Fiesta ilegal dentro de barco en plena pandemia genera indignación en Nueva York
A la reunión asistieron 170 invitados sin tener en cuenta las recomendaciones sanitarias por la COVID-19. El barco fue interceptado por las autoridades cuando iba a anclar.
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Un barco utilizado para celebrar grandes eventos gracias a sus extensos ambientes se convirtió en el centro de la polémica el pasado 1 de agosto en Estados Unidos. Los propietarios del barco realizaron una fiesta ilegal en donde acudieron más de 170 personas, quienes no respetaron las medidas de distanciamiento social ni las reglas de sanidad establecidas por las autoridades, pese a la alta tasa de contagios por coronavirus en el país.
La reunión ilegal se llevó a cabo en el Liberty Belle, un famoso navío que recorrió las aguas de la Gran Manzana. Según las autoridades, la fiesta incrementó severamente el riesgo de propagación de la COVID-19.
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De acuerdo con el medio New York Times, no está claro si quienes organizaron la fiesta cobraron por entrada. Sin embargo, tras llegar al puerto, las autoridades arrestaron a Ronny Vargas y Alez Suazo, propietarios de la embarcación, así como al capitán Joseph Spadaro.
Los detenidos serán investigados por violar las normas de control del COVID-19, así como operar un bar sin licencia. Según información del medio Times, las autoridades recibieron el sábado a las 8:30 de la noche un reporte de un barco que zarpaba del Pier 36 en Manhattan.
Uno de los residentes cercanos al Pier 36 identificado como Trevor Holland vio desde la ventana de su apartamento que el Liberty Bell zarpaba y que las personas abordo no llevaban mascarilla ni practicaban distanciamiento social. Incluso, Holland tomó una foto de la nave con las personas a bordo en su cuenta de Twitter.
Estados Unidos - covid-19 - barco
La compañía operadora del buque, Empire Cruises, emitió un comunicado semanas atrás donde anunciaba que la pandemia los “forzaba a cesar operaciones hasta nuevo aviso” y afirmó que seguía las recomendaciones de salud pública de Nueva York. No obstante, la realización de la fiesta, con 170 personas a bordo, no habría respetado las regulaciones contra la pandemia.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que lo hecho por el Liberty Bell “no solo es una violación de la salud pública, sino de la decencia común”. ¿Y si alguna de esas personas en el barco enferma y muere… si va a casa enfermo y contagia a su padre y muere? Esto es realmente descuidado, rudo, irresponsable e ilegal”, reportó el funcionario, según la agencia AP.
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