Debido a la diversidad de música con la que cuenta el Perú, el público nacional gusta mucho de los conciertos, ya sea por sus artistas favoritos, la variedad musical, entre otros factores. No obstante, el tema de las estafas se ha agravado con el avance de la tecnología y es ahí que la empresa VAOpe.com ha logrado encontrar un nicho importante con una propuesta de valor diferente a las ya conocidas.
Con alrededor de 1.000 eventos organizados y diversos métodos de seguridad en sus entradas físicas y virtuales, han conseguido posicionar a VAOpe.com como la principal ticketera en lo que a eventos de cumbia y folclore respecta, tanto es así que cuentan con los principales shows para despedir el 2023. Con el objetivo de conocer más a detalle sobre su método y éxito, conversamos con Dany Tsukamoto, gerente de Vaope, quien nos explicó además las expectativas de la empresa de cara al 2024.
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—¿Qué es VAOpe.com y cómo surge este modelo de negocio que se ha convertido en una de las principales alternativas en públicos que acuden a eventos masivos?
—VAOpe es un proyecto que nace en pandemia con la intención de ayudar a la gente a vender y a otros a comprar, tanto es así que nuestra razón social es colaborativa (SAC) e incluso empezamos con un e-commerce en Gamarra, en el que ayudamos algunos emprendedores de este emporio. A la par, yo seguía haciendo producción audiovisual, pero en pandemia eso paró mucho. Entonces, lo que empecé a hacer fue producir conciertos. Hice con el Grupo 5, con Josimar, con Explosión de Iquitos; fue ahí que nació la necesidad de vender las entradas online, pero las ticketeras que hay en el mercado no aseguraban que no se iba a caer el sistema. De hecho, se cayó muchas veces en varios eventos, entonces, viendo esa necesidad y con la experiencia en pandemia, decidimos con mis socios hacer una etiquetera.
Yo producía el concierto de Explosión de Iquitos con Melody de España y lo vendimos por la etiquetera, esto fue en mayo del 2021, que lanzamos este evento apuntando a la fiesta de San Juan, que era en junio. En paralelo a ello, además del streaming se podían hacer eventos y pasamos al presencial. Inicialmente, por un tema de contactos, ya que he trabajado con casi todos los grupos de cumbia haciéndoles sus producciones audiovisuales, su videoclip y con muchos promotores a quienes he conocido cuando estaba en televisión; les hablé del proyecto y así empezó.
Nació como idea para ayudar y para acercarnos a un público que no estaba acostumbrado a este tipo de compra y de venta que, básicamente, era el de la cumbia. Nos esforzamos mucho por hacer una experiencia de usuario lo más fácil posible. La gente empezó a usarlas sin mayor problema, también contamos con un servicio de atención al cliente muy activo y digamos que así hemos logrado posicionarnos, sobre todo, en el género de la cumbia y el folclore en los conos. Tenemos las fiestas más importantes de estos géneros en Lima para Año Nuevo y varias en provincias. Ahora tenemos también las fiestas oficiales del carnaval de Cajamarca, tenemos eventos en Piura... en fin, es así como hemos logrado crecer en el sector más popular del Perú, que es la cumbia.
—Ustedes se definen como un punto de venta de entradas, asignación de ubicaciones y validación de ingreso a eventos musicales...
—Nos ha tocado brindar el servicio completo a los organizadores, puesto que ellos tampoco estaban acostumbrados a hacerlo. En la cumbia y el folclore, lo que se hacía era vender en la puerta y transportaban el dinero en bolsas, pero de un tiempo a esta parte generaba mucho riesgo. Además, los organizadores no sabían si les iba a ir bien o mal hasta el día del evento, entonces nos ha tocado hacer, de alguna manera, de evangelizadores del e-commerce y, como me dijo un colega, "hemos democratizado el e-commerce de venta de entradas en el Perú" y nos ha tocado enseñarles de cero a validar un QR, a ver que no se repitan. En fin, ayudarlos en el orden de ingreso.
Nos ha tocado trabajar muy de cerca con los organizadores de cumbia, de folclore y yo creería que hemos crecido orgánicamente, la gran mayoría de clientes que tenemos ha sido porque se han pasado la voz y esto ha sido muy conveniente, ya que los grupos de cumbia recorren todo el país. Entonces, van contando la experiencia que han tenido y ya otros se van pasando la voz felizmente. Creo que hemos logrado identificar la necesidad de conocimiento que requería este sector.
