logro administrativo demora.

María del Carmen Alva. Todo apunta a que no repetirá el cargo, y sin embargo no hay alternativas realmente interesantes. Alva ha presidido el paso del Congreso de la confrontación al Congreso de los amarres, incluso entre fuerzas nominalmente opuestas. Eso, más la crisis moral en AP-Congreso, la ha desgastado en todo sentido.

Pedro Castillo. De pronto se ha vuelto algo más rico en curules. ¿Qué ha ofrecido a sus nuevos congresistas? Está buscando la “verdadera justicia”, y en serio peligro de encontrarla. Con el viaje a Los Ángeles ha pasado a una forma de cinismo premium, como en sus críticas a la corrupción, actividad que lo rodea por todas partes.

Vladimir Cerrón. Tiene toda la traza del perdedor, pero conserva un poco de capital político (que suele ser también capital a secas) en el Ejecutivo. Si se pone demasiado gitano, sus topos serán despedidos del Estado. ¿Pero cómo reemprender el camino de la oposición radical sin atacar al gobierno?

Keiko Fujimori. La bancada de Fuerza Popular se ha puesto más mosca, pero falta saber cuánto tiene que ver eso con ella. Como no abundan líderes en el fujimorismo, Fujimori considera que su primacía partidaria y su candidatura sempiterna están aseguradas. Sin embargo la rodea un tono bajo que pronostica discrepancias internas.

Dimitri Senmache. El ministro del Interior tiene que salir del cargo para que el exministro de Transportes pueda ser detenido. Un nuevo titular con exministro escapado, mejor que el titular que dejó escapar al exministro: esa es la fórmula de Castillo. Dios los cría, y él los chocolatea.