Para impedir que posibles infectados con coronavirus ingresen a Puno, las rondas campesinas se sumaron a la labor de control en las carreteras de acceso con regiones vecinas del sur del país. Hasta la fecha, en el departamento altiplánico no se registra ningún caso confirmado de COVID-19.
Es el caso de la provincia de Carabaya, donde los lugareños y representantes de comunidades apoyaron con la construcción de barreras en la ruta Juliaca – Macusani – Madre de Dios, para impedir el tránsito no autorizado de personas y unidades vehiculares. Esto se estaría replicando en los límites territoriales con otros departamentos.
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“Estamos redoblando medidas de vigilancia en el cierre de fronteras interdepartamentales, recibiendo el apoyo de nuestros hermanos ronderos, para la implementación y control de estrategias de acuerdo al decreto supremo 044- 2020 - PCM”, refirió el gobernador de Puno, Agustín Luque.
Los pobladores refuerzan la labor de vigilancia en las vías de comunicación que realizan los agentes de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú.
Este control también se desarrolla al interior de la región de Puno, en cumplimiento a la disposición de estado de emergencia sanitaria. Un ejemplo de ello, son las rondas campesinas de la comunidad de Chuquine y personal de Serenazgo de la Municipalidad de Ananea que apoyan a poner orden y no permiten el tránsito no autorizado en la vía que une Azángaro, Saytococha a Sandia.