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EE. UU.: indemnizan a hermanos condenados a muerte injustamente en 1983

Permanecieron 31 años en prisión. Ahora deberán recibir $31 millones por cada uno en daños compensatorios, así como $13 millones por daños punitivos.

Henry McCollum abraza a su padre después de salir de prisión, en 2014. Foto: Boston Globe
Henry McCollum abraza a su padre después de salir de prisión, en 2014. Foto: Boston Globe

Dos hermanos que fueron condenados injustamente a muerte en 1983 recibieron una millonaria indemnización por un jurado de Carolina del Norte, en Estados Unidos. Los implicados, Henry McCollum y Leon Brown, ambos afrodescendientes y con discapacidad intelectual, deberán recibir $31 millones cada uno en daños compensatorios, además de $13 millones por daños punitivos.

Según indica The Washington Post, los hermanos fueron acusados por el asesinato y violación de una niña de 11 años. Los condenaron a muerte y permanecieron 31 años en prisión, hasta 2014, cuando lograron probar su inocencia.

“El primer jurado que escuchó todas las pruebas, incluidas las pruebas suprimidas erróneamente, determinó que Henry y Leon eran inocentes, que se les había hecho demostrable y atrozmente agraviado, y que ha hecho lo que la ley puede hacer para corregir las cosas a esta hora“, dijo el abogado del equipo legal de los hermanos, Elliot Abrams, después del juicio.

En total, el jurado de Raleigh deberá indemnizar a McCollum y Brown con $75 millones por derechos civiles. Dicho pago fue acordado por ocho personas del jurado, siete años después de que unas pruebas de ADN exoneraran a los hermanos de toda culpabilidad del caso.

The Associated Press reporta que McCollum y Brown tenían 19 y 15 años respectivamente cuando fueron sentenciados, en 1983. Tenían dificultades con la lectura y la escritura básica debido a sus discapacidades intelectuales. Una menor fue encontrada muerta detrás de una tienda de abarrotes de Red Springs. Había sido ultrajado y asfixiada.

Un “informante confidencial” llevó a los hermanos a la policía. Ambos fueron sometidos a horas de interrogatorios sin la presencia de un abogado y firmaron confesiones escritas que implicaban al otro de violación y asesinato. Sin embargo, no entendían lo que significaba, aseguran sus abogados.

Recibieron condena a muerte en 1985 y más adelante se ajustaron los términos a cadena perpetua. En 2009, McCollum se acercó a la Comisión de Investigación de Inocencia de Carolina del Norte, una organización independiente creada por la Asamblea General del estado, y pidió ayuda para su caso.

Fue así como encontraron evidencia de ADN de otro hombre en una colilla de cigarrillo Newport sacada de la escena del crimen. Dicha evidencia fue suficiente para desestimar sus condenas.

“Los hermanos han sido consistentes en su posición de que son solo dos de las muchas personas inocentes que han sido encarceladas, muchas de las cuales permanecen en el corredor de la muerte en toda nuestra nación”, dijo Abrams. “Su horrible experiencia muestra la necesidad de abolir la pena de muerte en este país”, agregó.