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De contener el coronavirus a bordear el colapso: el caso de Paraguay

“La verdad es que estamos en el límite”, confesó una autoridad sanitaria. A la par de la COVID-19, en Paraguay también enfrentan casos de dengue.

Paraguay suma menos de 3.000 decesos por COVID-19. Foto: EFE
Paraguay suma menos de 3.000 decesos por COVID-19. Foto: EFE

En mayo de 2020, el método usado en Paraguay contra la COVID-19, que incluía una “cuarentena inteligente”, fue destacado por organismos internacionales por su éxito en la contención de la pandemia. Menos de un año después, la realidad es totalmente distinta.

“La verdad es que estamos en el límite. Hay todavía capacidad de respuesta, (pero) sí estamos en el límite con un alto recambio de pacientes”, reconoció Viviana de Egea, directora de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, el lunes 18 de enero.

En un informe oficial del 20 de enero, Paraguay contabilizó 124.447 casos confirmados de coronavirus y, de ellos, 2.557 perdieron la vida, estadísticas muy alejadas de lo que se ven en otros países de la región, pero preocupantes para una nación con casi siete millones de habitantes.

Atraviesan la etapa más complicada de la emergencia sanitaria con un sistema de salud saturado. “Una cama se libera y de forma inmediata es ocupada por otra persona”, confesó De Gea a la agencia EFE.

Balance de la pandemia del coronavirus al 21 de enero a las 11.00 GMT. Infografía: AFP

Balance de la pandemia del coronavirus al 21 de enero a las 11.00 GMT. Infografía: AFP

Diariamente, el Ministerio deriva pacientes que necesitan cuidados intensivos a centros privados con cargo a la sanidad pública, una medida que no es nueva en Paraguay, pero la expectativa es negativa.

“La proyección es que el mes de enero sea bastante duro con respecto a los casos confirmados y esto tiene también su consecuencia en los hospitales”, aseguró De Gea.

COVID-19 en Paraguay

El matemático Christian von Lücken se ha convertido en una voz muy escuchada en Paraguay desde la aparición del SARS-CoV-2. En conversación con este diario indicó que un cúmulo de factores llevaron al país a tener una situación complicada.

“Entre estos, obviamente, las fiestas de fin de año y la actividad social propia de la temporada de verano han tenido un efecto”, señaló el investigador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). “Conforme estas medidas se han ido relajando también han aumentado los casos, lo que era previsible”, añadió.

Así como en otros rincones del mundo, en Paraguay se resienten por el “cansancio” que afecta la incidencia de la COVID-19. A pesar de que todavía no reciben lotes de alguna vacuna, Von Lücken notó un “relajamiento general”.

“Existe un cansancio, sostener el conjunto de medidas individuales de protección desde el mes de marzo es una tarea difícil y, quizás en mayor o menor medida, la población percibió que lo peor ya había pasado. Y como en un gran número de casos la enfermedad no reporta mayores inconvenientes, se produjo cierto relajamiento general”, dijo.

El factor político

El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, en su momento destacó la gestión gubernamental del coronavirus porque él no se había contagiado, a pesar de que mantuvo su agenda de trabajo. “Gracias a Dios salí invicto de los 13 hisopados que me realicé hasta ahora”, afirmó el mes anterior.

El presidente Mario Abdo Benítez (d) ya dio negativo al coronavirus tras su aislamiento por contacto. Foto: EFE

El presidente Mario Abdo Benítez (d) ya dio negativo al coronavirus tras su aislamiento por contacto. Foto: EFE

No obstante, recientemente fue puesto en cuarentena luego de que el vicepresidente Hugo Velázquez dio positivo a una prueba de COVID-19. Sin embargo, desde el martes 19 de enero retomó sus actividades oficiales tras haber arrojado negativo.

Después de reunirse con su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, de polémica gestión en la vecina Brasil, Abdo Benítez expresó que “las autoridades debemos ser el ejemplo”.

Para Von Lücken, motivos económicos, administrativos y políticos “han afectado el liderazgo de ciertos actores que al comienzo fueron incuestionados”. En su opinión ahora es “más difícil convencer a una población cansada y con problemas económicos sobre ciertas medidas de restricción, que cada vez encuentran mayor rechazo”.

Dengue y COVID-19

Paraguay salió de una sobrecarga causada por una epidemia de dengue, superada entre 2019 y 2020, la cual coincidió con el inicio de la pandemia. Un hecho que fue vinculado por la directora de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud.

“Solapamos una de las peores epidemias de dengue (...) y con el inicio de la pandemia muchos colegas no tuvieron tiempo de tomarse unas vacaciones. Se está trabajando sin parar”, declaró sobre el desgaste que arrastra la salud pública.

Ya en Paraguay iniciaron acciones contra el dengue. Foto: AFP

Ya en Paraguay iniciaron acciones contra el dengue. Foto: AFP

La semana anterior, dos pacientes —menores de 50 años— entraron a terapia intensiva en hospitales con síntomas de dengue y coronavirus en forma simultánea, confirmó un portavoz ministerial.

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social también cuenta 820 personas internadas, de las cuales 220 se encuentran en unidades de tratamiento intensivo.

“Estamos en pandemia y encima una epidemia de dengue. Será catastrófico”, advirtió Augusto Salas, fiscal del Medio Ambiente.

Preguntado sobre la estimación que maneja para el futuro cercano en base a sus gráficos, Von Lücken fue cauto, pero no esperanzador. “No se prevé una reducción en el número de casos, por el contrario, probablemente crezca”, concluyó.