El gobernador de Puno, Agustín Luque, acudió a la cuenca de Llallimayo en la provincia de Melgar. Se reunió con los dirigentes de los afectados y se comprometió hacer gestiones para que la población de la zona tenga agua potable para consumo humano y riego de sus cultivos.
El compromiso busca paliar la contaminación producida por la mina Aruntani. Los daños medio ambientales lo sufren los distritos ganaderos de Llalli, Cupi, Umachiri y Ayaviri. En estas localidades los suelos agrícolas ya no producen alfalfa como antes y las vacas mueren con diarrea cada cierto tiempo.
La afectación se debe al vertimiento durante años de aguas ácidas y turbias por parte de la empresa minera Aruntani, que explotaba oro, en el distrito de Ocuviri - Lampa. La minera está en proceso de cierre. Empero la contaminación continúa.
Luque, acudió con varios de sus funcionarios a conocer de cerca los daños. Dijo que pedirá que el gobierno intervenga en el caso.