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—Están involucrados en sectores como la cumbia y el folclore, en los cuales, debido al público y a la industria que rodea estos géneros, es posible que haya inseguridad. En ese sentido, una empresa como este, que busca brindar cierta seguridad a los procesos, afronta más de un reto tanto con los organizadores como con agentes externos que pueden hasta representar un riesgo para Vaope.
—Creo que no hay emprendedor o empresario que, al alcanzar algún grado de éxito, no haya recibido por ahí alguna llamada, aunque sea falsa, pero algún intento de algo ha tenido. Pienso que el tema del e-commerce también es una medida de seguridad para los organizadores porque les permite no tener efectivo en la mano. Hay eventos que son sold out antes de la fecha, entonces no hay mayor riesgo ahí de que les pueda pasar algo en el tema de la informalidad. Más que informalidad, el 75% de la economía en el Perú se basa en emprendedores y la gran mayoría de estos por necesidad, por desconocimiento, por costumbre o por lo que fuera son informales. Como te decía, antes de entrar a la cumbia, entramos a Gamarra. También conocimos un poco el mercado y nos hemos adaptado a ese público. Hemos hecho una plataforma que no es estándar para todos. Tenemos muchas posibilidades de uso, pero eso nos ha permitido adecuarnos; por ejemplo, el organizador A no trabaja igual que el organizador B y el B tampoco como el C. El de Lima tampoco que el de provincia, el del cono norte tampoco trabaja igual que el del cono este. Y así tenemos un producto que se ha logrado adaptar a las diferentes formas de trabajar de cada ciudad, cada provincia.
No tenemos un trato estándar para todos porque personalizamos mucho el servicio y eso es lo que nos ha permitido avanzar. He producido eventos mucho antes de pandemia, incluso antes de tener la idea de que algún día haría una ticketera y me tocó trabajar con las que hay en el mercado. Y esto no es hablar mal de ellos ni nada, yo creo que han tenido un camino muy largo y muy exitoso que nos gustaría imitar, pero vimos que el método de trabajo no era el ideal. Para nosotros esa ha sido una oportunidad que nos ha permitido trabajar con este público, que de repente ha sentido algún tipo de discriminación, de rechazo y nosotros nos hemos adaptado. Las personas que trabajamos en Vaope estamos todas las semanas, ya sea en el gran complejo de Santa Anita o en El Huaralino, el cono norte o a veces viajamos a alguna provincia y estamos siempre cerca de los organizadores, cerca de los artistas del género. Siempre tratando de escucharlos, les damos un acompañamiento muy cercano al proceso de aprendizaje sobre este sistema de trabajo y, los que ya lo aprendieron, le están sacando un superprovecho. Lo juntan con el tema de su comunicación, de su publicidad y están bastante contentos. Nos recomiendan mucho y eso es lo que nos ha ayudado a crecer.
Dany Tsukamoto cuenta con experiencia en el rubro audiovisual y televisivo. Foto: Vaope
—Ante los diversos casos que se han dado con estafas en los conciertos, ¿cómo han logrado garantizar seguridad para los usuarios, qué métodos utilizan?
—Te explico, utilizamos cintillo, un ticket, pero el ticket tiene un holograma y en la parte posterior, con luz infrarroja, se puede apreciar también un sello infrarrojo. El problema con esto es que muchas empresas te venden esto, lo único que cambia es la impresión, el problema con esto es que el proveedor viene de China y otro de Canadá, pero todos te venden el mismo papel, el mismo holograma y el mismo sello infrarrojo. Entonces, ¿qué pasa en un evento? Si ofrecemos las entradas en la puerta, el organizador va a abrir la boletería a determinada hora, puede llegar gente inescrupulosa que en muchos de estos casos son los primeros que compran tickets. Dos o tres horas después, ves gente en la puerta vendiendo esas mismas entradas y, como no hay forma de diferenciarlo, los organizadores ven que otras personas ofrecen sus tickets y ha habido eventos —créeme— con 900, con 1.000, con 1.200 personas adentro cuyos tickets no los vendió el organizador. Es decir, perdieron toda esa plata debido a los falsificadores.
