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Domingo

Los textiles de la “gente verdadera”

Los enigmáticos tejidos amazónicos de los Huni Kuin, hechos en algodón nativo de colores, pugnan por ser reconocidos como patrimonio cultural de la nación.

Girma Bardales, María Nacimiento y
Lucía Cumapa. Varias generaciones de tejedoras cashinahuá.
Girma Bardales, María Nacimiento y Lucía Cumapa. Varias generaciones de tejedoras cashinahuá.

A ellos, los cashinahuá, los conocen como la “gente-murciélago”. Habitan los bosques amazónicos del Parque Nacional Purús, en la región Ucayali. Pero también viven al otro lado de la frontera, en las selvas del estado de Acre, en Brasil.

Pero ellos, los cashinahuás, prefieren llamarse huni kuin, es decir, la “gente-verdadera” para diferenciarse de las etnias con las que comparten territorios del Purús: los yaminahua, los sharanahua, los mastanahua y los culina. En el lado peruano su población no supera los tres mil habitantes. Son los últimos sobrevivientes de un genocidio que empezó al fines del siglo XIX con los caucheros y se prolongó hasta la segunda mitad del siglo XX, con los shiringueiros procedentes de Brasil y los traficantes de madera y pieles. Como muchas etnias amazónicas, los cashinahuás también fueron explotados, esclavizados y diezmados por las epidemias que trajo la civilización.

Huni Kuin. Antropóloga María Elena del Solar investiga las técnicas textiles de los cashinahuá.

Huni Kuin. Antropóloga María Elena del Solar investiga las técnicas textiles de los cashinahuá. Fotografía: Felix Contreras

Ellos, los cashinahuás, o más precisamente “ellas”, supieron conservar una antiquísima tradición de tejedoras que elaboran diferentes piezas teniendo como insumo principal el algodón nativo y de colores que crece en sus “jardines”. Son tejidos que se pueden considerar entre los más bellos y sorprendentes de la Amazonía.

Y fue la antropóloga María Elena del Solar quien investigó el método de tejido cashinahuá que implica “una racionalización del tiempo invertido y se aplica tanto a tejidos grandes (hamacas) como a prendas de menor tamaño”. A ese complicado proceso se le denomina la “Varilla de la memoria” y se puede conocer más de él en la investigación Los diseños verdaderos en los tejidos de las mujer cashinahuá del Alto Purús, publicado por el Centro de Investigación Textil de la Universidad de Nebraska.

“La iconografía de los grupos que habitaron en la región del alto Purús y alto Curanja de bió nutrirse sin duda de fuentes muy diversas, como diverso es su territorio, en amplitud y en recursos de flora y fauna”, sostiene del Solar. Y añade que “las figuras y diseños similares se repiten en los textiles kené, en la decoración de la cerámica y en la pintura corporal, con ligeras variaciones estilísticas o debidas al grado de habilidad de las tejedoras”.

Ellas supieron conservar una antiquísima tradición de tejedoras

Ellas supieron conservar una antiquísima tradición de tejedoras

Patrimonio cultural

Los textiles Huni Kuin del río Purús están en proceso de ser declarados patrimonio cultural de la nación.

El expediente está basado en la investigación de María Elena del Solar. El trámite se inició en marzo del año 2020 con la entrega del oficio 0109-2020/Mincetur/VMT/DGA, y está acompañado de cartas de las autoridades comunales Enrique Nonato Naisa y Santiago Belisario Luciano. También lleva las firmas de la comunidad de tejedoras de los ríos Curanja y Purús.

Durante el proceso se amplió la base de las instituciones con las firmas del CITE Ucayali (Mincetur), la Federación de Comunidades Nativas del río Purús (Feconapu), la institución EcoPurús, encargada de la administración de la reserva, de la Jefatura de la Reserva Parque Nacional Alto Purús (Sernanp) y la institución ProPurús, que apoyan plenamente la solicitud de declaratoria, conscientes de la importancia del hecho para el fortalecimiento de la identidad del grupo.

“Como en los intrincados caminos que se ven en la iconografía de los tejidos Huni Kuin, el proceso para su declaratoria como patrimonio ha recorrido un largo camino hasta hoy”, sostiene Del Solar. Un reconocimiento a lo mejor del arte amazónico.