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Cocinero de Lady Di reveló detalles de la noche en que la princesa perdió la vida en París

Darren McGrady, quien estuvo al servicio de Diana de Gales desde 1992 hasta el día de su muerte, habló sobre aquella noche del 31 de agosto de 1997.

Lady Di falleció tras un accidente de tránsito en el Puente del Almá, en París. Foto: Cordon Press.
Lady Di falleció tras un accidente de tránsito en el Puente del Almá, en París. Foto: Cordon Press.

Darren McGrady, cocinero del Reino Unido que estuvo al servicio de la reina Isabel II durante 11 años y de Diana de Gales desde 1992 hasta su fallecimiento, relató a una radio australiana su experiencia durante la noche en que la princesa perdió la vida en un accidente de tránsito.

McGrady se convirtió en el chef de Lady Di en 1992, cuando ella se separó del príncipe Carlos. El cocinero aseguró quedar “boquiabierto” al conocerla y sentir el efecto “magnético” que decían experimentar quienes se encontraban con ella.

Diana venía a comer a la barra de la cocina, preparaba un plato para ella, ordenaba lo que usaba mientras hablaba conmigo; y eso era algo muy poco común en alguien de la realeza”, relató a la estación KIIS.

Foto con dedicatoria de la princesa Diana a su cocinero Darren McGrady. Foto:  darren_mcgrady / Instagram.

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McGrady recuerda bien aquella noche del 31 de agosto de 1997. “Estaba allí, tenía la comida para la cena, esperando que ella regresara. Todo ese tiempo en que la esperé fue horrible, era muy extraño que no llegara a horario, y luego supe la peor noticia”, comentó. “Me marcó de por vida”, agregó.

Alrededor de la medianoche, el vehículo en el cual se trasladaba Diana chocó contra un pilar del Puente del Almá de París. La princesa falleció en el accidente, al igual que su pareja, el millonario egipcio Dodi Al-Fayed, y su chofer Henri Paul. Trevor Rees-Jones, guardaespaldas de Al-Fayed, fue el único sobreviviente.

El chef también habló de su tiempo como cocinero de Isabel II, a quien servía cuatro comidas al día y acompañó en dos visitas a Australia. Según afirmó, nunca se le informaba si la reina disfrutaba sus platillos, pero esta le advertía si ocurría lo contrario. “Tenía un pequeño cuaderno en su escritorio y simplemente ponía una nota allí diciendo ‘No quiero esto otra vez’”, indicó.