Género

Legalización del aborto: ¿en qué nos parecemos y diferenciamos de la situación en Argentina?

Argentina no ha modificado sus leyes sobre la interrupción del embarazo desde hace casi 100 años, a pesar de que miles de mujeres y disidencias fallecen al no acceder a un aborto seguro. Una situación similar ocurre en Perú.

Legalización del aborto. Foto: composición LR
Legalización del aborto. Foto: composición LR

Este viernes 11 de diciembre, la Cámara de Diputados del Congreso de Argentina aprobó el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación, tras un intenso debate que duró más de 20 horas en el Parlamento. Con esta primera aprobación, ahora le toca a la Cámara de Senadores del país discutir si será ley o no acceder a este derecho.

A pesar que diversas entidades internacionales han alertado sobre la necesidad de legalizar el aborto, los países de la región aún se resisten a que las mujeres y disidencias puedan decidir sobre sus cuerpos. Una realidad que sigue cobrando muchas vidas, sobre todo el de las personas con menos recursos, al no poder acceder a abortos seguros, legales y gratuitos.

Pero, ¿qué tanta similitud y diferencia existe entre el país austral, que está a punto de legalizar la interrupción del embarazo, con nuestro país?. A la fecha, todavía urge un debate sobre el tema en Perú y, sobre todo, entender en que la legalización del aborto no es una cuestión de moral u opinión, sino de salud pública y deuda histórica con las mujeres.

La normativa sobre el aborto

Desde 1921, el aborto en Argentina es un delito penado con hasta cuatro años de cárcel, en el que se exceptúa los casos de violación o de riesgo para la vida de la madre. Sin embargo, como detallan diversos informes, esta realidad solo está plasmada en el papel, ya que es muy complicado que se pueda acceder a la interrupción del embarazo bajo alguna de las causales aprobadas en los centros de salud del país.

Según detalla un informe de Human Rigth Watch, los hospitales y centros de salud impusieron “límites gestacionales arbitrarios” para el acceso al aborto legal. Además, el temor a las consecuencias legales, en el que se incluye la persecución y estigmatización, hace que los profesionales de salud no brinden este servicio.

En Perú, la normativa no se ha modificado desde 1924. En el Código Penal de ese año, el aborto solo consideró que no era punible cuando se ponía en riesgo la vida y salud de las mujeres, es decir, solo se permitía el aborto terapéutico. Esta causal es la única todavía permitida casi 100 años después en el país.

Pero, incluso, tal como ocurre en Argentina, acceder a este aborto legal es complicado. En el país existen diversas trabas burocráticas para acceder a los procedimientos de interrupción del embarazo. Además, la sobrerregulación del protocolo de atención al aborto terapéutico es otra de las dificultades.

A diferencia de Argentina, en Perú todavía no se ha aprobado la causal de violación, un derecho negado a pesar de las altas cifras registradas de violencia sexual contra mujeres y, sobre todo, niñas y adolescentes.

El aborto en cifras

Se estima que en Argentina, anualmente, se practican entre 371.965 y 522.000 abortos clandestinos, según una investigación de Edith Pantelides y Silvia Mario al año 2004 y 2005. Una cifra que sigue siendo aún usada por las entidades sanitarias de ese país después de casi 15 años de aquel informe.

Pero esta realidad no está muy alejada de lo que ocurre en Perú. De acuerdo a un estudio elaborado por la antropóloga Delicia Ferrando en 2006, cada año en el país ocurren 371.420 abortos, es decir, cada día más de 1.000 mujeres y disidencias deciden interrumpir su embarazo en centros médicos clandestinos.

Ambas estimaciones fueron realizadas hace más de 10 años, aunque sin la implementación de educación sexual y reproductiva es poco probable que las cifras disminuyan. Las mujeres siguen abortando desde la clandestinidad y recurren a médicos no profesionales o a métodos peligrosos.

La despenalización del aborto en Perú

Según la encuesta Miradas Globales sobre el Aborto, realizada por Ipsos Global y publicada en agosto de 2020, el 53% de los participantes en el país indicó estar a favor de la despenalización del aborto bajo alguna causal, sobre todo aquella vinculada a los casos de violación sexual. Solo un 16% de los participantes indicó que la interrupción del embarazo en el país debe ser permitido a decisión de las mujeres.

La abogada Brenda Álvarez ya había indicado a La República que “se necesita voluntad política” para poder accionar sobre el tema. “Porque no se aborda como un tema de derecho, sino como un tema de controversia y este enfoque es absolutamente lamentable porque cuando estamos hablando de aborto, de interrupciones inseguras del embarazo, estamos hablando de vidas”, explicó.

Una sola muerte por aborto es de por sí una tragedia. Este viernes 11 de diciembre, Argentina ha dado un paso a favor de los derechos de las personas con capacidad de gestar. En Perú, el debate sobre ni siquiera se asoma. En el Congreso de la República ya hay una propuesta legislativa para despenalizar el aborto solo en casos de violación sexual desde hace cuatro años y parece que no va a cambiar por lo menos en este periodo parlamentario.