¿Qué dice el nuevo estudio sobre la sal y su potencial para combatir al coronavirus?
Aunque falta comprobar su eficacia en ensayos clínicos, la solución de sal se muestra desde ya como una alternativa para fortalecer las campañas de vacunación y los protocolos de bioseguridad contra la COVID-19, según experta.
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Científicos de diversos departamentos de la Universidad de Sao Paulo, en Brasil, con el financiamiento de la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Sao Paulo, expusieron que una solución de sal simple y económica tiene la capacidad de frenar la propagación de la COVID-19 a través de un infectado y reducir las probabilidades de desarrollar una enfermedad severa. El artículo especializado se puede leer en la revista Farmacología ACS y ciencia traslacional.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que si bien la solución de cloruro de sodio inhibe la replicación del virus, este descubrimiento no ofrece una protección total, tampoco es la cura a la enfermedad, solo un método medicinal de apoyo para el organismo.
Cristiane Guzzo, una de las investigadoras provenientes del Departamento de Microbiología en el Instituto de Ciencias Biomédicas de la universidad mencionada, expresó que la solución hipertónica de cloruro de sodio ya ha sido usada como medida preventiva de otros males respiratorios, por ejemplo, en casos de gripe, bronquiolitis, rinitis, sinusitis y otros.
La solución de sal al 1,5% impidió la replicación del coronavirus al 100% “en la línea celular de riñón de primates no humanos”; inclusive esa misma fórmula al 1,2% fue suficiente “para inhibir la replicación del virus en un 88% en el pulmón epitelial humano”.
Ahora, falta comprobar la eficacia en ensayos clínicos, y se puede abrir otra vía de estrategias, distinta a las vacunas, para el tratamiento de la COVID-19.
Según los involucrados en la redacción del manuscrito, se sugiere probar dos tipos de uso de la solución salina. Primero, un aerosol nasal se encargaría de salvaguardar las vías respiratorias, cuyos orificios son los principales portales para el ingreso del coronavirus al organismo. La segunda opción sería administrarlas mediante nebulizaciones.
Guzzo recomendó —de desarrollarse el producto— incluirlo en la lista de protocolos de bioseguridad contra la COVID-19. Por supuesto, la sustancia no sustituirá, en ninguna circunstancia, el uso de doble mascarilla, las dosis de vacunación, ni el evitar los hacinamientos en lugares públicos, remarcó la experta.
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