Especialistas critican megacárceles en Ecuador: “No solucionará la inseguridad"

Ecuador enfrenta un capítulo de inseguridad muy marcado en su historia. Solo en 2023, a pocos días de las elecciones presidenciales, uno de los candidatos, Fernando Villavicencio, fue asesinado por sicarios. Este 2024, un grupo de delincuentes tomaron el canal TC Televisión en plena transmisión en vivo, lo cual impulsó al presidente Daniel Noboa a decretar un estado de excepción. Luego de dos semanas, otros sicarios mataron al fiscal César Suárez, quien investigaba ese caso.

En un intento por combatir la creciente ola de violencia y el control de las cárceles por parte de bandas criminales, el mandatario ecuatoriano puso su mirada en el modelo de seguridad penitenciaria de El Salvador. Inspirándose en las cuestionadas estrategias implementadas por Nayib Bukele, Noboa propuso la construcción de megacárceles en Ecuador como solución. Estas estarían listas a fines de 2024.

Frente a ello, Lester Cabrera Toledo, doctor en Estudios Internacionales y profesor visitante de FLACSO Ecuador, y el general de la Policía Nacional del Perú en retiro, Marco Antonio Lara, cuestionan la eficacia de esta medida. Argumentan que una megacárcel no es la solución. Además, una ciudadana de Guayaquil, a quien llamaremos 'Julia', brindó su testimonio del panorama en Durán, la localidad ecuatoriana más peligrosa del país, a La República.

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¿El plan de Noboa contra la delincuencia será efectivo?

La estrategia de Nayib Bukele en El Salvador ha sido aplaudida por su efectividad en la reducción de la violencia, pero también ha sido objeto de críticas por las denuncias de violaciones a los derechos humanos y el autoritarismo. La pregunta que surge en Ecuador es si un enfoque similar podría adaptarse a su realidad social y política, y si sería suficiente para abordar las complejidades del crimen organizado y la inseguridad. Mientras que algunos ven en el modelo salvadoreño un camino a seguir, otros advierten sobre los riesgos de replicar políticas que podrían socavar las libertades civiles sin atacar las causas profundas de la violencia.

El plan de Noboa surge en un contexto de desesperación nacional por respuestas ante el alarmante aumento de la violencia y el narcotráfico, especialmente en ciudades como Guayaquil, donde el poder de las bandas ha sobrepasado las capacidades estatales. La propuesta incluye la construcción de instalaciones de máxima seguridad y el uso de barcazas prisiones, con el fin de aislar a los criminales más peligrosos y recuperar el control del sistema penitenciario. Pero ¿este plan es la solución?

Lester Cabrera aclara que las megacárceles son un proyecto actualmente, pues “no se ha puesto ni siquiera la primera piedra”. Para el especialista en seguridad, “el sistema penitenciario en Ecuador necesita de reformas urgentes para poder mantener no solamente a las personas privadas de libertad, sino que también mantenga un esquema de rehabilitación social efectivo”, dijo en una entrevista para La República.

Además, Cabrera asegura que estas cárceles no serían una solución, pues “se requiere también una reforma completa”. El general PNP Marco Antonio Lara confirma lo expuesto por el especialista: “Tengo 4.800 capturados. ¿Cuánto más cree usted que tengo que capturar para terminar con la delincuencia? No se trata del número de capturados, sino de lo que hacemos como Estado para poder disminuir el tema de la delincuencia”, explicó a La República.

El profesor visitante de FLACSO Ecuador admitió que “no se puede mantener de manera eterna a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad”, por lo que el Gobierno de Noboa debe pensar en ampliar su agenda e incluir temas de desarrollo para “combatir realmente los síntomas de la inseguridad”, añadió.

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¿Cómo serían las megacárceles en Ecuador y qué tan esenciales serían en Sudamérica?

Siguiendo el ejemplo de El Salvador, las megacárceles en Ecuador estarían equipadas con tecnología de punta en seguridad y vigilancia, y diseñadas para albergar a miles de reclusos, separándolos de acuerdo a su nivel de peligrosidad. Estas instalaciones, propuestas por el Gobierno de Daniel Noboa, prometen ser un entorno más controlado y seguro, tanto para los internos como para el personal penitenciario. La iniciativa también contempla la creación de espacios para la rehabilitación y la reinserción social, aunque estos aspectos han generado escepticismo sobre su implementación real.

