No son las estrellas de Mistura ni sus nombres aparecen en las cartas de los grandes restaurantes, pero el tocosh y el warcash, dos potajes aclamados en Lauricocha (Huánuco), sorprenden -o espantan- a los paladares viajeros. , Luis Pérez / Revista Rumbos En la sosegada provincia de Lauricocha (Huánuco), los yachaqs (sabios) y todos los lugareños se ufanan de que en los Andes se come rico... pero sano, porque se respeta la herencia y la tradición culinaria. Ese es el ingrediente principal de las recetas que se preparan y se comparten en hogares, escuelas, chacras, en fin, en donde sea y donde se pueda. PUEDES VER: Lauricocha: Justina Amancio, la noble cocinera de Jesús Y es que aquí, en la 'cuna del hombre más antiguo del Perú', Roger Campos, un yachaq del centro poblado Cosma (Rondos), ofrece a los pobladores de su comunidad y a los viajeros que pretenden llegar a las cimas de las cordilleras huanuqueñas, dos preparados con sabor a Perú, pero del Perú ancestral y natural. El warcash o huarcash se come con un cafecito caliente. Foto: Jorge Calderón Tuqush api Del plato emana un olorcito penetrante que muchos no toleran. ¿Su nombre?: Mazamorra de tocosh (Tuqush api). ¿Cómo se prepara?: con papa fermentada durante seis meses en pozos profundos y húmedos cubiertos con ichu, para ser utilizada con fines curativos. Es ideal para combatir la gastritis y las úlceras. Pasado ese tiempo, los tubérculos son descascarados cuidadosamente para que no se desperdicie el almidón. "Se prende la tullpa (fogata) para hacer hervir el agua con canela, clavo de olor y azúcar al gusto. Luego, la papa fermentada es movida con la wishlla (cucharón)", afirma el sabio. "Es penicilina natural. A cuantas personas en el pueblo ha curado de los males estomacales", sostiene un comunero que en un dos por tres termina la mazamorra. No es el único. Casi todos lo hacen. Excepto los visitantes. Ellos no se atreven. El olor los espanta. Solo algunos se animan. El tocosh es penicilina pura y natural. Foto: Jorge Calderón Trigo y queso El tocosh no es la única preparación con propiedades nutricionales y curativas de Lauricocha. El warcash o huarcash es un alimento que encaja en el desayuno, el almuerzo o la cena. No importa la hora o la circunstancia. Siempre estará presente acompañado de un cafecito para combatir las bajas temperaturas. Su preparación es más sencilla que la del tocosh. Solo se necesita harina tostada de trigo y queso fresco. El matrimonio de estos insumos genera unas tiras -similares a trenzas- en el platillo. "De allí viene el nombre warcash que se refiere a los primeros cabellos de los niños", ilustra Edber Bejarano. Y son los infantes quienes más gozan de este potaje que también se sirve en las escuelas. "Alimentados sanamente, nuestros niños son más inteligentes y fuertes", se jacta la profesora Karina Morales. Al escuchar eso, los exploradores quieren más y más warcash. Y usted, ¿se animaría a probarlos en su viaje a Lauricocha?