Anticiclón del Pacífico Sur se acerca a Perú
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¿Quién fue Inés, la esclava acusada de brujería y quemada durante el Virreinato del Perú?

Desde 1569 hasta 1820, el tribunal de la inquisición de Lima sometió a torturas a mujeres que realizaban supuestas prácticas diabólicas.

¿Hubo brujas en Perú? Conoce aquí los detalles. Foto: composición de Gerson Cardoso / La República
¿Hubo brujas en Perú? Conoce aquí los detalles. Foto: composición de Gerson Cardoso / La República

Aunque ahora el territorio de Tucumán conforme Argentina, en 1703 esta porción del mapa —y gran parte de América Latina— le pertenecía al Virreinato del Perú. Según recoge National Geographic, fue aquí donde don Francisco Luna y Cárdenas llevó a juicio a su esclava, la negra Inés. ¿Por qué? La acusaba de hechizar a su esposa y provocar la muerte de sus dos hermanas. El testigo de este acto calificado como brujería fue un médico español de apellido Vargas Machuca. La copia textual de la declaración de la época evidenciaba que la mujer había vomitado “guesitos que parecían ser de sapo y unos palos de yerva (sic) y otras inmundicias, votones de asahar (sic) que no se pudo determinar lo que eran”.

¿Quién fue Inés?

La esclava que protagoniza este episodio oscuro servía a la familia de Luna y Cárdenas, un español afincado que se había instalado en la zona. Se le imputaba haberle tocado la cabeza a los miembros del patrón, de tal modo que dos habían muerto y uno, la esposa, estaba al borde del delirio. Inés, agobiada por el círculo y la extrema mano de la Iglesia, cedió a los señalamientos.

¿Qué dijo Inés sobre la brujería?

En el registro figura la admisión de Inés: ella era acosada por la voz del diablo, dijo. Además, “había hecho un trato de darle su alma al tiempo que le enseñó el arte de la hechicería”. Explicó que, para desatar el maleficio, don Francisco y su mujer debían buscar un sapo color blanco en cuya barriga albergaba el encanto. El animal tenía que ser ubicado en la cabecera de la cama matrimonial, desde la cual expulsaría catorce espinas, tres cabellos del enfermo y otras inmundicias.

“El juicio de Inés se caracterizó por la brutalidad excepcional de la pena impuesta (la hoguera) y sería el primer caso documentado de pena de muerte por hechicería en las tierras que luego serían la Argentina”, detalla Juan Bubello, director del Centro de Estudios sobre el Esoterismo Occidental de la Unasur (CEEO), para la revista.

¿Hubo más acusaciones de brujería en el Perú?

Las mujeres perseguidas por brujería eran indias y negras que, “al practicar sus costumbres ancestrales, fueron clasificadas por el aparato inquisidor como seguidoras del demonio”, explica Poderti del Conicet para el mismo medio.

La investigadora recopila en su libro “Brujas andinas” la fuga de algunas de ellas hacia las altas punas para poder practicar sus cultos sin censura. Sin embargo, “muchas fueron descubiertas en el servicio de los rituales incaicos y quedaron automáticamente clasificadas dentro de la categoría europea de ‘brujas’”, aunque solamente practicaran rituales relacionados con sus creencias.

¿Cómo castigaban a una ‘bruja’?

Ser llamada ‘bruja’ era ser acusada de un delito religioso, por tanto, la persona era apresada y obligada a presentarse frente al tribunal en un acto público llamado “auto de fe” para mostrar su arrepentimiento. El juzgado luego decidía la penalidad.

Asimismo, el historiador Bubello hace una diferencia teórica entre la hechicería y la brujería: “Lo que vemos en las fuentes no son acusaciones de ‘brujería’, sino de ‘hechicería’ (la construcción de pacto colectivo en un ‘aquelarre’ no aparece y, por ende, la sanción punitiva, en principio, es mucho menor)”.

Sin embargo, Inés sí fue considerada culpable, encarcelada y quemada en la hoguera.

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