Desaparecieron por días cuerpos de pacientes COVID-19 en hospital de Arequipa
NEGLIGENCIA. Un paciente estuvo perdido desde el sábado y ayer lo hallaron en sótano de hospital. Otro paciente, murió el lunes, el miércoles debió ser enterrado, pero no había el cuerpo, ayer lo encontraron en Patología.
Wilder Pari
Dos fallecidos por coronavirus en la ciudad de Arequipa, pasaron a calidad de NN en el hospital Honorio Delgado Espinoza, a pesar que sus familiares venían reclamando información por sus paraderos.
La respuesta desde la administración del hospital Honorio Delgado, es que hubo desperfectos en el rotulado del nombre de los difuntos, por eso fueron llevados al área de Patología del hospital como no identificados.
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El primer caso angustiante fue para la familia de Álvaro Gallegos Mamani (38), quienes no tenían información de su estado y paradero desde el sábado 25 de julio, fecha en que lo ingresaron al nosocomio. Según comunicado del hospital Honorio Delgado, falleció unas horas después, pero no hubo ningún aviso a sus parientes.
El 25 de julio, Álvaro Gallegos fue ingresado y referido a una camilla. A sus familiares nos los dejaron ingresar y retornaron al día siguiente, pero no lo hallaron y comenzaron la búsqueda. La indagación incluyó los ambientes internos del Honorio Delgado, los módulos temporales levantados por el Pronis, incluso el centro de aislamiento de Cerro Juli.
La noche del miércoles, el caso se hizo público por las redes sociales. Ayer, se asentó una denuncia policial en la comisaría de José Luis Bustamante y Rivero. Con la presencia de un efectivo, recién se pudo ubicar a Álvaro, como difunto en el área de Patología. Se tuvieron que abrir las bolsas mortuorias y descubrieron que tenía un rótulo con su nombre, pegado en la frente.
“El doctor nos ha dicho que hoy en la mañana (ayer) tuvo una reunión con su personal para llamarles la atención (…) nos ha pedido las disculpas del caso, pero no soluciona el dolor de mi hermana. Cuantos días estuvo esperanzada de encontrarlo con vida”, expresó el cuñado de Álvaro Gallegos.
Añadió que tampoco le daban razón sobre el balón de oxígeno con el que lo ingresaron al hospital. Gallegos era padre de una niña de 5 años y un bebé de 6 meses.
Otro caso
El segundo caso es de Alfredo Santos Nieves (55). Él falleció el lunes y su deceso fue informado casi al instante a sus familiares. Sin embargo, el miércoles, cuando alistaban su traslado desde el hospital al cementerio, no ubicaron su cuerpo.
La hija de Alfredo Santos Nieves, refirió que si ella no hubiera estado presente en dicho momento, posiblemente le entregaban el cuerpo de otro fallecido, pues había uno con nombre parecido.
El cuerpo de Alfredo ayer fue ubicado en el área de Patología, casi al mismo tiempo que Álvaro Gallegos, luego de abrir las bolsas mortuorias.
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Descargos
El director del hospital, Richard Hernández, refirió que sobre el caso de Álvaro Gallegos, pudo haber una confusión del personal. Expresó que el sábado, hubo gran cantidad de pacientes y fallecidos en diferentes ambientes del hospital. Señaló que habrá más seguimiento con los fallecidos desde el área de servicio social.
Por el caso de Alfredo Santos Nieves, el director médico del nosocomio, Gustavo Tohalino, refirió que posiblemente el rotulado de su bolsa mortuoria, sufrió deterioro al ser regado por hipoclorito de sodio (lejía), como parte del protocolo.
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Familiares deben ser informados en todo instante
El representante de la Defensoría del Pueblo, Ángel Manrique, señaló que podría haber responsabilidades civiles y penales. Será tarea del Ministerio Público determinar el grado de culpabilidad.
“Es deber de todo personal asistencial ir informando diariamente el estado del paciente a sus familiares. Y si fallece, deben informar de manera inmediata, pues hay un protocolo”, expresó Manrique.
Pidió a las personas con problemas similares, dar cuenta a la Defensoría del Pueblo.
Añadió que el Ministerio de Salud, como ente rector sanitario en la región Arequipa, debe designar un responsable en el manejo de fallecidos, para que los deudos no tengan que pasar otros trances dolorosos.
