El último reporte del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), señala que cuatro camales de Cusco trabajaban sin permisos y vierten sus desechos y sangre directamente a los ríos. Por otro lado, las ladrilleras del distrito de San Jerónimo también son otro foco de contaminación ambiental desde 2019.
La titular de la dirección de Supervisión en Actividades Productivas, Kaylin Rengifo Reátegui, dijo que la supervisión para estos mataderos este año se priorizaron en tres provincias y un distrito.
El camal de Kayra, bajo la administración de la municipalidad provincial del Cusco y mataderos de las provincias de Espinar, Anta y Velille en Chumbilvicas no cumplieron con levantar observaciones. Todos están bajo la batuta de los municipios. Kayra recibió sanción económica y los otros ya están advertidos.
Rengifo advirtió a los administradores que no podían descargar directamente la sangre del ganado sacrificado a los ríos. Sin embargo, los municipios obviaron las recomendaciones y no tratan las aguas.
En el caso de Kayra, pese a la reestructuración que se hace meses atrás, no hubo los correctivos para tener una certificación ambiental que los habilite para trabajar de manera formal.
La funcionaria recordó que el establecimiento no cuenta con autorización sanitaria. La supervisión en este camal será constante y no podrá abrir ni atender hasta que se levanten todas las observaciones.
La OEFA no estableció plazos para la subsanación de observaciones, pero pidió a las autoridades actuales y electas designar un presupuesto para iniciar cambios en el tratamiento de aguas y el desecho de residuos de manera correcta. De lo contrario, continuarán las sanciones.
En cuanto a las ladrilleras, OEFA supervisó las plantas en los meses de setiembre, octubre y noviembre.
El organismo ambiental concluyó que si bien es cierto ya existen hornos en cúpulas que permiten medir la calidad de los humos no todas cumplen con el parámetro ambiental. En ese sentido, se necesita una zonificación de las ladrilleras para iniciar nuevos proyectos que permitan la reducción de contaminación y las emisiones no perjudiquen a la población que vive alrededor. Se informó que la responsabilidad de zonificación de las 156 ladrilleras y más de 300 hornos lo debe efectuar el municipio de San Jerónimo.
La OEFA multó a ocho ladrilleras con multas de tres y seis Unidades Impositivas Tributarias.
De las productoras, dos le pertenecen sociedades comerciales y seis son propiedad de personas naturales.
Las multas se deben a que no cercaron la zona de trabajo y esparcieron las cenizas en el aire contaminando el ambiente.
La Municipalidad Provincial del Cusco fue multada por el Ministerio de Ambiente con más 30 Unidades Impositivas Tributarias. Eso equivale a 138 mil 924 soles por no ejecutar medidas para el control de los vertimientos de las aguas residuales provenientes de la actividad pecuaria siendo descargadas directamente al río Huatanay.
La sanción aplica porque el camal de Kayra desarrollaba actividades sin certificación ambiental. También por el impedimento de los trabajadores para el ingreso a las instalaciones del camal a los supervisores de la Dirección General de Asuntos Ambientales.