Francisco Sagasti, congresista del Partido Morado, asumió la presidencia del Ejecutivo y, con ello, liderará el gobierno de transición que, de momento, continúa sumido en una crisis política, económica pero, por sobre todo, sanitaria.
La llegada de la pandemia del nuevo coronavirus, en marzo pasado, ha desmantelado todo el sistema de salud. Más de 35 mil fallecidos y casi un millón de contagiados la colocan en lo más alto de las prioridades para este Gobierno de transición, pero no es lo único, la atención de pacientes crónicos y la reactivación de los centros de atención primaria serán fundamentales para evitar más muertes en los próximos meses.
La COVID-19 ha quedado relegada en las últimas semanas, debido a la crisis política que ha vivido el país. Si bien ahora nos encontramos en una meseta, el temor ante una segunda ola es cada vez más fuerte. Ante ello, el tiempo se acorta y las medidas deben llegar cuanto antes.
Para la exministra de Salud, Patricia García, el Gobierno de transición deberá mejorar el fortalecimiento de la vigilancia, la detección de casos, los cercos epidemiológicos, el seguimiento de las personas y un aspecto crucial: las campañas de comunicación.
Precisa que se tiene que incentivar el uso de pruebas moleculares con la habilitación de más centros de análisis. “Muchas universidades sí tienen la capacidad para hacerlo, pero se crearon unos requerimientos burocráticos que no permitieron que las regiones pudieran atender [en los meses anteriores]”, indica.
En tanto, el decano del Colegio Médico, Miguel Palacios, pide al nuevo presidente que destrabe el financiamiento para la atención de la pandemia. Asegura que actualmente el MEF no viene dotando de presupuesto para la estrategia sanitaria, lo que impediría una adecuada estrategia en caso de una segunda ola. “Hay un enorme reto que consiste en desbloquear el bloqueo que el MEF está haciendo al Minsa. Por más táctica que sea, si no se restituye el presupuesto para combatir la segunda ola, será difícil”, advierte.
Palacios también remarca que serán necesarias nuevas estrategias contra la pandemia y pide al nuevo presidente, Francisco Sagasti, evitar seguir el camino que siguió Martín Vizcarra. “Debe dejarse asesorar, no solo por la gente del Minsa, sino también por otros colectivos. Nuevo Gobierno, nueva estrategia”, sentencia.
Las investigaciones para encontrar una vacuna que prevenga la COVID-19 continúan avanzando. Debido a la crisis política, se ha informado poco sobre el avance de estas, pero será necesario seguir apoyando los ensayos que se realizan en el Perú, coinciden los especialistas.
La doctora Patricia García recuerda que no solo son las investigaciones, también se deberá continuar con las negociaciones para que Perú pueda asegurarse la cantidad suficiente de vacunas para inmunizar a la mayor cantidad de peruanos. Además, puntualiza que el Gobierno debe agilizar su preparación de cara a las futuras campañas de vacunación para cuando se logren obtener las dosis.
“No podemos olvidar que estamos en la mesa [de negociaciones] con el tema de las vacunas, eso no podemos descuidar. También debemos ir preparándonos para una vacunación nacional y todo lo que implica”, adelanta.
Con las bajas cifras de contagios por COVID-19 y el alto número de personas que no han podido ser vacunadas contra enfermedades prevenibles ni atendidas por otros males, los especialistas señalan que será importante la reapertura de los centros de primer nivel de atención (postas médicas).
Hace unas semanas, vimos la excesiva aglomeración en varios centros de salud por personas que acudieron a vacunarse contra diversos males, como la difteria. Lamentablemente, la mala estrategia de las autoridades produjo muchos problemas. Ante ello, toca analizar lo que se hizo mal para poder evitar más campañas fallidas.
“Se debe fortalecer el primer nivel de atención, con cercos epidemiológicos, con fortalecimiento de postas de salud y con cierre de brechas de los médicos y enfermeras”, indica la decana del Colegio de Enfermeros, Liliana La Rosa.
Añade que se deberá reactivar la comisión multisectorial de asuntos sociales para que vea el tema del hambre y la pobreza, dos grandes males que se han incrementado con la llegada de la pandemia.
“La pandemia tiene como efecto principal el aumento del hambre en el país. Porque los bonos no llegan a tiempo o no fueron suficientes, la salud se ha deteriorado, no solo con la COVID-19, sino también porque no se atendió las enfermedades crónicas ni las inmunoprevenibles durante los 7 meses de pandemia”, señala.
Otra necesidad, al mismo nivel de la atención de la pandemia, radica en la planificación del retorno de atenciones a pacientes crónicos y de las cirugías, así lo precisa la exministra de Salud Patricia García.
“En este momento se nos han quedado retrasados cientos de miles y quizá más cirugías que se tenían que hacer. Se tiene que elaborar un plan para ponernos al día”, comenta.
Durante los meses más críticos de la pandemia, muchos pacientes con enfermedades crónicas denunciaron un abandono de las autoridades sanitarias, sobre todo en el tema de la atención y del acceso a sus medicamentos. La pandemia no solo pone en riesgo a los pacientes que la contraen, sino también a los que deja de atender. Es por eso que la prioridad será establecer una medida que junte a la atención presencial con la atención a distancia. Ambas deben fortalecerse en los siguientes meses, explican los especialistas.
“Se pueden abrir salas de operación por tres turnos, es una idea. Hay gente que está esperando. Si no lo hacemos ahora que tenemos los casos bajos, después cuando tengamos la segunda ola nos va a condicionar mayor mortalidad, es decir, podríamos aumentar la mortalidad indirecta por la COVID-19”, sentencia García.