Ana Siucho responde a Andrés Hurtado y revela PRESIONES ECONÓMICAS hacia su hermano: "El carro nunca fue un regalo"

Ana Siucho, esposa del futbolista Edison Flores, rompió su silencio y desmintió categóricamente las declaraciones de Andrés Hurtado, más conocido como 'Chibolín', quien aseguró que el hermano de la empresaria, Roberto Siucho, le regaló un auto de lujo como muestra de agradecimiento. Ana reveló que su hermano fue víctima de presiones por parte del conductor de televisión, hasta el punto de verse obligado a ceder su vehículo ante las constantes demandas de dinero.

En una entrevista con el periodista Beto Ortiz en el programa 'Beto a Saber', Ana explicó que la relación entre Roberto y Hurtado se inició debido a que el conductor le ofreció su ayuda para gestionar un trámite migratorio, que le permitiría a Roberto dejar su nacionalidad peruana y viajar a China para seguir su carrera futbolística. Sin embargo, lo que parecía un gesto altruista terminó convirtiéndose en una situación complicada, en la que su hermano fue constantemente solicitado para aportar grandes sumas de dinero.

Ana Siucho desmiente a Andrés Hurtado sobre el auto regalado

En una de sus recientes apariciones televisivas, Andrés Hurtado afirmó que Roberto Siucho, cuñado de Edison Flores, le había regalado un lujoso auto BMW como gesto de cortesía. Esta afirmación fue rápidamente desmentida por Ana Siucho, quien aseguró que el vehículo fue entregado como una salida ante las continuas peticiones de dinero.

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“El carro nunca fue un regalo. Roberto le dio el auto porque ya no tenía más dinero para darle. Estaba valorizado en 33 mil dólares, y le dijo que lo vendiera para que obtuviera el dinero que le estaba pidiendo”, explicó Ana durante la entrevista. Además, aclaró que su hermano no tenía los recursos suficientes para cumplir con las demandas de Hurtado, quien insistía en pedirle dinero bajo la premisa de ser para “ayuda social”, manifestó.

Ana también detalló que las solicitudes de Andrés Hurtado no eran esporádicas, sino constantes, lo que llevó a su hermano a tomar la decisión de entregar el automóvil como alternativa a seguir proporcionando dinero. "No fue un gesto de delicadeza ni un regalo voluntario. Fue una solución ante la insistencia de Andrés por más dinero", subrayó.

Andrés Hurtado le pedía dinero constantemente a Roberto Siucho

Ana Siucho reveló que el conductor de televisión comenzó a pedirle grandes sumas de dinero a Roberto Siucho poco tiempo después de haberlo ayudado con el trámite migratorio. “En un primer momento, Andrés Hurtado le dijo que no le debía nada por la ayuda. Sin embargo, tiempo después empezó a llamarlo pidiéndole apoyo económico para causas sociales, y la cifra que le pedía era considerable”, señaló.

Aunque no quiso revelar la cantidad exacta de dinero solicitado, Ana dejó claro que estas peticiones se volvieron frecuentes. “Le pedía constantemente. Creería que fue presionado”, afirmó, dejando entrever que su hermano se sintió obligado a ceder ante las solicitudes del presentador de televisión.

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La relación entre Andrés Hurtado y Roberto Siucho comenzó cuando este último necesitaba realizar un trámite ante Migraciones para renunciar a su nacionalidad peruana y poder firmar con un equipo de fútbol en China. Hurtado, utilizando su influencia, le presentó a la entonces jefa de Migraciones, Roxana del Águila, y facilitó el proceso. A cambio, le pidió que, en caso de solicitar su ayuda en el futuro, no le diera la espalda.

“Al principio le dijo que no le debía nada, pero después empezó a pedirle dinero. Roberto intentó ayudar, pero llegó un punto en que ya no podía seguir aportando y fue ahí cuando le ofreció el auto”, concluyó Ana Siucho.

Este testimonio de Ana Siucho ha generado un gran revuelo en la opinión pública, ya que pone en evidencia una serie de presiones económicas y posibles abusos de confianza por parte de Andrés Hurtado. Las declaraciones han despertado muchas interrogantes sobre la verdadera naturaleza de la relación entre el conductor y el futbolista, así como sobre el uso de los recursos que, supuestamente, iban destinados a fines benéficos.