Sofía Loren, el retorno de una diva

La última vez que Sofía Loren (Roma, 1934) había actuado en un largometraje fue en 2009, en el filme Nine, un musical protagonizado por Daniel Day Lewis y Penélope Cruz al que no le fue bien ni en taquilla ni en crítica.

Desde entonces, apenas se había parado frente a los reflectores. La gran dama del cine italiano, la musa de Vittorio De Sica, sueño erótico de varias generaciones, pasaba los días gozando las mieles de una estrella en retiro: inaugurando barcos, asistiendo a cocteles, prestando su figura a marcas de todo tipo.

Solo en 2014 dejó por unas semanas la suntuosidad de su residencia en Ginebra para filmar con su hijo, el director Edoardo Ponti, un cortometraje, La voz humana, basado en una obra de Jean Cocteau que era muy especial para él.

“Siempre tuve dos libros en mi proverbial mesita de noche para hacer con mi madre”, contó Ponti recientemente. “Uno era La voz humana”.

El otro era La vida por delante. Una novela escrita por el francés Roman Gary, que relata la vida de una sobreviviente de Auschwitz, que se dedica a cuidar a hijos de prostitutas, contada desde la perspectiva de un pequeño inmigrante árabe.

El año pasado, cinco desde que hizo La voz humana, Ponti cumplió el sueño de rodar la historia de Gary con su madre.

La trama sufrió ligeras variaciones. El narrador no es un pequeño árabe sino un inmigrante senegalés, Momo, a quien Madame Rosa, el personaje de Loren, conoce cuando le arrebata la bolsa del mercado. Momo se vuelve entonces alguien importante en su vida, testigo de sus recuerdos más duros y de su lento descenso a la demencia.

A Loren, una de las cosas que más la conmovió de la historia fue que la conectaba con episodios de su infancia, golpeada por dos circunstancias terribles como la pobreza y la guerra.

Estrella mundial

La máxima estrella femenina del cine italiano creció abandonada por su padre, en medio de estrecheces, con una madre que vio en la belleza de su hija una posibilidad de surgir. Desde niña Sofía participó en varios concursos de belleza y fue en uno de esos, Miss Italia, donde la conoció el productor Carlo Ponti, el hombre de su vida.

Ponti la ayudó a abrirse paso en Cinecittá, la meca del cine italiano. La presentó a Vittorio De Sica, con quien haría algunos de sus mejores papeles, incluyendo a Cesira, de Dos mujeres (1962), por el que se convirtió en la primera actriz de lengua no inglesa en ganar un Oscar.

Su temperamento, su talento, su belleza salvaje, la hicieron brillar en Hollywood, frente al lente de prestigiosos cineastas como Michael Curtiz, Anthony Mann y Charles Chaplin. Rodando en España conoció a Cary Grant, el único galán que estuvo a punto de arrebatarla de los brazos de Ponti. No lo hizo y la pareja, de 22 años de diferencia, se casó en 1966.

Su trabajo en La vida por delante ha sido, también, otra oportunidad de hacer algo valioso con su familia, aquello que más la inspira en la vida, según contó a Variety hace algunas semanas. Y mostrar al público una historia sobre cómo dos personas pueden conectarse a pesar de provenir de mundos tan distintos, una lección necesaria en estos tiempos de xenofobia y miedo al diferente.

“Mucha gente no considera a los inmigrantes y refugiados como seres humanos, pasan junto a ellos en la calle y, sin embargo, son un mundo aparte”, dijo en una entrevista. “En la historia de amistad entre Madame Rosa y Momo, todo los separa: edad, raza, religión, cultura y, al final, ambos son sobrevivientes. Se conectan a través del dolor y del hecho de que ambos fueron creados sin una familia”.

El filme ha sido adquirido por Netflix y será estrenado mundialmente el 13 de noviembre. Según algunos críticos que ya lo han visto, Loren brilla y conmueve en su papel de Madame Rosa y se erige como una seria candidata al Oscar, cuatro décadas después de su última nominación. (O. M.)