Precio del dólar HOY, domingo 19 de mayo
Domingo

Miley Cyrus: entre la gloria y el abucheo

La chica que hizo de su lengua un ícono se lució como rockera en el IHeartRadio 2020, pero una fracción de sus seguidores no le perdona los clips nudistas que sube a Instagram. No aceptan que Hannah Montana ha crecido.

Que se colgó un collar con una vagina como dije. Que se desnudó otra vez en Instagram. Que rompió con el cantante Cody Simpson. Que no cierra la posibilidad de volver como Hannah Montana. Es temporada alta de noticias sobre Miley Cyrus y el público está atento a sus movimientos. Hace una semana, la cantante de 27 años dejó boquiabiertos a todos con su performance en el IHeartRadio Music Festival 2020 donde, vestida con un traje negro semitransparente, que resaltaba su figura gatuna, cantó una inespe- rada versión rockera de ‘Heart of glass’ de Blondie, se lució con la presentación de su nuevo sencillo ‘Midnight sky’ y resucitó su viejo tema ‘Who owns my heart’, cuyo videoclip, lanzando cuando tenía 17, encrespó a las asocia- ciones de padres estadounidenses por haberse mostrado muy sensual para su edad.

Todos hablaron de su presentación en el IHeart en las redes sociales y le dejaron rendidos mensajes en su cuenta de Instagram como: “Haces feliz mi corazón”, “tu voz estaba hecha para el rock”, “eres la reina de esta generación”. La estrella del pop vive una luna de miel con los ‘smilers’ (como se les llama a sus seguidores), aunque, dado sus antecedentes, se pronostica que podría ser muy breve. Cualquier movimiento que sus fans más conservadores consideren impropios de una “chica buena” –una sacada de lengua inoportuna o un pezón mostrado ante cámaras– podría devolverla al banquillo de las señaladas, donde estuvo muchas veces durante sus cerca de veinte años de carrera artística.

Ese clip nudista

Solo días antes de su presenta- ción en el IHeart era abucheada por un clip que subió a Instagram en el que se la ve semidesnuda, tapándose los pechos con las ma- nos, tras haber hecho un inofensivo estriptis. “¿Qué le pasa a esta chica?”, le escribió alguien. “Relájate, supera tu divorcio y consigue una mascota”, comentó otro en alusión a su separación del actor Liam Hemsworth. La audiencia simplemente no soporta ver a Miley desnuda, aunque lo haya hecho múltiples veces. El culmen fue el videoclip Wrecking Ball (2013), que pasó el billón de vistas de Youtube, y en el que sale montada sobre una bola de demolición. Algunos dicen que ese fue el momento en el que mató a Hannah Montana, el personaje de Disney que la hizo famosa a los 14 años.

Una fracción de sus seguidores no acepta que Miley se haya convertido en esa mujer que hizo de su lengua un ícono y que expresa su sexualidad a su manera. Quieren que sea “más seria” y ella ha hecho exactamente todo lo contrario.

Quién olvida sus fotos filtradas fumando marihuana, sus portadas en topples, su aceptación pública como pansexual, sus vestidos estrafalarios, su abierto apoyo al aborto como derecho, su osada performance en los MTV Video Music Awards del 2013 en la que le bailó twerking al cantante Robin Thicke, que causó tanto escándalo como aquel MTV en el que el Britney Spears le dio un beso en la boca a Madonna.

Pero no es del todo cierto que Miley “encienda” sus redes sociales solo para contrariar a su público, lo podría hacer, también, como estrategia para promocionar sus nuevas can- ciones. Con muchos años en el negocio del entrenamiento, sabe que, si el mundo habla de ella, hablarán también de su música. No es casualidad que haya subido ese clip nudista para promocionar su nuevo sencillo ‘Midnigth sky’, que formará parte de su próximo disco She is Miley Cyrus. La Rolling Stone de México lo ha calificado como un tema de empodera- miento femenino que gira entorno a cómo una mujer, que ha vivido una ruptura amorosa, retoma su libertad. La cantante no ocultó que la letra tiene que ver con su divorcio: “Sentí que mi historia había sido contada por terceros”, dijo Miley a la revista, siempre abierta a compartir su vida íntima con su público y a remover las redes.

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.