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Un cráneo fracturado revela brutal asesinato cometido hace 33 mil años

Médicos forenses revelaron detalles de un homicidio ocurrido en Europa, durante la época del Paleolítico. La violencia entre la sociedad actual y la del pasado no tiene diferencias.

cráneo
cráneo

En 1941, un grupo de mineros de la región Transilvania (Rumania) desenterró un cráneo fosilizado. Se trataba de los restos de un hombre adulto que vivió en el Paleolítico, hace aproximadamente 33 mil años.

El fósil representa uno de los pocos especímenes bien conservados de los primeros humanos de Europa, pero no está intacto. Una fractura grande ciega el lado derecho del cráneo, y los científicos han pasado décadas especulando sobre la causa del trauma.

¿Se dañó el cráneo en los momentos previos a la muerte del hombre o en los siglos posteriores a su fallecimiento? ¿Cayó la víctima desde una altura peligrosa? ¿O acaso había algo más nefasto en el hallazgo?

Gracias a la medicina forense, un equipo desentrenó el misterio de este caso. Elena Kranioti, investigadora de la Universidad de Creta, dijo a la revista PLOS One que las lesiones probablemente fueron infligidas por un enemigo.

El golpe fue tan contundente que probablemente causó traumatismo cerebrales graves y la muerte instantánea.

Crimen en Transilvania: ¿cómo se descubrió?

Para armar el rompecabezas de este crimen prehistórico, los investigadores se basaron en análisis visuales, tomografías computarizadas (TC) y un experimento que involucró violencia contra cráneos artificiales.

Paleolítico

Paleolítico

El equipo se dio cuenta de que en realidad había dos fracturas: una lineal en la base del cráneo y otra conocida como “fractura deprimida” en el hueso parietal derecho.

“La distintiva fractura depresiva [circular] encontrada en el lado derecho del cráneo es indiscutiblemente evidencia de que la persona fue golpeada con un objeto contundente, lo que implica directamente un agente humano”, dijo al diario El Mundo Elena Kranioti.

Para confirmar su teoría sobre el crimen, las investigadoras se dispusieron a atacar esferas de huesos artificiales, llenas de gelatina balística para imitar a la cabeza humana.

Dejaron caer las esferas desde una altura de más de 30 pies (y observaron datos de simulaciones anteriores que se habían centrado en caídas desde alturas más bajas), las golpearon con piedras y las golpearon con un bate de béisbol.

cráneo

cráneo

Sin embargo, los golpes del murciélago produjeron lesiones como la fractura deprimida vista en el hombre de Cioclovina. De hecho, según los investigadores, la fractura sigue un “patrón de libro de texto de una lesión inducida por un golpe con un objeto redondo, como un murciélago”.

Los accidentes pueden producir lesiones como esta, pero también los golpes intencionales; de hecho, las víctimas históricas ejecutadas por golpes en la parte posterior de la cabeza muestran patrones de rotura similares.

¿Cómo habría muerto?

Es posible que el hombre de Cioclovina haya sido golpeado mientras estaba en una posición de rodillas, pero los investigadores creen que es más probable que estuviera cara a cara con su asesino.

Las fracturas aparecen lateralmente, en lugar de en la parte superior de la cabeza, como cabría esperar si la víctima estuviera más abajo del suelo.

Debido a que las lesiones están en el lado derecho del cráneo, las investigadoras creen que el perpetrador era zurdo, aunque observan que “no se puede descartar la posibilidad de sostener el objeto con ambas manos”.

Paleolítico

Paleolítico

De acuerdo a El Mundo, el Paleolítico fue una época de creciente complejidad cultural y sofisticación tecnológica. La violencia hacia otras personas y el asesinato eran también parte de ese comportamiento entre los primeros europeos modernos.

Dada la oportunidad, plantea dudas sobre si esta violencia fue cometida por alguien de la misma especie, o si quizás fue causada por estos humanos modernos que migran a áreas donde los neandertales aún pueden haber vivido.

“Ha habido muchos otros asesinatos de los que no ha quedado ninguna prueba”, finaliza Elena Kranioti.



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