La reciente modificación del reglamento de la leche, que elimina la leche en polvo de la fórmula de leche evaporada, fue bien recibida por los gremios ganaderos, pero contrasta con la posición de la industria láctea que observó hace semanas la norma. Ambos sectores difieren en las consecuencias.
El reglamento fue modificado por el Decreto Supremo 004-2022-Midagri. Ahora indica que la leche evaporada será obtenido por la eliminación parcial del agua, solo se permitirá leche fresca. Sin leche en polvo, la industria láctea tendrá que comprar más leche fresca. Allí los ganaderos ven una oportunidad de mejorar sus precios de venta.
El presidente de la Sociedad Agrícola de Arequipa (SADA), Daniel Lozada, sostiene que con esta medida el Estado atiende un “reclamo añejo del sector ganadero” y que se adhiere a estándares internacionales. Lozada niega que el Estado esté prohibiendo u obligando algo, sino que solo regula el etiquetado de la leche evaporada.
El economista Glenn Arce refiere que de forma indirecta, el Estado está interviniendo para que la industria compre leche nacional. Opina que a mediano plazo puede favorecer al sector, pero a largo plazo sería nocivo. “En economía no se puede ser muy dependiente de algo”.
El Comité de Lácteos de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) mostró su preocupación con la modificación. En comunicados de marzo, remarcaron que la producción lechera nacional solo abastece el 71% de la demanda nacional y que por ello se importa leche en polvo.
Lozada opina que si el negocio lechero vuelve a ser atractivo, la producción mejorará. Según Gianni Simoni, presidente del Consejo Regional de la Leche en Arequipa, la producción de la región respecto al 2018 se redujo a casi la mitad, siendo ahora 580 mil litros diarios.
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Otro tema divergente es el efecto en el consumidor. Según la SNI, si la producción nacional no cubre la demanda, el producto final se encarecerá. En cambio, Lozada sostiene que deberá bajar, porque -dice- que la leche en polvo cuesta más que la leche fresca.
La leche en polvo para recombinación con leche evaporada estuvo prohibida hasta el 2008, en que tuvo luz verde con el decreto ley 1035, emitido bajo el argumento de promoción de la competitividad e inversión privada en la industria láctea.
Desde entonces su uso ha sido blanco de debates. La SNI señala que el compuesto se ciñe al Codex Alimentarius de la FAO (ente alimentario de Naciones Unidad). Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) considera que la leche evaporada es solo el alimento obtenido por la remoción parcial del agua de la leche. Incluso en 2019, el organismo observó a productos de Gloria porque no se ceñían a tal definición.