Putin pide ampliar por un año el pacto nuclear Nuevo Start, pero EE. UU. lo rechaza
El presidente ruso apostó por una prolongación del tratado de desarme nuclear ruso-estadounidense, que mantiene los arsenales de los dos países muy por debajo de su nivel de la Guerra Fría.
Desde Estados Unidos, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, rechazó la propuesta del presidente ruso, Vladímir Putin, para prolongar al menos un año el Nuevo Start, el último tratado de control de armas vigente entre Moscú y Washington.
O’Brien negó este viernes 16 de octubre la proposición porque no incluye la congelación mutua de arsenales nucleares, algo que Washington había exigido para llegar a un acuerdo.
El tratado bilateral, concertado en 2010, mantiene los arsenales de los dos países muy por debajo de su nivel de la Guerra Fría, limitando a 700 el número de lanzadores nucleares estratégicos desplegados, y a 1.550 el número de ojivas nucleares.
“La propuesta de hoy del presidente Vladímir Putin de extender el Nuevo Start sin congelar las ojivas nucleares lo hace inviable”, dijo en Twitter O’Brien.
Según el asesor, Washington había propuesto prorrogar el Nuevo Start durante un año a cambio de la congelación mutua de arsenales nucleares y ese acuerdo, al parecer, estuvo cerca durante una de las últimas rondas de negociaciones que se celebró en Ginebra el 2 de octubre.
“Creíamos que los rusos tenían la voluntad de aceptar esa proposición cuando yo me reuní con mi homólogo en Ginebra”, reveló O’Brien, quien consideró que la propuesta formulada por Estados Unidos habría sido una “victoria para ambas partes”.
“EE. UU. se toma en serio el control de armas que mantendrá a salvo el mundo. Esperamos que Rusia revalúe su posición antes de una costosa carrera armamentística”, añadió.
Washington y Moscú llevan desde junio dialogando para sustituir o renovar el Nuevo Start y, aunque se habían dado pocos avances, esta semana el negociador estadounidense, Marshall Billingslea, anunció un “principio de acuerdo” que ahora parece haberse desvanecido.
El Nuevo Start, firmado en 2010, limita el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias, en tierra, mar o aire. Su vigencia podría ser prorrogada por cinco años, hasta 2026.
Desde el principio de las negociaciones, Estados Unidos ha insistido en que China debe ser parte de las conversaciones sobre el Nuevo Start a pesar de que el gigante asiático se niega a sentarse en la mesa al considerar que tiene muchas menos armas nucleares que Washington y Moscú.
A su vez, Rusia ha dicho que en todo caso habría que incluir a Francia y el Reino Unido, las otras dos potencias nucleares declaradas que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los expertos temen que la expiración del Nuevo Start lleve a una nueva carrera de rearme nuclear, ya que por primera vez desde 1972 no habría ningún acuerdo de control de armas atómicas en vigor entre las dos mayores potencias nucleares del mundo.
Rusia y Estados Unidos tienen un 90% de todas las armas nucleares que existen en el planeta.