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Fue al hospital por dolor de estómago y descubre que está embarazada: feto crecía en el intestino

La mujer acudió al médico después de 10 días con una “hinchazón extrema”. Dio a luz en la semana 29 y tanto ella como su bebé se encuentran bien. 

El bebé crecía en la cavidad peritoneal con la placenta adherida a la parte superior de la pelvis. Foto: composición LR/New England Journal of Medicine
El bebé crecía en la cavidad peritoneal con la placenta adherida a la parte superior de la pelvis. Foto: composición LR/New England Journal of Medicine

Una mujer de 37 años jamás pensó que su fuerte dolor de estómago le cambiaría totalmente la vida. Tras diez días de fastidios y una inflamación abdominal, ella decidió acudir al hospital para una serie de exámenes médicos. Es así que la mujer, proveniente de Francia, descubrió que estaba embarazada de 23 semanas y que el feto crecía fuera del útero. Así lo informó New England Journal of Medicine.

Sucedió en la isla de La Reunión, al este de Madagascar. Según la revista científica, la mujer sufría una “hinchazón extrema” y llevaba varios días en ese estado. Después de una semana, no soportó más. Las radiografías revelaron la existencia de un feto dentro de su cavidad abdominal.

 Las radiografías revelaron la existencia de un feto dentro de su cavidad abdominal. Foto: New England Journal of Medicine<br>

Las radiografías revelaron la existencia de un feto dentro de su cavidad abdominal. Foto: New England Journal of Medicine

Un posible, pero extraño embarazo

De acuerdo a los médicos, se trataba de un extraño embarazo en el que el bebé crecía en la cavidad peritoneal con la placenta adherida a la parte superior de la pelvis. Cabe resaltar que existía un riesgo de mortalidad muy alto (90%) en ese tipo de gestación.

La mujer francesa tuvo que esperar a la semana 29 para dar a luz a su bebé, según los expertos. Finalmente, le realizaron una incisión en el abdomen y el recién nacido fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos neonatales.

Tanto la madre como el bebé se encuentran en buen estado de salud, aunque tuvieron que permanecer en el hospital casi tres meses. Además, doce días después del parto, la mujer fue sometida a otra operación para poder extirpar de su organismo el resto de su placenta.