La Gran Muralla Verde, el ambicioso proyecto que atraviesa 11 países y busca frenar el avance del desierto del Sahara
Este ambicioso proyecto cubrirá 7.800 kilómetros y tiene como objetivo restaurar 100 millones de hectáreas de tierras degradadas para el año 2030, lo que mejorará la productividad agrícola y la seguridad alimentaria de millones de personas.
La Gran Muralla Verde, un ambicioso proyecto impulsado por la Unión Africana, busca detener el avance del desierto del Sahara a través de la plantación masiva de árboles en la región del Sahel. Desde su lanzamiento en 2007, ha propuesto restaurar millones de hectáreas de tierras degradadas para frenar la desertificación, un fenómeno que afecta a las comunidades locales.
Con una extensión planificada de 7.800 kilómetros y 15 kilómetros de ancho, este megaproyecto pretende ser una barrera ecológica que detenga el crecimiento del desierto y también impulse la productividad agrícola y mejore las condiciones de vida de millones.
La Gran Muralla Verde, el megaproyecto que busca dar vida al desierto del Sahara
La Gran Muralla Verde es una de las iniciativas medioambientales más ambiciosas del mundo. Concebida por la Unión Africana en 2007, este megaproyecto tiene como objetivo principal detener el avance del desierto del Sahara, que ha crecido un 10% en los últimos 100 años y afecta a la región del Sahel. El plan es crear una barrera de árboles que se extenderá a lo largo de 7.800 kilómetros desde Senegal, en África Occidental, hasta Yibuti, en el este del continente.
A día de hoy, solo el 18% de la Gran Muralla Verde ha sido completada, lo que equivale a la restauración de 18 millones de hectáreas de tierras antes desertificadas. La plantación de árboles no solo detiene la expansión del desierto, sino que también revitaliza la productividad agrícola y permite a las comunidades locales mejorar sus medios de vida a través de la producción rural.
¿Cuál será el impacto ambiental y económico de la Gran Muralla Verde?
En el ámbito medioambiental, el megaproyecto de la Gran Muralla Verde tiene como meta restaurar hasta 100 millones de hectáreas de tierras para el año 2030. Esta recuperación contribuirá a frenar el avance del desierto del Sahara y reducirá la desertificación en toda la región del Sahel, que abarca 11 países africanos, desde Senegal hasta Eritrea.
En el ámbito económico, la muralla está diseñada para impulsar el desarrollo local. Al restaurar tierras productivas, las comunidades podrán mejorar la agricultura y aumentar la seguridad alimentaria. Además, se prevé que la iniciativa genere millones de empleos relacionados con la reforestación y la gestión de recursos naturales. Países participantes han recibido compromisos de financiamiento internacional, con una reciente promesa de 13.000 millones de euros anunciada en la cumbre One Planet Summit for Biodiversity.
¿Se logrará frenar la desertificación en el Sahel?
A pesar de los avances, la Gran Muralla Verde enfrenta importantes desafíos. Uno de los principales problemas ha sido la falta de financiamiento adecuado para completar el proyecto. Aunque se ha logrado restaurar una parte considerable de tierras, el progreso ha sido lento. Sin embargo, la promesa de nuevos recursos financieros puede acelerar los trabajos en los próximos años.
El megaproyecto también debe lidiar con las dificultades sociales y políticas de la región. Los países afectados por la desertificación enfrentan inestabilidad política y conflictos, lo que puede retrasar aún más los esfuerzos de reforestación. No obstante, la comunidad internacional sigue comprometida con su visión y el éxito de este ambicioso plan podría convertirse en un ejemplo global de cómo enfrentar los desafíos del cambio climático y la degradación ambiental.