Donación de órganos: La segunda oportunidad de un bombero que le permite seguir salvando vidas

La historia de un bombero y cómo se salvó de morir de una cirrosis hepática gracias a un donante de órganos.,Donación de órganos: La segunda oportunidad de un bombero que le permite seguir salvando vidas,Donación de órganos: La segunda oportunidad de un bombero que le permite seguir salvando vidas,Texto y fotos: Giannina Baca Sintió que su vocación siempre fue ayudar a los demás. Por eso, desde que tenía 20 años, Augusto Mormontoy Menéndez no dudó en ser bombero. Incontables son las emergencias que ha atendido y las veces que ha arriesgado su vida para salvar la de otros. Después de más de 20 años de servicio constante a la comunidad, una devastadora e inesperada noticia lo volvió presa fácil de la muerte. Ahora él necesitaba que alguien más salvara su vida. Los médicos del hospital Guillermo Almenara Irigoyen le diagnosticaron cirrosis hepática. Una enfermedad que años atrás se llevó a su hermano mayor. Solo un trasplante de hígado lo salvaría. PUEDES VER Done sangre, ayude a salvar una vida Dos personas mueren a diario en nuestro país esperando un órgano y actualmente cerca de dos mil pacientes se encuentran en una lista que va en aumento, según datos del Ministerio de Salud. Esta cruda realidad, pudo haber alcanzado a este bombero, quien recuerda, como si fuera ayer, cada detalle de la angustiosa espera. La enfermedad avanzaba sin mirar el reloj. El tiempo se convirtió en su peor enemigo, y el donante no llegaba. “Estuve en estado de coma 10 días. Algunos decían que de esta ya no pasaba. Yo quería rendirme. Lo único que me tenía de pie era pensar en mi hijo de 8 años”. Día tras día luchaba contra el tiempo y con el dolor de ver a otros morir en el camino. Seis meses después, “un ángel”, como él lo llama, apareció. “Me llamaron para decirme que un donante compatible con mi organismo había llegado. Fue un momento indescriptible. Sentimientos encontrados. Mis compañeros de la compañía me trasladaron de inmediato en ambulancia hasta el hospital para la intervención”, detalla Augusto mientras observa una fotografía de sus hermanos bomberos con emoción en los ojos. Por cada millón de habitantes, nuestro país solo tiene dos donantes. Una cifra desalentadora, que refleja nuestra falta de consciencia sobre el tema y nos hace una invitación a reflexionar. “Yo agradezco a la familia del donante que en medio del dolor decidiera convertir esa situación en un acto de amor. Yo no los conozco. Pero estaré eternamente agradecido por esta segunda oportunidad que me permite salvar otras vidas”, señala Augusto, optimista de que este número irá en aumento. Seis años han pasado desde que lo intervinieron. Gracias a este acto solidario, Augusto pudo retomar sus actividades como bombero y seguir disfrutando de su familia y amigos. “Ahora más que nunca, estoy comprometido en concientizar a la gente sobre la importancia de la donación. Uno no sabe cuándo caerá en una situación como esta. No importa si eres niño, adolescente o adulto”. Las estadísticas señalan que uno de cada cien peruanos va a necesitar un trasplante de órgano o tejidos el próximo año. Todos nos encontramos en riesgo de enfermarnos y requerir esta intervención. Es momento de reflexionar y también de modificar nuestros estilos de vida para reducir esta cifra, indicó el doctor Carlos Carvallo, Gerente de Procura y Trasplante de EsSalud. Según el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, Reniec más de tres millones de peruanos mayores de edad han manifestado su voluntad de donar órganos en sus DNI. Sin embargo, cuando aparece un potencial donante, la acción no se concreta porque la familia se opone por desconocimiento de esta decisión, señala el especialista. Por eso, es importante conversar con nuestros familiares y hacerles saber nuestra voluntad de ser donantes, ya que en caso de fallecimiento, ellos tendrán la decisión final.