HOY martes 23 junio de 2020, México registró un terremoto de 7,5 puntos de magnitud en la escala de Richter que sacudió diversos estados en el país. El epicentro del movimiento telúrico fue ubicado a 23 kilómetros de Crucecita, Oaxaca. A raíz de este desastre natural, y de acuerdo a informes de Google Trends, se verificó un aumento exponencial de búsqueda sobre si un bolillo ayuda a quitar el susto.
Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el espanto o susto puede ser definido como un impacto psicológico de una intensidad variada, el cual puede adquirirse debido a diversos factores; por ejemplo: desastres naturales, experiencias propias que emergen como eventualidades fortuitas inesperadas o fenómenos sobrenaturales.
La creencia de que comer bolillo cura el susto surgió en la Medicina Tradicional Mexicana, la cual recomienda comer pan para no tener el estómago sin alimento, ya que el miedo puede manifestarse y provocar que los jugos gástricos aumenten y generen malestares en el organismo.
Sin embargo, científicamente, no está comprobado que el bolillo ayude a reducir dichos malestares. El hecho de comer pan ayudará a que los ácidos estomacales no generen molestias, pero se sabe que cualquier otro alimento puede cumplir la misma función de un bolillo.
Si bien se puede comer algún bolillo y otro alimento para aminorar las molestias en el cuerpo que provoquen el susto o el miedo, siempre será mejor acudir a un centro médico en caso de que los malestares perduren.
La creencia del bolillo tiene mucha acogida en México; por eso, no resulta extraño que tras el terremoto de hoy martes 23 de junio los ciudadanos hayan buscado con más intensidad las mejores formas de superar el susto provocado por el sismo.
Ingredientes:
- 1 cucharadita de azúcar
- 7 gramos de levadura seca
- 1 taza de agua tibia
- 2 ½ tazas de harina
- 1 cucharadita de sal
Preparación:
- Combina la levadura con el azúcar en una taza. Agrega el agua tibia, mezcla y deja reposar hasta que duplique su volumen.
- Mezcla la harina con la sal, haz un hueco al centro y añade la preparación de levadura.
- Amasa hasta obtener una masa homogénea.
- Desarrolla el gluten de la masa, amasándola y golpeándola ligeramente contra la mesa, haz esto hasta que, al estirar la masa muy delgada no se rompa.
- Coloca la masa en un tazón de vidrio, cúbrela y déjala reposar en un lugar tibio hasta que duplique su volumen.
- Proporciona la masa en bolitas medianas y dale forma de bolillo a cada una. Para esto, aplana las bolitas con la palma de la mano, estíralas un poco a los lados y lleva dos lados contrarios al centro, estira las esquinas para que queden más alargadas.
- Reposa los bolillos sobre una charola para horno, tápalos y vuelve a fermentar hasta que aumenten su volumen.
- Hornea a 200 °C por 30 minutos o hasta que estén dorados por afuera y cocidos por dentro.