El salto del tigre es una práctica sexual muy mencionada en el vocabulario popular. Consiste en que el hombre, con el pene erecto, se suba a una altura considerable y salte hacia su pareja, que lo espera en una cama con las piernas abiertas, y esta sea penetrada; una proeza para cualquiera, y aparentemente peligrosa. ¿Realmente se puede realizar esta maniobra exitosamente?
Como relata el sexólogo Gary Rivera, el salto del tigre consiste en que “el hombre se lanza con el pene erecto, desde una altura considerable, puede ser sobre una silla, una mesa, un armario, pero que esté cerca a la cama, donde se encuentra su pareja, preparada para ser penetrada, recostada en la cama boca arriba con las piernas abiertas. Se supone que el salto debe ser certero y que va a caer realizando la penetración al momento que cae”.
Sin embargo, la sexóloga Amalita Maticorena señala que el salto del tigre no es una práctica sexual, debido a que es casi imposible. “Realmente nadie va a saltar de un ropero hacia la cama y penetrar, porque se puede dañar los genitales, por eso se queda en fantasía sexual”, agrega Maticorena.
“Por eso es una práctica difícil de hacer. Es bien fantasioso. Por eso el término salto del tigre es utilizado a modo de broma, de chiste, por personas que fanfarronean, porque no existe ningún manual antiguo que haga mención de esta práctica”, complementa Rivera.
El "salto del tigre" no suele ser una práctica sexual, mas solo una fantasía. Foto: Banco de imágenes gratis
“Hay muchas fantasías sexuales que sí se pueden experimentar, pero hay otras que no se experimentan, porque solo quedan en fantasía, por lo imposible, por ser una postura sexual muy incómoda”, señala la sexóloga Amalita.
Por esto es que el salto del tigre es poco viable, e incluso peligroso si se intenta. “El hecho de saltar con el pene erecto implica que, si no penetra adecuadamente, golpee la cama, una parte del cuerpo de la chica, y al golpearse puede haber una lesión en el pene, y haya una fractura en el pene. Y esa fractura puede generar hasta sangrado, disfuncion sexual posterior, puede generar impotencia, puede generar otro tipo de lesiones en esa zona”, advierte Gary Rivera.
“Es más, la mujer tendría miedo de que el hombre caiga y la dañe a ella, y, en lugar de ser placentero, va a ser doloroso. Entonces queda así nomás en imaginación”, agrega Amalita.
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Los sexólogos Amalita Maticorena y Gary Rivera coinciden en el origen de este término, que está alejado del ámbito sexual. Su origen se debería a una versión de una de las obras del dramaturgo William Shakespeare.
“El origen del salto del tigre se da en una de las obras de Shakespeare, llamada “Otelo, el moro de Venecia”. [En una versión], el actor principal era una persona egocéntrica, le gustaba mucho llamar la atención. En parte de la escena, él debía matar a su amada, y el actor decide saltar desde una altura, rugiendo como un tigre, hacia ella, supuestamente en la intimidad. Esto generó risas en el público. Cada vez que realizaban la obra, cada vez que iban recorriendo varios lugares o países, pues esta frase se hizo mas común”, revela la sexóloga.
En "Otelo, el moro de Venecia", el personaje mataba a su esposa Desdémona. Foto: Otelo y Desdémona por Muñoz Degrain, pintura de 1881/Museo Soumaya. Fundación Carlos Slim
Según un artículo de Xavier Theros, quien escribió sobre esto para El País de España, en las crónicas publicadas a finales del siglo XIX se revela que esta versión de la obra de Shakespeare fue realizada por el dramaturgo Francisco Luis de Retés, y que el actor Miquel Pígrau fue quien inventó aquella maniobra, que luego tomó connotaciones sexuales.