¿Alguna vez has visto un sillón tántrico en algún establecimiento de hostelería o lo tienes en casa y no sabes cómo sacarle el máximo provecho? Gracias a este mueble, no solo podrás encontrar comodidad y resistencia, sino también mucho placer en la intimidad donde podrás realizar las posturas más difíciles del kamasutra. Conoce, a continuación, las 8 mejores disposiciones más excitantes y satisfactorias que puedes realizar en el sillón tántrico.
En el martilleo, una de las personas se acuesta recargando su espalda en la parte alta del sillón. Es decir, se sienta en la parte del medio, cerca a la curva baja. La otra parte se sube y se sienta de frente. La parte que sostiene puede recargar su espalda o acercar su pecho hacia su pareja.
Pose Martilleo. Foto: captura/Flamingo SX
La ventaja de esta pose es que brinda comodidad a ambas partes, ya que hay un soporte en la espalda. También tiene mayor libertad a la persona que va encima porque puede moverse más libremente. En el caso de que sea una mujer, le permite estimular el clítoris.
En la sumisión, una de las partes deberá mantener la posición igual que la amazona. La pareja deberá rotar y ponerse de espaldas. Con esta ubicación, se estimulan diferentes partes erógenas.
Pose Sumisión. Foto: captura/Flamingo SX
Para lograr la atrapada, la pareja deberá tumbarse boca arriba. Mediante esta postura la pareja puede estimularse mutuamente y excitar el uno al otro.
Pose Atrapada. Foto: captura/Flamingo SX
En la doma, una de las partes deberá ponerse debajo de su pareja, la cual debe sentarse en su encima. Aquí no hay recargamiento de por medio, por lo que puede requerir un mayor esfuerzo.
Pose La doma. Foto: captura/Flamingo SX
Con ayuda del sillón, se puede adquirir una ubicación diferente a la del misionero convencional. Por ejemplo, si se hace en la parte baja del sillón, una de las partes deberá hincarse ante su pareja. Si una de ambas se acuesta en la parte alta, entonces su pareja estará parada.
Pose El Misionero. Foto: captura/Flamingo SX
Aquí una de las partes se recarga en la parte alta del sillón y su pareja va a tomarla de sus tobillos. La persona que esté en la parte superior del sillón solo se apoyará con sus manos y su pecho recargado. De igual manera, estará tomada de las piernas y en el aire. Su pareja estará boca abajo y también estará viendo al frente.
Pose Salvaje. Foto: captura/Flamingo SX
Para lograr el deleite, una de las partes se sienta en la parte de abajo del sillón y encoge sus rodillas. Hará un poco de fuerza en el abdomen, puede apoyarse con sus brazos y tomar impulso del sillón. Su pareja se pone delante y arrodillado.
Pose Deleite. Foto: captura/Flamingo SX
En la fusión, ninguno se encuentra dominando como tal: ambos pueden lograr aquí tener la misma estimulación o al mismo nivel. En esta disposición, ambos están boca arriba. Uno hacia la parte alta y otro hacia la parte baja.
Lo más cómodo es que quien tenga mayor fuerza esté abajo. Aquí pueden ambos llevar el ritmo, o bien solo uno de los dos manejarlo y el otro seguir.
Pose Fusión. Foto: captura/Flamingo SX
También conocido como el diván del amor, el sillón tántrico es un tipo de mueble empleado para poder alcanzar más posiciones sexuales. Uno de los usos más populares es para replicar poses del kamasutra.
El sexo y la música son elementos que nos hacen sentir mucho placer a los humanos, por lo que juntarlos puede ser una experiencia totalmente libidinosa. Es por ello que La República te deja una lista de canciones que incluyen canciones variadas para que disfrutes de un momento íntimo con ritmo.
Si quieres conocer cómo acceder a estos lugares para pruebas puedes leer la nota completa aquí.
El consentimiento es el acuerdo mutuo que hay entre dos o más personas para que se realice cualquier tipo de práctica o acto vinculado a temas sexuales. Según el especialista en educación sexual integral, Diego Portillo y los psicosexólogos Christian Martínez y Pierina Vergara.
PUEDES VER: ¿Por qué ‘la vaquera’ es considerada la pose sexual más peligrosa y qué precauciones debes tener?
El orgasmo es la cumbre del placer sexual y forma parte de la respuesta sexual humana. Es un proceso que ocurre cuando un ser humano se encuentra ante un estímulo sexual y comprende cuatro fases: la excitación, la meseta, el orgasmo o clímax y la fase de resolución.
"Son contracciones rítmicas e involuntarias. Se da una sensación máxima de placer, liberación de la tensión sexual y esas contracciones ocurren en la zona perianal, en la vagina, los órganos reproductores y, por supuesto, en el suelo pélvico", dice la sexóloga Eirelyn.