Lester Cabrera lo describe como un “propósito en corto plazo”, pues no sería suficiente para combatir la delincuencia y el narcotráfico en Ecuador y en cualquier país de Sudamérica. Por ello, el especialista insiste en que los Estados deben enfocarse en el escenario en que viven sus ciudadanos. “Por lo general, cuando las personas tienen una situación de desarrollo precaria o, en su defecto, no tienen mayores alternativas, pueden llegar a ser apoyadas por sus núcleos sociales cercanos, llámese familia o amigos, para llevar a cabo este tipo de actividades ilícitas que son altamente lucrativas”, explicó a La República.

Ante ese punto, el doctor en Estudios Internacionales destacó en la entrevista que “hay que atacar el problema, no desde la consecuencia, sino que desde el origen y las bases que dieron pie para que se generara eso”. No se trata de construir una megacárcel y listo. “Lastimosamente, en nuestra región, consideramos a la cárcel desde ese punto de vista y no tenemos la capacidad o la propia voluntad para darles otra oportunidad de reinserción social a estas personas que cometieron algún acto ilícito, no hay realmente una política de rehabilitación social”, agregó Cabrera.

¿Qué otras medidas debería implementar el Gobierno de Noboa contra la inseguridad?

Marco Antonio Lara explica que cualquier país vecino, no solo el Gobierno de Daniel Noboa, debe “abordar desde una óptica múltiple”, como dice la Ley de Seguridad Ciudadana. “Se tiene que atender primero la educación de los niños y promover el trabajo de los jóvenes”, puntualizó el general para La República. A ello se suma Lester Cabrera para enfatizar la necesidad de implementar y/o ajustar un Plan Nacional de Seguridad Integral. “El plan actual de Ecuador no ha contemplado este nuevo contexto de violencia ni tampoco la condición pospandemia (…). Además, es necesario contar con el equipamiento para poder hacerle frente de manera similar o congruente a estos grupos de delincuencia organizada”, señaló.

Es importante recordar que la Policía Nacional de Ecuador “aún posee déficits importantes en lo que respecta, por ejemplo, a chalecos antibalas, revólveres y otro tipo de material, sobre todo de carácter logístico, que le permita hacer su trabajo de una manera responsable, cuidando la integridad física y la vida de los servidores policiales, pero principalmente para hacer una suerte de equivalente al armamento que tienen estos grupos de delincuencia”.

Ante el decreto de un estado de excepción o de emergencia, como lo anunció Noboa tras el asalto al canal TC Televisión, el general Lara sostiene que eso no funcionará “sin ninguna estrategia detrás ni ninguna articulación ni ningún plan. No es la solución en el país, tienen que realizarse algunos cambios internos en la Policía y en algunas entidades”. “Tenemos que exigirles a nuestras autoridades que haya un trabajo un poco más serio, que se conozcan las políticas que van a realizar, porque al final se trata de la seguridad de todos”, aseveró.

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“Vivir en Durán, el cantón más peligroso de Ecuador, es como un videojuego”

'Julia' es una ciudadana ecuatoriana de Guayaquil, pero que ha vivido y trabajado varios años en Durán, considerado el cantón más peligroso del país. Esta joven contó su testimonio a La República de cómo los episodios de violencia han afectado tanto su rutina de vida como la de sus vecinos. “Era como un videojuego, o sea, que sales y en cualquier momento te puede aparecer una balacera o un ataque de sicarios”, expresó.

El miedo era tan grande que ella y sus conocidos preferían trabajar o desarrollar sus actividades en un mismo día y no en tres, con el fin de no salir tanto de casa. Incluso 'Julia' contó que llegó a recibir mensajes de amenazas en su momento, cuando gobernaba Guillermo Lasso, junto con otros vecinos, de los cuales, algunos sí fueron asesinados. Pese a ello, siempre trata de guardar la calma y ser positiva, optimista, y salir con fe. “Aunque te queda esa angustia de qué pueda pasar”, manifiesta la joven.

Sobre ganarle la competencia a la violencia, "sabemos que es un proceso muy largo y, se podría decir, doloroso, pero estamos con la esperanza de que el Gobierno sí quiere trabajar por el bien del país y no negociar como lo han hecho los anteriores. Lo importante es no dejar que ni bandas criminales ni el narcotráfico imperen en el Ecuador", resaltó 'Julia'.

Finalmente, la joven destaca el toque de queda en Ecuador, específicamente en Guayas. "Se siente la diferencia de los anteriores que impulsó Guillermo Lasso. Por ejemplo, la calle que queda frente a mi casa es muy transitada y se veían a todas horas de la madrugada ir y venir varias motos (…), pero ahora es muy difícil. El toque de queda empieza las a las 11 de la noche y ya no se ve ese movimiento tan descarado; o sea, los criminales están como más controlados de alguna manera", concluyó la entrevista.