Máquinas para el cielo peruano

Exhiben sus últimos proyectos aeroespaciales como si fueran trofeos de guerra: el cohete capaz de hacer llover a las nubes, el globo estratosférico que reforestará la selva, el satélite que informará a los agricultores sobre la temperatura de sus cultivos.

Los estudiantes de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) han empapelado, orgullosos, su laboratorio de trabajo con los bosquejos de sus prototipos más logrados.

Desde hace meses, este equipo, bautizado como los Smart Machines (SM), perfecciona estos artefactos voladores con el fin de mostrarlos en el próximo encuentro mundial de estudiantes C'Space 2019 que se realizará en el campamento militar de Ger en Francia.

Quieren demostrarle al mundo que los peruanos también producen tecnología aeroespacial y que son buenos.

Y es que los SM tienen una tradición de logros. En su laboratorio se ensambló el Chasqui-1, un nanosatélite de un kilogramo que fue lanzado al espacio, el 2014, desde un transbordador ruso.

Fue una hazaña que el país entero aplaudió, y dejó una valla muy alta para las nuevas generaciones de jóvenes científicos. Hoy, con mucho esfuerzo, los SM siguen creando prototipos que están a la altura del pasado glorioso.

"Las competencias nos retan porque conocemos gente de otros países y nos comparamos", dice el ingeniero mecánico egresado de la UNI, Cristian Gómez. "Además, creamos contactos con otros estudiantes que vienen a Perú a hacer pasantías y a capacitarnos".

Lo que más entusiasma a los estudiantes de su participación en el C'Space es que sus prototipos serán lanzados al cielo por primera vez. Aquí en Lima no pueden realizar pruebas por el tráfico aéreo.

"Necesitamos un permiso especial del Ministerio de Transportes", comenta Romel Valqui, alumno del cuarto año de ingeniería mecánica eléctrica.

El tiempo corre en contra de los estudiantes. El próximo 12 de julio, catorce de ellos y sus respectivas máquinas deberían abordar el avión rumbo al C'Space pero, posiblemente, no todos podrán viajar. Hasta el cierre de esta edición, solo obtuvieron el financiamiento para la compra de ocho pasajes aéreos.

Por estos días los vemos concentrados en el retoque de sus prototipos: cortan cables, alinean circuitos electrónicos, sueldan las piezas que faltan.

Han aparecido en la prensa toda la semana. Lo han hecho porque quieren probar lo buenos que son, y que merecen representar al Perú en el C'Space.

Soluciones para la vida

El 2018, el equipo de los SM (compuesto por 24 estudiantes de las carreras de ingeniería mecánica, mecatrónica y electrónica de la UNI) se reunió en este laboratorio financiado por el Centro de Tecnologías de Información y Comunicaciones C-TIC para acordar la meta del año.

Deberían idear máquinas aeroespaciales como cohetes, drones o CanSats (satélites del tamaño de una lata de soda) que, además de volar, resolvieran una problemática de la vida cotidiana.

Se dividieron en grupos.Tras recibir en el campus a dos estudiantes franceses expertos en el ensamblado de minicohetes, el equipo del estudiante de ingeniería mecánica eléctrica, Jafet Santibáñez, se vio seducido por el funcionamiento de estos artefactos que se mueven en el espacio por efecto de la propulsión.

Se propusieron construir un prototipo. Se les ocurrió replicar la experiencia de empresas mineras estadounidenses que usan cohetes para evitar que las tormentas caigan sobre sus plantas extractivas y paralicen la producción.

¿Cómo lo harían?

Santibáñez sostiene un cohete de dos metros de altura hecho de fibra de vidrio y aluminio. Con un poco de ayuda, desenrosca la ojiva, la parte hueca y cónica. "Aquí irían las cápsulas de bacterias", dice.

Según los estudiantes, este cohete pintado de blanco y rojo sería capaz de generar lluvias.

El procedimiento es sencillo: el artefacto es lanzado a cuatro kilómetros de la superficie terrestre con una carga de pseudomonas, unas bacterias que salen desprendidas y que al entrar en contacto con las nubes estratos (nubes negras de tormenta) desencadenan la precipitación.

"Si vemos que hay nubes acercándose a una planta minera o a una zona propensa a huaycos, las podremos descargar con nuestro cohete antes que lleguen a la zona susceptible. ¿Se imagina cuántas pédidas humanas y materiales nos ahorraríamos", agrega Santibáñez.

Por esta innovación, los creadores del cohete Kuntur, como fue bautizado, fueron premiados por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía el año pasado.

Y así como puede ser usado por la minería, el cohete también sería beneficioso para la agricultura, pues podría generar lluvias en los periodos de sequía.

Asesor de agricultores

Si consiguen el financiamiento para el viaje al C'Space, el Kuntur, así como otros tres prototipos, podría volar en el cielo francés.

El CanSat Telemetric es un satélite pequeño ideado por el grupo de Romel Valqui: "Será una herramienta muy útil para los agricultores", dice el estudiante.

A través de un sistema de sensores, el satélite medirá la humedad, la temperatura, la presión atmosférica y el exceso de gases contaminantes, y enviará esta información al teléfono celular o a la computadora de un agricultor.

"Si detecta que la temperatura para el cultivo de la papa, por ejemplo, no es idónea, le proporcionará los parámetros adecuados para su desarrollo. Incluso, si el cambio de temperatura es excesivo, le sugerirá el cultivo que mejor se adapte a ese ambiente", dice Valqui.

Naturalmente, el CanSat Telemetric tiene que volar, y el equipo planea elevarlo con un globo de helio que será controlado de forma remota y lo conducirá hacia el área que tendrá que escanear.

Muy similar es el mecanismo del globo estratosférico creado por el grupo Wanka.

George Fajardo, estudiante de mecatrónica, indica que su principal función es reforestar los terrenos de la selva depredados por la minería ilegal.

Es, en líneas generales, una cápsula que también será elevada por un globo de helio y que llevará en su interior semillas de kiwicha, quinua y maca.

"Su trayectoria será previamente programada y llegará a lugares de la selva donde el hombre no tiene acceso. Nos guiaremos de las imágenes del satélite PerúSAT que ya tiene mapeados los territorios que han sido devastados. Allí actuaremos", dice Fajardo.

La curiosidad por conocer qué hay más allá de la estratósfera es la razón de ser de estos estudiantes de la UNI.

Cada generación de los SM tiene la misión de superar a la anterior con sus invenciones. Este grupo ya piensa en su nuevo prototipo. Quieren enviar al espacio un robot explorador capaz de transportarse en Marte.

El próximo año piensan participar en otra competencia internacional que convoca a las mejores universidades del mundo como el Massachusetts Institute of Technology, Harvard y Stanford.

Por lo pronto, aún pujan por tener un lugar en próximo C’Space de Francia para mostrar lo que son capaces de hacer.

Si desea colaborar con los estudiantes puede hacerlo haciendo un depósito a esta cuenta: BBVA Banco Continental 001103410200366586 CCI: 0011341000200366586-52 a nombre de Romel Valqui Ramírez; teléfono de contacto: 997422137