Se dicen que en Lima hay una combi que lo hace rapidísimo, pero esto ocurre en todos lados, peor si se venden con muchos días de anticipación en punto de venta. Al llegar el día del evento, estarán falsificadas. Al detectar ello, lo que hicimos nosotros fue que a los tickets y cintillos les pusimos un código QR. Con esta tecnología, basta que tengas un código QR único, así uses el método que sea es un boleto único. Entonces, ya nos ha pasado que hemos ido a eventos en los que normalmente se vendían los cintillos o los boletos, una persona los compra, los falsifica y ya no ha podido ingresar porque el código QR solamente se valida una vez.
Una vez que alguien con código QR ingresa, así hayan replicado el código 1.000 veces, no van a ingresar al evento. Incluso, los organizadores nos bromean diciendo que los falsificadores nos están buscando o deben estar inventándose otras formas de negocio porque esto nunca para, pero por lo menos ahora hemos logrado darle esta seguridad al organizador de que ya no le van a falsificar sus entradas, así lo venda esto con un mes de anticipación y alguien lo tenga en su bolsillo. No es imposible falsificar, a lo mucho vas a multiplicar este código, pero solo ingresará el primero que llegue y esto permite que el organizador no pierda. Estamos en esa tarea de educar a los compradores, que en algunos casos, desgraciadamente, aprenden —a la mala— a no comprar en lugares no autorizados o, si compran en la puerta, se preocupan por primero entrar y pagar desde adentro, y si no entran no pierden su dinero. Hay muchos casos de gente que viene con una entrada, no entra y le hace la bronca al revendedor que está afuera.
Aunque parezca algo muy obvio para algún sector que ya lo conoce, para este sector ha sido superimportante este avance con la tecnología, lo cual ha permitido que miles de usuarios sean estafados. Hubo un caso en Cajamarca en el que al final del día, cuando hicieron el recuento, tenían como 1.600 entradas falsificadas por 50 o 60 soles cada entrada. Imagínate cuánto perdió ese organizador. De momento, esto está funcionando muy bien, le damos toda la capacitación al organizador, ya que tenemos eventos en todo el país con este tipo de tecnología.
Esto nos ha ayudado también a abrir otro modelo de negocio, pero ahora también ofrecemos la venta digital, se compra en la web y el impreso que también lo vendemos a los organizadores y lo venden en la puerta porque antes era como nosotros le vendíamos el digital y compraban el impreso por otro lado; pero nos ha permitido abrir otro modelo de negocio que en realidad no es que tengamos una utilidad muy alta, pero queremos seguir ayudando y que la gente también vaya aprendiendo. Por ejemplo, el año pasado hicimos el aniversario de una folclórica muy conocida y vendimos como 350 entradas, este año hemos hecho el mismo evento con ese organizador que viene trabajando con ese público, el mismo día, la misma fecha, el mismo lugar, la misma folclórica, los mismos artistas invitados y hemos casi quintuplicado la venta online de ese evento. Eso nos da una señal de cómo la gente va aprendiendo y entendiendo lo seguro de comprar así (en la web autorizada).
Es un avance importante para este sector que ha estado muy lejano a este tipo de compra y venta. Creo que las ticketeras grandes —por decirlo de alguna manera, las que tienen más tiempo— no quisieron tomarse el trabajo de acercarse, de educar, de acompañar a este público, que es bastante amplio.
—Así como cuentan con el canal digital, ¿también poseen puntos físicos o se tiene pensado implementarlos?
—Tenemos un sistema de venta presencial en el cual, en algunos casos, nosotros mismos como Vaope ponemos el punto presencial, pero no es necesario. Hemos tenido eventos —por ejemplo, varios puntos presenciales— y lo que nosotros hacemos es darle un usuario y contraseña para que desde cualquier lado desde donde esté su teléfono, ya sea que estés en un módulo o en un lugar, puedas vender desde nuestro sistema y registrar los datos, y al usuario final le llegue su compra por correo y por WhatsApp, o si quieren también lo imprimen. Con este sistema, el organizador en tiempo real va viendo cuánto está vendiendo cada punto de venta y, digamos, que las ubicaciones —en el caso de que haya boxes—, si ya fue vendido, se bloquea hasta para los usuarios que compran por la web, así se evita la duplicidad de ubicaciones. Esta facilidad también, por ejemplo, se está usando mucho en eventos deportivos en los que puedes vender desde cualquier lado, poner tu punto de venta, sin temor a que haya duplicidad de venta y ver en tiempo real cuánto está vendiendo cada punto de venta.
