Hugo Muñoz: “Ejercer tu talento es no trabajar nunca”

“Estamos estrenando carpa; de hecho, la compramos el año pasado, pero no la pudimos utilizar por temas de aduana. Este año nos hemos movido del Jockey después de diez años. Allí empezamos, inauguramos la zona de circos”, nos dice Hugo Muñoz ‘Pitillo’, instalado en Real Plaza Puruchuco.

“Mucha gente me pregunta por qué me mudé. Recuerdo que cuando llegamos al Jockey no había ninguna carpa. Al poco tiempo empezaron a llegar otras compañías. De ahí nos fuimos al YOY Lima Box Park (Jockey Club) y pasó lo mismo. Así que cuando nos hicieron la propuesta del centro comercial de Puruchuco dijimos que era hora de partir”, cuenta el artista.

El Circo de la Alegría, como se llama su carpa, tiene entre sus mayores atracciones a los osos polares. “Hay reacciones. El público sale maravillado. Es una verdadera sensación. En Perú no está prohibido, no hay legislación que lo impida. Su llegada a nuestra carpa fue por una circunstancia de viaje y nosotros los acogimos. Es un acto muy bonito”, cuenta.

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“Estamos muy felices con todo lo que hemos preparado para el auditorio que nos está regalando su presencia en todas nuestras funciones. Nuestra carpa tiene 18 metros de altura y contamos con artistas provenientes de África, Mongolia, España, Ucrania, Colombia, México y Chile. Todos ellos, están dejando al público boquiabierto de asombro”, añade.

“Este año el espectáculo tiene como temática la música, mucha música en vivo. No es una función normal; es como ir a un concierto con una animadora y, a medida que se desarrolla el espectáculo, el público es transportado a un viaje mágico, inmerso en la maravilla y la alegría que solo el circo puede brindar”.

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─Hace unos años dijiste que el Congreso reflejaba lo peor de la sociedad. ¿Qué piensas de lo que hemos vivido en los últimos dos años?

─Como digo siempre, no me rasgo las vestiduras. Cuando veo cómo actúan los políticos digo que son unos payasos, pero sin gracia. Cuando escucho que el Congreso es un circo y los congresistas los payasos, yo digo por lo menos el circo tiene un fin, que es el arte, el entretenimiento; en cambio, la política termina mareándonos, enredándonos, y no tienen ninguna gracia, no están preparados. Ojalá el Congreso sea como la cuerda floja, que para poder subirse se tengan capacidades extraordinarias como destreza y conocimiento. ¡No, pues!  A la curul se sube cualquier burro, ese es el problema del espectáculo de circo y la política. Los quieren mezclar, pero ni así se mezclan.

─¿No te arrepientes de haber seguido tu vocación?

─En mi caso, yo veo como objetivo de vida donde no debemos estar tan preocupados en pagar factura o tributar. Venimos a este mundo a ejercer este regalo que nos dio el cielo que es el talento en todo ámbito. Ejercer tu talento con otros es un contacto y  en todo ámbito ejercer tu talento es no trabajar nunca. Y condenarte encima a que te paguen por hacer lo que te gusta, y todavía te aplauden. Jamás me he arrepentido de haber seguido mi vocación. Y ahora, cuando veo en mi carpa al público feliz, siento que los chicos necesitan el mundo del circo, que es la entrada al mundo de las artes, la música, el teatro. Y cuando termina el espectáculo, el mensaje es que hagan lo que quieran y lo disfruten haciéndolo, que busquen y sigan su vocación. Quizás uno no puede cambiar el mundo, pero por lo menos haces tu lucha.