Hombre inventó amenaza de bomba para conseguir cita con azafata
El sujeto de 65 años lo hizo con la intención de que la mujer no pudiera abordar un vuelo y salir de la ciudad.
Un ciudadano serbio confesó que inventó una noticia sobre una bomba en un avión del aeropuerto de Belgrado, con el fin de lograr que una azafata a quién había conocido se quedará en esa ciudad, informaron medios locales.
El sujeto relató ante el tribunal de Belgrado que conoció a la azafata de la aerolínea alemana Lufthansa. Luego intentó ubicarla en el hotel donde se hospedaba, pero al no obtener información decidió llamar al aeropuerto Nikola Tesla para alertar sobre la supuesta bomba.
Según dijo, lo hizo con la intención de retener a la mujer en la ciudad y que no pueda despegar con algunos de los aviones en los cuales trabajaba. Autoridades del aeropuerto tomaron como verdadero este aviso e iniciaron un plan para proteger a sus pasajeros.
De esta forma, los 130 pasajeros y miembros de la tripulación de un avión que se dirigía a Frankfurt, y que estaba próximo a despegar, tuvieron que ser evacuados de la aeronave y esperar varias horas mientras que las autoridades inspeccionaban el sitio buscando la supuesta bomba.
El hombre de 65 años, que fue identificado con las iniciales Z.N., fue localizado por la policía, luego de que rastrearán el teléfono con el que realizó la llamada. El tribunal ordenó que permanezca detenido durante 30 días antes de que se le acuse formalmente por ese suceso.
Las falsas alarmas por supuestas bombas en los aeropuertos no son hechos aislados y suceden de forma medianamente regular en distintos aeropuertos del mundo.
En nuestro país, el 9 de mayo una llamada anónima informó sobre la presencia de un aparato explosivo en un vuelo de la empresa Lan que cubría la ruta Lima – Pucallpa, en el aeropuerto Jorge Chávez. Esta alarma propició que los pasajeros fueran puestos a buen recaudo, mientras autoridades realizaban la inspección correspondiente al avión.
Finalmente, se confirmó que la amenaza era falsa y el vuelo pudo despegar con normalidad, pero sí con el malestar del susto pasado y tiempo perdido.