—Entonces, los puntos físicos no existen como tal, sino que se dan de acuerdo con el tipo de evento.
—Así es, de acuerdo con el evento y al organizador, es lo que ha venido funcionando. Hay organizadores que tienen otro tipo de negocio, entonces ponen en su negocio un punto de venta o a veces un promotor. Por ejemplo, hemos vendido en Tarapoto eventos del Grupo 5 y había como 20 promotores. El organizador pidió 20 usuarios y contraseñas, y cada promotor vendía desde su teléfono. Ni siquiera tenía que tener un punto de venta físico, puedes vender con nuestro sistema desde donde estés. No tenemos punto de venta presencial como tal porque no es tan rentable. Digamos que el online se lleva un poco de encuentro al canal presencial.
—Además de eventos de folclore, de cumbia y algunos de fútbol, su plataforma ofrece propuestas como canastas y full days. ¿Se busca ampliar las ofertas de estos nichos o, en todo caso, brindar una mayor cantidad de alternativas a las ya ofrecidas?
—Nos adaptamos mucho al organizador. En el caso de full days, nos ha pasado mucho con locales que tienen piscinas, que hacen conciertos todas las semanas, sobre todo, en verano. Ellos vieron que vendían la entrada, pero normalmente estaba separada del uso de las piscinas, y en algún momento nos propusieron ofrecer el full day, y empezaron a hacer paquetes. Sumado a ello, surgió la iniciativa de añadir comida y bebidas, y ha funcionado.
En el caso de las canastas —y en algún momento hemos tenido un convenio con una cadena de peluquerías—, lo hemos usado más como beneficios para nuestros usuarios, ofreciendo un precio especial casi como una cuponera en la que los usuarios de Vaope tienen algún tipo de descuento particular. Creo que es un modelo de negocio que venimos explorando y está funcionando. Estamos buscando la forma de hacerlo incluso más grande, más rentable. Por ahora, estamos muy enfocados en la venta de entradas, pero siempre estamos evaluando darle algún beneficio, ya sea a nuestros organizadores o a nuestros usuarios, que son los dos clientes de las ticketeras: el usuario final que compra su entrada, pero sobre todo el organizador, que es el que crea los eventos. Estamos tratando siempre de darles algunas facilidades para que puedan generar mayores ingresos.
—¿El éxito de su modelo de negocio los lleva a buscar la internacionalización en mercados similares o donde quizá el folclore y la cumbia peruana sea muy cotizada?
—Nosotros estamos abiertos a las posibilidades. De Bolivia nos han llamado y hemos tenido algunas conversaciones para hacer Vaope en Bolivia, ya que ambos países intercambian muchos artistas. Digamos, en el cono este de Lima, por lo menos todos los del sur, siempre hay artistas bolivianos y en Bolivia los grupos de cumbia de Perú —ya sea Grupo 5, Corazón Serrano, Armonía 10, Agua Marina o Deyvis Orozco— tienen mucha pegada y han conocido la marca a través de los pósteres de estos artistas, en el sur también en figuras como Yarita Lizeth, de Cliver Fidel, entre otros.
Asimismo, grupos de Bolivia han tenido éxito aquí; por ende, estamos creo un poco más cerca de concretar con ellos. De Ecuador también nos han contactado porque el público ecuatoriano sigue mucho a los artistas peruanos, pero de Bolivia han mostrado mayor interés en poder llevar una ticketera que tenga estas características y funcione en el sector, que se pueda adaptar a diferentes tipos de organizadores, conocer su situación, asesorarlos, acompañarlos y trabajar en equipo.
—¿Qué puede esperar el usuario de Vaope de cara al siguiente año?
