Hay que cambiar la forma como hacemos las entrevistas de trabajo para cargos de directivos, incluso las preguntas, así como la valoración de los atributos que tienden a reproducir estas exclusiones hacia las mujeres. Mientras no haya mujeres en puestos de liderazgo van a sentir que no se pueden llegar más lejos. Estamos en ese momento en que estamos rompiendo la barrera inicial, que al menos una mujer ingrese a los directorios. En el sector financiero del país, de los 15 bancos privados que hay, solo hay una gerente general mujer y solo el 11% de asientos de los directorios está ocupado por mujeres. Y hay 6 bancos que no tienen ninguna mujer en el directorio. Romper esa barrera es lo crítico. La buena noticia es que en las gerencias de segunda línea, el 28% son mujeres, con lo cual ya hay una generación que se va preparando. Cuesta esta primera transición. Hay mujeres preparadas para todos los puestos de gerencia, ese no es el problema, el problema es cambiar las condiciones masculinas.