Estado Islámico sobre COVID-19: “Es la tortura del gran dios contra los infieles"
En una grabación de audio, el portavoz del grupo yihadista indicó que ruega “más tortura a menos que opten por el camino de la fidelidad".
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En una grabación de voz que dura 40 minutos, el grupo terrorista Estado Islámico (EI) se refirió este jueves a la pandemia del coronavirus (COVID-19), que ha provocado al menos 357.311 muertos en el mundo desde que apareció en diciembre.
Abu Hamza al Qurashi, portavoz del grupo yihadista, aseguró que la COVID-19 es “la venganza de Dios contra los infieles” y pidió “más tortura” después de recientes operaciones en Irak y Siria contra objetivos yihadistas.
“Les ha llegado la venganza de Alá por desmembrar los cuerpos de los fieles con bombardeos”, dijo en el clip de voz, sin mencionar explícitamente a quien iba dirigido el mensaje.
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Al Qurashi hizo referencia a los “asedios” a los “musulmanes” en Mosul (Irak) y Al Baguz (Siria) que han causado “muerte y destrucción” de miembros del Estado Islámico.
“Ahora estamos felices por la tortura del gran dios (...) y le rogamos que tenga más tortura (...) a menos que opten por el camino de la fidelidad”, añadió el vocero.
Asimismo, dio la bienvenida a los “toques de queda que hacen que no puedan salir de casa” y afirma que “muchos lo han perdido todo”.
Foto: AFP.
El mensaje de audio, una forma de comunicación poco habitual del grupo, fue difundido en un contexto en el que las fuerzas de seguridad de Irak y las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) están intensificando sus ataques contra posiciones del EI con el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
Esta no es la primera vez que los yihadistas se pronuncian sobre el coronavirus (COVID-19).
El pasado 15 de marzo, el grupo terrorista ofreció algunas recomendaciones para hacer frente a la pandemia, que según los extremistas se contagia "por orden de Dios" y por tanto uno de los antídotos es "tener fe" ante cualquier enfermedad.
Entonces el Estado Islámico también aconsejó a los sanos no entrar a los territorios afectados por coronavirus (COVID-19) y a los enfermos, no salir de ellos.
En estos momentos los extremistas ya no controlan territorio en Siria y en Irak, donde establecieron su “califato” a mediados de 2014, aunque siguen muy activos en ambos países y en otros de Oriente Medio y África.
Desde la muerte de su fundador y líder Abu Bakr Al Bagdadi en octubre del año pasado, la propaganda del grupo ha disminuido y, aunque siguen publicando comunicados y reivindicando ataques casi a diario, sus canales de comunicación se han reducido desde el ciberataque coordinado por Europol el pasado noviembre contra miles de páginas con contenido yihadista.
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