—Estamos acercándonos al fútbol tanto de primera como de segunda división y, sobre todo, de provincia porque también hemos visto las mismas falencias que había en la música; es decir, un sector muy grande de la población que no está acostumbrada a usar una ticketera. Entonces, creemos que ahí tenemos una oportunidad, ya hemos hecho torneos de fútbol en provincia y nos ha ido bastante bien. Eso es por un lado y, por el otro, lo que nosotros queremos ahora es seguir trabajando porque, si bien es cierto que nos está yendo bien con muchos eventos, todavía hay un porcentaje grande. Por ejemplo, hay eventos en el que asisten 5.000 personas y con nosotros se ha comprado el 90%, pero hay eventos en otras zonas donde asiste esa misma cantidad de personas, pero con nosotros ha comprado solamente el 30%. Entonces, la idea no solamente es tener más eventos, sino seguir educando a ese otro sector de la población que todavía no está comprando en la ticketera o no ha llegado a usar alguno de nuestros servicios; pero todavía hay un trabajo grande por hacer con la cumbia, que es el género más consumido en todo el país tanto en redes como en plataformas, radios y dispositivos.
Digamos que, de 10 peruanos, 7 u 8 consumen cumbia y después viene el folclore. Queremos terminar de posicionarnos en estos géneros, y de una manera no muy onerosa, porque eso es otro de los factores que nos ha ayudado.
—¿De cuánto es la comisión de Vaope frente a las empresas ticketeras con las que compiten?
—Nuestra comisión es la más baja del mercado porque siempre salimos con la intención de ayudar más allá de que sea un negocio. Como toda empresa, buscamos rentabilizar, pero nuestra intención de fondo se iba a ayudar y eso nos ha permitido crecer como hemos crecido. Nuestra comisión es más o menos del 6,5%, ahí estamos sumando la comisión de la ticketera y de las pasarelas de pago, que en la gran mayoría de los casos ganan más que nosotros todavía; pero hay formas de recuperarlo: a veces subiendo el precio el día del evento y haciendo preventas. Así vamos explicando a los organizadores para que obtengan una rentabilidad mayor, porque en un evento, hoy en día, un buen porcentaje se va entre Apdayc, la ticketera, los permisos, los artistas, el local... en fin, es una gran inversión.
—¿Dentro de su propuesta para el próximo año está el fusionar los torneos deportivos con eventos musicales?
—Esa es la tendencia. En Lima, los grupos grandes están poniendo en el entretiempo un show, pero tanto en provincia y en campeonatos de fútbol 7 se está pensando hacer exactamente eso, darle al espectador la oportunidad de un fin de semana no solo para apreciar un partido de fútbol, sino también para hacer que se quede, que consuma algo y la pase bien. Darle un espectáculo más allá de lo deportivo y nosotros tenemos que estar donde está el mercado, de todas maneras.
Tenemos en mente lanzar merch y una línea de ropa alusiva a la cumbia con temas de Vaope, la idea es seguir creciendo y la cumbia tiene tanto potencial.
—Finalmente, a pesar de los métodos de seguridad que tienen no están exentos de que alguien pueda vulnerar estas medidas, ¿cuentan con algún protocolo de seguridad en caso de estafas?
—Depende mucho del organizador, algunos nos piden que en el ticket figure el número de DNI y el nombre de la persona. El tema de seguridad va de la mano de la forma de trabajar con el organizador, ya que eso va a implicar que cuente con más personas validando el día del evento, lo cual genera demoras y largas colas.
No tenemos ninguna opción que no tengan las ticketeras grandes o las internacionales que han llegado, ya depende mucho del organizador, su flujo de ingresos y su flujo de venta. También nos ayudamos en eso, pero todavía es un trabajo que no está estandarizado. Nosotros ofrecemos todas las medidas de seguridad tanto para validación como soporte.
—¿Cuáles son las recomendaciones para evitar ser víctima de estafa?
—Recomiendo al público hacer caso a lo que ha previsto el organizador y comprar en un lugar autorizado, ya sea una ticketera o un local autorizado por el organizador, porque si le compras a un tercero, nadie nos va a poder reclamar en caso de que pase algo. Ahora, con sucesos como el fenómeno El Niño, la pandemia o estado de emergencia, un evento puede ser suspendido, cancelado y hasta postergado; pero si tú compraste, por ejemplo, en la ticketera, tienes cómo reclamar tu entrada o una devolución.
A los organizadores les ofrecemos toda nuestra capacidad operativa, nuestras ganas de ayudarlos, nuestra tecnología y la experiencia que ya hemos venido acumulando en dos años. Ya estamos bordeando los 1.000 eventos vendidos.