EEUU. Nuevos datos publicados por The Washington Post. Espía rusa Anna Chapman sospechaba haber sido descubierta, revela llamada a su padre, un veterano de la KGB, publica The Washington Post. Washington. Agencias. El 26 de junio, una llamada de la agente rusa Anna Chapman a su padre, un veterano empleado del KGB que ahora trabaja en el Ministerio de Asuntos Exteriores, provocó su detención y la de otros nueve supuestos espías, entre los que figura la periodista peruana Vicky Peláez, en Estados Unidos, según fuentes de la Inteligencia norteamericana, recogidas en el diario The Wasthington Post. En esta llamada, Chapman confesaba que sospechaba que podría haber sido descubierta. Todo comenzó a principios de junio, cuando se había intentado detener a cuatro parejas que habían estado bajo vigilancia, además de a Chapman y a otro ciudadano ruso ilegal, Mikhail Semenko, que apenas llevaba unos meses en territorio estadounidense. Parte del plan para atrapar a Chapman y Semenko consistía en que estos llevaran a cabo actuaciones que pudieran ser utilizadas por el FBI para poder acusarles de espionaje. El agente del FBI que se hizo pasar por ciudadano ruso despertó la preocupación en Anna Chapman por varias razones. En su llamada el 26 de junio, le pidió a esta que fuera a Nueva York desde Connecticut, donde ella estaba pasando el fin de semana. El informador del FBI se identificó como uno de los superiores de Chapman, pero cuando finalmente se encontraron resultó ser otra persona. Las sospechas de Chapman de que algo estaba ocurriendo fueron en aumento cuando ‘Roman’, nombre con el que se presentaba el agente, le encargó algo que iba más allá de cualquier trabajo que antes le hubieran pedido sus jefes rusos: entregar un pasaporte falso a un compatriota suyo, también ilegal en Estados Unidos. Tras esta reunión, Chapman compró un teléfono móvil y dos tarjetas para llamadas internacionales. Después, marcó el teléfono de su padre en Moscú. También llamó a una amiga en Nueva York. Los dos interlocutores le aconsejaron que no cumpliera el encargo. Su padre, antiguo empleado del KGB, le dijo que llevara el pasaporte falso a la policía de Nueva York. Así que, un día después, Chapman acudió a la policía, entregó el pasaporte y contó a los agentes todo lo sucedido. Estos llamaron al FBI, que se desplazó a la comisaría y, tras algunas preguntas, detuvo a Anna Chapman. La llamada de la espía rusa a Moscú tras una reunión con un agente del FBI tuvo lugar un día antes de que su compañero Richard Murphy (otro de los 10 espías detenidos en EEUU) partiera hacia la capital moscovita para reunirse con sus superiores en los Servicios de Inteligencia Rusos. El dato INTERROGADOS. Los dos servicios de inteligencia británicos –el MI5 y el MI6– están interrogando en un lugar secreto a Serguei Skripal e Igor Sutyagin, dos de los espías rusos que han sido objeto de un canje de agentes secretos con EEUU, reveló el diario The Guardian. Detención del espía ruso Mikhail Semenko Por otra parte, Semenko, otro de los espías detenidos, estaba siendo vigilado desde el 5 de junio, día en el que estuvo comiendo en un restaurante, mientras en el aparcamiento del mismo establecimiento estaba estacionado un coche con matrícula rusa. El 26 de junio, Semenko acudió a otra reunión con un agente del FBI que se hacía pasar por miembro del Gobierno ruso. Este convenció a Semenko para que, al día siguiente, llevara la suma de cinco mil dólares al parque de Arlington County, donde el FBI había instalado cámaras de seguridad. Semenko llegó al parque con el sobre del dinero y, poco después, fue detenido. Se confirma que el FBI temía que el Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) alertara a los demás “ilegales” en EEUU y que estos huyeran y buscaran asilo en embajadas rusas fuera de Norteamérica.