A finales de julio último, 50 efectivos policiales de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) tuvieron que retornar a Lima luego de que se frustraran las gestiones ante el Ministerio del Interior para ampliar su permanencia en la ciudad de Jaén, Cajamarca. Esto ha perjudicado las labores de seguridad ciudadana, según declaró el alcalde Francisco Delgado Rivera.
Mediante una nota informativa, la Municipalidad Provincial de Jaén indicó que se han retomado las conversaciones con la cartera del Gobierno, a través de su nuevo titular, Willy Huertas Olivas. Esta vez, el requerimiento del personal Diroes se basa en el peligro que corren los productores de café, quienes en agosto y setiembre realizarán la cosecha y traslado de su producto a los mercados.
“El alcalde manifestó (en reunión con el ministro) que durante agosto y setiembre, que se lleva a cabo la cosecha de café en Jaén, se cometen muchos actos delictivos debido al movimiento económico. Por ello, es necesario contar con el personal Diroes. La comuna está dispuesta a cubrir la alimentación y hospedaje de los uniformados que se constituyan en la comisión del servicio”, señaló la entidad.
En esta cita con Huertas Olivas, el burgomaestre también solicitó el apoyo de 50 estudiantes de la escuela de la PNP de Cajamarca, a fin de fortalecer el programa Barrio Seguro que impulsa la Municipalidad Provincial de Jaén. Con todo esto, más la participación del Serenazgo a través de su unidad de intervenciones especiales, se busca disminuir la incidencia delictiva.
Diroes Dinoes Jaén Cajamarca
Como es de conocimiento público, hace unos días, el gobernador regional de Cajamarca, Mesías Guevara Amasifuén, envió un documento a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) requiriendo que se evalúe la situación de inseguridad ciudadana en Jaén y se declare en emergencia a esta jurisdicción. De acuerdo con Delgado Rivera, esta decisión debe ser prioritaria para el Ejecutivo.
En febrero de este año, la Policía desarticuló en la región Amazonas a la organización criminal denominada Los Cafetaleros, dedicada a extorsionar a los productores de café de esta región, así como de Cajamarca. Además, robaban los sacos del producto mientras eran transportados. Sus presuntos miembros mantenían amenazados a los empresarios y comerciantes.